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“El suicidio se puede prevenir”: 10 prácticas saludables en favor de la salud mental

En el Día Mundial para la Prevención del Suicidio, un psicólogo clínico enfatiza en los factores de riesgo, qué areas en Puerto Rico están más propensas y ofrece consejos que sirven de apoyo emocional

10 de septiembre de 2024 - 11:10 PM

Según datos de suicidio en Puerto Rico, desde el 2000 hasta el 2024 hubo un total de 7,019 muertes por suicidio, siendo la segunda causa de muerte entre las personas de 10 a 34 años. (Shutterstock)

El suicidio continúa siendo una de las mayores causas de muerte y problemas desde el aspecto de la salud mental. Incluso, es tratado como un problema de salud pública craso en Puerto Rico y a nivel mundial.

Hoy, 10 de septiembre, se celebra el Día Mundial para la Prevención del Suicidio, organizado por la Asociación Internacional para la Prevención del Suicidio (IASP) y avalado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), con la intención de centrar la atención en el tema, reducir el estigma y crear conciencia entre las organizaciones, el gobierno y el público, con un mensaje singular de que el suicidio se puede prevenir.

Aunque para algunas personas puede ser un tabú, lo cierto es que es un tema con el que no se puede ser silente. Por el contrario, es fundamental educar y comunicar acerca de qué aspectos pueden ser factores de riesgo, además de conocer las señales de alerta, y proveer herramientas para mejorar la calidad de vida de las personas.

“Hablar abiertamente sobre la salud mental y el suicidio nos ayuda, provoca que el estigma se reduzca y que fortalezca esto como una práctica habitual, que se debe atender o buscar ayuda como cualquier otra visita a un médico para que atienda cualquier situación o dolencia del cuerpo. La salud mental no está desligada de mi cuerpo”, explicó el doctor Humberto Cruz, psicólogo clínico y director del programa Cero Suicidio del Hospital Menonita CIMA.

Según datos de suicidio en Puerto Rico, desde el 2000 hasta el 2024 hubo un total de 7,019 muertes por suicidio, siendo la segunda causa de muerte entre las personas de 10 a 34 años. El promedio anual es de 281 personas y la tasa ajustada por edad promedio por cada 100,000 habitantes es de 7.8.

Sin embargo, aunque los números de suicidios por año en Puerto Rico han ido bajando, el doctor Cruz destacó que en la región central de la Isla ha habido un aumento en este último año, con una tasa ajustada de 18 en la región de Caguas, por lo que este invita a no bajar la guardia, específicamente en esa zona central, que comprende Aibonito, Barranquitas y Naranjito.

“Espacios geográficos en la ruralía del centro de la isla, vemos un grado mayor en hombres que en mujeres. Y es que los hombres tienen acceso a métodos letales, como armas de fuego y soga, además de que lo piensan menos. En el caso de las mujeres, lo intentan más, pero los medios son menos letales, por lo que tienen más posibilidades de sobrevivir. No obstante, son las más propensas en Puerto Rico de lanzarse al vacío, utilizando puentes”, informó en entrevista vía telefónica con El Nuevo Día.

Por tanto, Ortiz enfatizó que es necesario un esfuerzo multisectorial y plan mediático que incluya agencias gubernamentales, en la que se involucran carreteras y transporte.

“Ingenieros y arquitectos, y aquellos profesionales relacionados con la infraestructura, al momento de planificar, diseñar y construir tienen que plantearse este problema de salud pública, más allá de lo estético y funcional, que sea para personas, no para suicidas, por lo que el gobierno tiene que asumir responsabilidad en esto”, instó el psicólogo clínico.

Factores de riesgo más prominentes para cometer suicidio

“Es importante que nosotros conozcamos estos datos para crear ese sentido de urgencia y conciencia en los ciudadanos”, exhortó el doctor Cruz, quien ofreció estadísticas, según el Registro Demográfico de Puerto Rico, Instituto de Ciencias Forenses y el Departamento de Salud, que comprenden del 2016 al 2023.

