Sus efectos en la salud auditiva, especialmente en niños y adultos mayores, son motivo de preocupación desde el ámbito de la terapia ocupacional
Sus efectos en la salud auditiva, especialmente en niños y adultos mayores, son motivo de preocupación desde el ámbito de la terapia ocupacional
6 de diciembre de 2024 - 11:10 PM
A modo de tradición, la pirotecnia es asociada con celebraciones y festividades, pues suele generar una sensación de asombro y alegría en muchas personas.
A esto se le suma otra gama de artículos, tales como: petardos, bengalas, cohetes, fuegos artificiales y hasta cuartos de dinamita, que son frecuentemente utilizado en las comunidades. Sin embargo, sus efectos en la salud auditiva, especialmente en niños y adultos mayores, son motivo de preocupación desde el ámbito de la terapia ocupacional.
Así lo destacó Anette Quiñones, presidenta del Colegio de Profesionales de Terapia Ocupacional de Puerto Rico, quien explica que el ruido generado por los fuegos artificiales puede alcanzar niveles de intensidad extremadamente altos, en algunos casos superando los 120 decibelios (dB). Esta puso como ejemplo que una exposición a sonidos por encima de 85 dB durante largos periodos puede causar daños permanentes en la audición.
“Aquellos sonidos superiores a 120 dB pueden provocar una pérdida auditiva inmediata. Los fuegos artificiales, en particular, son capaces de generar ruidos cercanos o incluso por encima de estos niveles. Cuando un niño o un adulto se expone repetidamente a estos sonidos, el oído interno, especialmente las células ciliadas del oído, puede sufrir daños. Estas células son responsables de la transmisión de las señales sonoras al cerebro. Si se dañan, la persona puede experimentar una pérdida auditiva parcial o total”, informó Quiñones.
Además, resaltó que la exposición a ruidos fuertes de manera constante también puede generar tinnitus, una condición caracterizada por la percepción de zumbidos o pitidos en el oído, que puede ser persistente o temporal, dependiendo de la intensidad y duración de la exposición.
De acuerdo con la presidenta del Colegio, los niños son especialmente vulnerables a los efectos de la pirotecnia debido a:
Aunque los adultos son menos susceptibles que los niños a sufrir daños inmediatos debido a la exposición al ruido, pueden experimentar efectos negativos a largo plazo.
“La pérdida auditiva inducida por ruido (PAIR) es una condición que afecta a muchas personas que han estado expuestas a niveles elevados de ruido durante años, ya sea por trabajo o por la participación en eventos donde se usan fuegos artificiales. Incluso una sola exposición a un ruido extremadamente fuerte puede causar daño auditivo temporal, y la exposición repetida puede contribuir al deterioro de la audición a lo largo del tiempo”, puntualizó.
En términos emocionales, explica que los adultos también pueden experimentar estrés, irritabilidad y ansiedad debido a la sobrecarga sensorial causada por el ruido. “En el caso de las personas con trastorno de estrés postraumático (TEPT), los recuerdos sensoriales como los sonidos o los olores pueden evocar recuerdos de trauma y causar que surjan síntomas en ciertos momentos”, detalló.
La profesional puso como ejemplo a algunos veteranos de guerra, que pueden sentir pánico extremo cuando se encienden los fuegos artificiales porque les puede traer recuerdos de experiencias pasadas que alteran o afectan su estabilidad. En respuesta a esto, señala que las personas con TEPT pueden aislarse aún más para evitar hallarse en un ambiente que está fuera de su control, así como sentir temor, ansiedad, tristeza o irritabilidad.
Desde la perspectiva de la terapia ocupacional, es fundamental abordar la pirotecnia no solo como un factor de riesgo para la audición, sino también en relación con sus efectos en el aspecto sensorial y emocional que puede tener en las personas.
“La terapia ocupacional ayuda a las personas a manejar los estímulos sensoriales de manera efectiva, promoviendo el bienestar general y la participación en las actividades diarias. También pueden ofrecer estrategias para manejar la sobrecarga sensorial, como el uso de protectores auditivos y la planificación de entornos más seguros para los niños y adultos sensibles al ruido”, añadió.
Dada la popularidad de la pirotecnia durante la temporada navideña, es importante tomar medidas para reducir los riesgos asociados con su uso, especialmente para niños, adultos mayores y personas con sensibilidades sensoriales. A continuación, se presentan algunas recomendaciones:
En estos días de compartir en familia todos tienen derecho a celebrar, Quiñones exhortó a cerca de la importancia de mostrar compasión y comprensión, y no obligar a otras personas a tomar parte en situaciones en las que pueda sentirse con disgusto o incómodas.
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