Los tratamientos contra el cáncer, no importa su modalidad, traen consigo unos efectos secundarios en los pacientes que provocan incomodidad física, cansancio, problemas de sensibilidad en la piel y falta de sueño, entre muchos otros. Por muchos años, esos pacientes no tenían alternativas fiables para poder lidiar con estas molestias. Sin embargo, desde hace varias décadas, se han ido experimentando e implantando algunos tratamientos que han resultado sumamente beneficiosos para los pacientes oncológicos.

Con esto en mente, el nuevo Elemara Spa & Salon, localizado en La Concha Resort, en el Condado, llevó a cabo un proceso de certificación por parte del Standards Authority for Touch in Cancer Care (SATCC), donde siete de sus terapistas están listos para atender a las personas que sufren de cáncer o que ya pasaron por esa condición.

“El concepto de Elemara Spa & Salon va dirigido al bienestar total de nuestros clientes y esto incluye a la comunidad de pacientes oncológicos. Desde un principio, este centro fue diseñado para servirlos, ya que desde el agua que tomamos, hasta los productos que se utilizan, están creados para tratar a estos clientes”, destacó Melba Cancel, directora de Elemara Spa, localizado en el primer nivel de La Concha Resort, muy cerca de la playa y el océano. “Esta es una comunidad que por muchos años ha sido un tabú, a quienes no se les ha podido dar servicios de spa, incluyendo faciales o masajes. Sin embargo, todo eso ha ido cambiando. Por eso, aquí lo que hacemos es ayudar a estas personas a tener una mejor calidad de vida”.

Los beneficios de los tratamientos de spa para los pacientes oncológicos son muchos y variados. “En los pasados años, se ha demostrado que el masaje dirigido a pacientes oncológicos ha mostrado ser bien beneficioso. Vemos una mejora en los movimientos de los pacientes, reducción en náusea provocada por los tratamientos, mejora el sueño, se reduce la ansiedad y la depresión, además de que la persona tiene una sensación de bienestar en general después del tratamiento”, explicó Christine Clinton, fundadora del programa Clinton Cancer Care, dedicados a certificar a los spas a nivel internacional para tratar a los pacientes oncológicos, usando los códigos del SATCC, y quien se encargó de adiestrar por tres días a los terapistas locales.

Para lograr certificarse, los terapistas de Elemara Spa tuvieron que pasar por varios módulos, divididos en información teórica y práctica en la cual aprendieron sobre un sinnúmero de temas que incluyó comprender los efectos secundarios a corto y largo plazo de la cirugía, la radioterapia y la quimioterapia en el cuerpo humano; la función del sistema linfático y los riesgos de la linfedema; entendimiento de la importancia de tomar decisiones de vida saludables y de autocuidado; entendimiento de la conexión entre el ritmo circadiano y la salud; y distintas técnicas a utilizar en los pacientes, entre muchos otros.

Con esta certificación internacional, al igual que otros spas en países como Estados Unidos, Reino Unido, Oriente Medio y Asia, Elemara Spa aparecerá en los listados de spas certificados, por lo que turistas o personas que vivan fuera de la isla, podrán organizar sus vacaciones o viajes hasta Puerto Rico, teniendo en mente esos servicios especializados. Además, cada uno de los terapistas certificados lucirá un pin en la solapa de sus uniformes que los identificará como tal.

De la misma forma, la gerencia del spa es consciente de que los costos de los tratamientos oncológicos son altos, por lo que harán alianzas con organizaciones especializadas en paciente de cáncer para llegar a acuerdos y lazos con el objetivo de que las personas que más lo necesitan puedan disfrutar de estos servicios.

Durante los dos días de práctica en la que los siete técnicos del Elemara Spa & Salon afinaron las técnicas provistas por Clinton, por sus manos pasaron varios pacientes oncológicos, quienes fueron invitadas por el spa.

“Durante los tratamientos del cáncer, que incluye medicamentos y quimioterapia, entre los efectos secundarios está la falta de sueño y la piel bien sensitiva. Hoy me dieron un masaje completo y tengo que decir que me siento bien relajada”, mencionó Luz Sánchez, quien está en remisión de un cáncer, aunque todavía recibe quimioterapia. “Durante todo el proceso de tratar el cáncer, uno pasa por muchas preocupaciones y este ratito es una bendición. Además, durante todo el tratamiento aquí, los terapistas me fueron orientando y explicando todo el proceso, por lo que me ayudó a entender mejor los beneficios para mi cuerpo”.

En el caso de Olga Mattei, también paciente oncológica, la experiencia fue una espectacular e inesperada. “Para mi sorpresa, además de recibir un masaje extraordinario, los terapistas mostraron un gran conocimiento y prácticamente me dieron una clase del impacto de sanación en el cuerpo que tienen estos tratamientos”, explicó Mattei, quien el primer día recibió un masaje y al otro un facial. “La verdad es que el masaje me permitió descansar muchísimo y son unas terapias que verdaderamente son muy beneficiosas para los pacientes de cáncer”.