Las quemaduras severas que sobrevienen a causa de un fuego, vapor, alquitrán o líquidos calientes, suelen ser lesiones muy dolorosas y devastadoras para quien la sufre -desde ampollas, hinchazón y pérdida de piel, hasta infecciones graves y, en algunos casos, la muerte. Una emergencia de salud que va a requerir de largos tratamientos -como injertos de piel y rehabilitación física, entre otros-, que pueden durar años. Es también un evento que, además de las secuelas físicas, puede tener consecuencias emocionales y sociales que necesitan atenderse en esa recuperación a largo plazo, según recomiendan los profesionales de la salud.