  1. Nivel de educación bajo: Se ha demostrado que tienen menos apoyo para oportunidades de trabajo y aumenta el estrés financiero. “Estudios lo han revelado. En Puerto Rico, entre 2017 y 2023, el 79% de esas personas suicidas tenían solo un cuarto año o menos de escolaridad, en comparación con personas dedicadas al área laboral. Entre las muertes por suicidio, en general, el 82% no recibía tratamiento formal psiquiátrico”, resaltó el doctor Cruz.
  2. El número mayor de suicidios se da en hombres. Típicamente es un acto que comenten entre los 40 y los 70 años. “En todas las regiones de salud de Puerto Rico, como Aguadilla, Arecibo, Mayagüez, Ponce, Bayamón, San Juan, Fajardo y Caguas, los hombres son los que predominan el riesgo de suicidio. La asfixia el método principal de suicidios en ambos sexos. Según el método utilizado por Sexo Puerto Rico, del 2020 al 2023, mediante asfixia fueron 489 hombres y 72 mujeres. Con el uso de armas de fuego, fueron 169 hombres y 10 mujeres. Lanzare al vacío, fueron 41 hombres y 13 mujeres”, detalló.
  3. Centro de Puerto Rico e islas municipio: Hay cinco lugares en Puerto Rico, basados en tasas de suicidio por 100,000 habitantes, que son tasas ajustadas por la edad. “Se calcularon utilizando la aprobación estándar de los Estados Unidos. Entre los pueblos de mayor incidencia de suicidio son Aibonito, Barranquitas y Naranjito, siendo Aibonito el número uno, seguido por Culebra y Vieques”, agregó.
  4. Una persona que tiene el uso problemático de sustancias, depresión y ansiedad, tiene un riesgo mayor de cometer actos de suicidio, porque eso aumenta la probabilidad de daño en el juicio e incrementa la impulsividad, disminuye la inhibición y la capacidad para tomar decisiones, por lo que este tipo de perfil aumenta la probabilidad.
  5. Biomarcadores que pueden asociarse: Niveles bajos de colesterol y niveles altos de LDL (Low Density Lipoprotein, en inglés). “Cuando nosotros tenemos colesterol bajo y el LDL alto, se afecta la función cerebral y esto aumenta el riesgo del desarrollo de mood y de desórdenes en el comportamiento. El colesterol es crucial para la síntesis de serotonina, que es un neurotransmisor que regula el estado de ánimo”, expresó. Según señaló, en Puerto Rico, las condiciones cardíacas, particularmente el desorden en colesterol, el LDL y triglicéridos, son uno de los cuadros que más rampan en nuestra población. “Esto pudiese aumentar ese riesgo y ser un precursor de tener episodios de desregulación emocional, lo que pudiese conducir a disturbios emocionales”, expuso.

10 prácticas saludables

Estas prácticas, particularmente pueden ayudar a cuidar la salud mental de cualquier persona, o sirven de guía para apoyar a personas que necesitan la ayuda.

