A pesar de las buenas intenciones, la actitud de sobreproteger a tus hijos evitando que sufran frustraciones, cometan errores o enfrenten dificultades, puede afectarles negativamente
A pesar de las buenas intenciones, la actitud de sobreproteger a tus hijos evitando que sufran frustraciones, cometan errores o enfrenten dificultades, puede afectarles negativamente
1 de julio de 2024 - 11:10 PM
Los llaman madres o padres ‘quita dificultades’ o ‘quita problemas’, debido al papel sobreprotector que ejercen en el seno de su núcleo familiar. Algunos especialistas comparan el rol de estos progenitores con grandes máquinas que despejan las carreteras de la nieve en invierno.
Sin embargo, en el caso de las familias, la tarea de eliminar los obstáculos o dificultades que los hijos tienen por delante (siempre que no revistan un peligro real, desde luego) podría ser contraproducente, según los especialistas.
”Prepararle la mochila antes de que vaya a entrenar aunque sea ya un adolescente; evitar que resuelva sus conflictos con un compañero de clase interviniendo inmediatamente; hacer con él o ella sus deberes sin dejar que se equivoque, son ejemplos de la forma de actuar de los progenitores ‘quita problemas’, según la psicopedagoga Sylvie Pérez.
Para Pérez, profesora de los Estudios de Psicología y Ciencias de la Educación de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC), en Barcelona, España, “los padres o madres ‘quita problemas’ son progenitores que quieren mucho, pero se comportan de forma excesivamente controladora”.
”En el padre sobreprotector hay una necesidad de control permanente, incluso en el colegio o con los amigos. Si algo va mal con su hijo, hay que cambiar al profesor. Si no consigue hacer los deberes, es que los deberes son inadecuados. Si su hijo no juega bien en un partido, significa que el entrenador no vale nada”, ejemplifica.
Para el psicólogo Enric Soler, profesor colaborador de los Estudios de Psicología y Ciencias de la Educación de la UOC (www.uoc.edu) “el aprendizaje por ensayo y error es imprescindible”.
”No podemos pretender que un niño crezca de forma saludable sin permitirle equivocarse, enfrentarse a retos, dificultades o situaciones que quizá son más dolorosas para los padres que las observan que para el propio niño”, recalca.
A pesar de las buenas intenciones de los padres, evitar a los hijos cualquier posible situación de dificultad o frustración, les infantiliza y frena su desarrollo, ya sea en la gestión de emociones desagradables, en la creatividad o en la capacidad de resolución de problemas, según apunta Soler.
Pérez señala, por su parte, que la sobreprotección de los progenitores ‘quita problemas’ puede afectar negativamente a los hijos en los siguientes aspectos:
Pérez y Soler proponen algunos consejos que pueden ayudar a los padres a combatir la tendencia a sobreproteger a sus hijos:
”Los padres tenemos que aceptar que nuestros hijos son de ellos mismos y no nuestros, por lo que necesitamos darnos la oportunidad de reducir ese control absoluto y ver que pasa”, según reflexiona.
Por ejemplo, “descansar como padres” significa dejar de hacerse cargo de todos los aspectos de los estudios de los hijos, por considerar que sus formas de estudiar, organizar su carpeta, tomar apuntes o prepararse para los exámenes no darán un buen resultado, y “ver que pasa”. Así, quizá descubran que los métodos de estudio de sus hijos si que funcionan, concluye.
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