Navidad es una época de excesos: de alegría, adornos, reuniones, despedidas empresariales, celebraciones por doquier, y, cómo no, de tragos y comidas abundantes. Por eso, es importante mantener el control y extremar los cuidados.

Y como una cosa lleva a la otra, si hay condiciones previas, como hipertensión, colesterol elevado o diabetes la posibilidad de tener complicaciones de salud es altísima.

La Liga Colombiana Contra el Infarto y la Hipertensión alerta que las comidas navideñas típicas, que incluyen frituras, pasteles, dulces y postres, pueden alcanzar las 8,000 o 9,000 calorías. Y por eso la presión arterial, los niveles de azúcar en sangre y la frecuencia cardiaca aumentan y se produce una sobrecarga del trabajo para el sistema cardiovascular.

Un análisis de la Universidad de Duke, en los Estados Unidos, señala que el 25 de diciembre es el día con mayor número de fallecimientos por infartos en todo el año. Este dato es respaldado por la Fundación Española del Corazón, que destaca la urgencia de abordar el problema de salud cardiovascular durante la temporada navideña.

Para evitar cualquier cardiopatía, los especialistas instan a disfrutar de las festividades con moderación y a mantener rutinas saludables, como el seguimiento estricto de la medicación, la práctica de ejercicio físico adaptado y no postergar las visitas médicas.

El catarro, causado por rinovirus, adenovirus, coronavirus y otros agentes infecciosos, afecta tanto a adultos como a niños. Durante la Navidad, la incidencia de resfriados aumenta significativamente debido a la mayor aglomeración de personas en espacios cerrados durante reuniones familiares y eventos festivos.

La influenza, más incapacitante que el resfriado común, experimenta un claro pico epidemiológico durante esta época. Generalmente es incapacitante y presenta fiebre.

La bronquiolitis, inflamación de los bronquiolos en los pulmones, afecta principalmente a la población infantil, convirtiendo esta condición en una de las causas más comunes de ingreso en las plantas de pediatría.

Uno de los efectos secundarios más comunes de las celebraciones abundantes es sentirse con llenura o indigestión.

Las investigaciones científicas indican que los adultos ganan entre 0.88 libras y 1.98 libras durante la temporada navideña. Aunque reunirse para comer y celebrar es tradicional, es importante tener precaución con el exceso de comida, ya que puede manifestarse en forma de indigestión, conocida clínicamente como dispepsia.

Las personas que tienen diabetes deben extremar los cuidados de su condición. Los expertos recomiendan que quienes realizan un autocontrol de sus niveles de azúcar en la sangre, lo realicen con más frecuencia durante el período de Navidad. En este sentido podrán detectar cambios en sus niveles de azúcar en la sangre y evitar a tiempo una hiperglucemia. Asimismo, los especialistas recomiendan que es fundamental para estos pacientes mantenerse activo y no inclinarse hacia el sedentarismo.

Mental Health UK, una organización especializada en brindar apoyo a gente afectada por problemas de salud mental en Reino Unido, asegura que la época navideña puede ser un momento difícil, que agota mental, emocional, física y financieramente.

También son días en lo que suelen aparecer sentimientos de soledad y sentirse excluido al ver a los demás disfrutar y ser felices durante las fiestas decembrinas, mientras usted no lo está.

Mind, fundación británica dedicada a luchar por la salud de mental de persona en Inglaterra y Gales, mencionó que este tiempo navideño puede hacer que recuerde momentos difíciles, arrepentirse de cosas del pasado o preocuparse por el próximo año nuevo.