  1. Hablar con un amigo, familia o profesional en quien confíes puede ayudarte a sentirse menos solo. “La literatura señala que quienes cuentan con un sistema de apoyo social están menos propensos a cometer el acto o la ideación de suicidio, porque tienen alguien con quien ventilar y pueden exteriorizar los sentimientos que provocan que ese pensamiento esté inmerso en nosotros. Si hay personas que ya tienen un historial de salud mental, uso problemático de sustancias o algún tipo de adicción, además de hablar con ellas, estas se deben llevar de inmediato a una sala de emergencia para ser evaluado y transferido a un hospital psiquiátrico”, orientó.
  2. Buscar ayuda profesional. “Si ves a tu amigo, compañero o cualquier persona que se sienta abrumada, sé proactivo y sácale tú la cita o diles, ‘mira, te hice la gestión’. Hablar con un psicólogo o con un consejero puede ser demasiado útil. No hay que tener miedo para buscar ayuda”, instó.
  3. Mantenimiento de rutinas. Las rutinas diarias son bien importantes en la salud mental. Una rutina regular como, por ejemplo: dormir bien, comer saludablemente y hacer ejercicios, ha probado que impacta de manera positiva en el estado de ánimo al elevar los niveles de dopamina. “La literatura ha señalado que con 15 minutos que una persona camine diariamente es suficiente como para elevar los niveles de dopamina y serotonina, lo cual provoca un mejor estado de ánimo. Eso lo dice ScienceBase, que no hay que meterse a un crossfit o estar una hora en gimnasio, sino que con 15 minutos que usted camine es suficiente para su cuerpo. También pueden integrar actividades que uno disfrute, dedicar tiempo a hacer cosas que hagan sentir a la persona bien, como practicar diferentes hobbies y actividades que le relajen. En Puerto Rico hacen muchos festivales a los que pueden ir y tenemos muchas playas”, orientó.
  4. Aprender a manejar el estrés y desarrollar técnicas y estrategias de relajación, como la respiración profunda, la meditación y el yoga para reducir el estrés. “La respiración profunda y ese tipo de prácticas meditativas tienen un efecto directo sobre el sistema nervioso central y lo que hacen es que apagan o reducen la respuesta de inervar o del incremento de cortisol en la sangre, que es lo que en efecto produce el estrés y la ansiedad, y lo que consecuentemente y prospectivamente pudiese alterar las emociones aún más”, dijo el psicólogo clínico.
  5. Evitar las prácticas sencillas del uso de alcohol y las drogas. Básicamente, estas sustancias lo que hacen es que empeoran los sentimientos de tristeza y desesperación. “Es importante no envolverse en conductas donde anestesiemos y usamos como factor protectivo de emociones. Primero, me doy dos copas de vino y eso me resulta como anestesiante, que luego se puede convertir en una codependencia que nos pueden llevar al desarrollo de una adicción. Todo eso es una cadena que se hilvana y al puertorriqueño le encanta la fiesta y el alcohol; eso es una radiografía social de nuestro contexto, en donde uno de los factores protectivos del puertorriqueño es el uso y consumo de alcohol, la fiesta”, señaló.
  6. Mantener conexiones sociales. Es vital rodearnos de personas que nos apoyen y escuchen, puede tener un sentido más fuerte de estar en compañía y menos solo.
  7. Evitar el uso de pastillas antidepresivas y ansiolíticos sin supervisión de un psiquiatra. “Hay quienes dependen del fármaco para funcionar y eso solamente lo que hace es que anestesia el problema, no lo resuelve. Así que, si bien queremos iniciar un proceso de ayuda emocional, tenemos que considerar el tratamiento farmacoterapéutico y el tratamiento psicológico, ambos de la mano. Las investigaciones señalan que esta dualidad de tratamientos hace que el paciente mejore en menor tiempo, a menor corto plazo”, enfatizó.
  8. Educarse sobre la salud mental. La educación sobre la salud mental y hablar abiertamente, puede permitir o provocar que el estigma se reduzca y se fortalezca como una práctica habitual. “Como cualquier dolencia en nuestro cerpo, que buscas ayuda y es atendida, así también tenemos que hacerlo con la salud mental, porque esto no es algo que está desligado de mi cuerpo. Un ejemplo de que la conexión mente-cuerpo está presente, es que muchas de las personas que presentan condiciones de salud, como enfermedades reumatoideas, fibromialgia, enfermedades gastrointestinales, como colitis ulcerativa, síndrome de colon irritable, todas tienen un componente muy elevado de problemas de salud mental. Está totalmente correlacionado con eso por la conexión de la microbiota intestinal con los niveles de serotonina. Eso es importante que también la gente lo conozca. Por eso es que se recomienda llevar una dieta balanceada, entre otras cosas”, argumentó.
  9. Conoce las señales de advertencia: Mantente atento a cambios drásticos en comportamiento, aislamiento, hablar de querer hacerse daño, regalar sus pertenencias, dejar de arreglarse por un periodo prolongado, cambio en el tono de voz, bajar de peso y verbalizarlo, son otros de los indicadores con los que no se puede dudar un segundo en ofrecer esa ayuda o apoyo. “Todos esos son indicadores físicos o señales de advertencia para dejarte saber que una persona puede estar en mayor riesgo. No necesariamente se va a suicidar, pero puede estar en riesgo de hacerlo”, alertó.
  10. Crear plan de seguridad personalizado. Si alguna vez te sientes mal o tienes alguna ideación, tienes que tener tu propio plan de contingencia, un plan de acción que sea claro. ¿A quién yo voy a llamar? ¿A quién yo voy a identificar como este potencial ayuda? ¿Cuál es mi lugar seguro? “Todos nosotros tenemos que tener ese plan de contingencia personalizado y saber a quién llamar sin escatimar la hora. Esto, la persona tienen que hablarlo con esas personas con las que cuenta, de que si le pasa alguna situación o tiene algún síntoma, le va a llamar sin importar la hora”, manifestó. Cualquiera que enfrente problemas emocionales o tiene pensamientos suicidas, también puede llamar a la Línea PAS de la Administración de Servicios de Salud Mental y Contra la Adicción (Assmca), disponible las 24 horas del día, los 365 días del año, al 1-800-981-0023 o a través de la aplicación móvil, Línea PAS ASSMCA, donde podrás comunicarte a través de chats en vivo.

Alianza multisectorial

Como director del programa Cero Suicidio del Hospital Menonita CIMA, el doctor Cruz, explicó que la institución para la que labora pertenece a una alianza multisectorial para la prevención del suicidio, que lidera el Departamento de Salud y la Convención de la Prevención del Suicidio en Puerto Rico.

“Es un trabajo que está siendo subsidiado por los CDC, en donde de enero a agosto del 2024 se han realizado grupos focales, sistemas de vigilancia, las tasas ajustadas, actividades educativas y acuerdos de colaboración en donde entramos nosotros. Así que, esencialmente, todos esos acuerdos colaborativos nos han permitido que todas estas agencias nos unamos”, mencionó acerca de la alianza en la que también participa el Departamento de Asuntos de los Veteranos y la Guardia Nacional.

A través del programa Cero Suicidio, señaló que se encuentran en el proceso de cambiar la cultura organizacional para una mayor identificación en las personas que están en riesgo de suicidio.

“La mayoría de la gente que se suicida, tres o cuatro meses antes del intento, visitaron una sala de emergencia, y la realidad es que no se estaban realizando los screenings apropiados para poder identificar algún factor emocional. Así que nosotros intensificamos esa evaluación, y de manera obligatoria hacemos ese screening de riesgo de suicida a todas las personas que entran a nuestras salas de emergencia. O sea, es parte del proceso”, detalló.

En caso de una dar positivo luego de ese proceso, dijo que la pasan a un próximo nivel de cuidado y a otra evaluación con una trabajadora social clínica o una manejadora de crisis que le hace una evaluación completa. Si, a su vez, esa persona da positiva a esa evaluación, se envía de manera inmediata al hospital psiquiátrico para que pueda ser estabilizada.

Asimismo, Cruz subrayó que en la sala de emergencias también desarrollaron una “regla de decisión clínica” con médicos y emergenciólogos como un mismo cuerpo hospitalario, para que las personas que estuviesen con riesgo de suicidio y, aquellos que tuviesen limitaciones físicas a su vez, se les reduzca la cantidad de tiempo de espera y se les haga la evaluación orgánica, para luego pasarlo en menos de cuatro horas al hospital psiquiátrico para ser evaluado y hospitalizado posteriormente.

La Línea PAS está disponible las 24 horas del día, los 365 días del año, para ayudar a personas con comportamiento suicida o problemas de salud mental como: depresión, violencia doméstica y trastornos de ansiedad, entre otros. Si tienes o conoces a alguien con pensamientos suicidas comunícate de inmediato al 9-8-8 o al 1-800-981-0023.

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