Coamo- La prioridad de Sheila Torres Matías, propietaria de la producción de sangría artesanal, Sangaree, es preservar la receta familiar de la bebida para que cada persona pruebe “un producto fresco y con el mismo sabor” del elaborado por su padre.

La receta de la sangría artesanal que Torres Matías distribuye hoy en los municipios del sur y oeste de la isla, nació poco antes del 2015, tras varios intentos de recetas de su padre Juan Torres y el amigo y socio de él, Samuel Sepúlveda en Cabo Rojo. Amantes de la sangría, los dos amigos querían crear una bebida artesanal que no tuviera azúcar añadida, se hiciera manual y que mantuviera la frescura de la bebida elaborada con vino y que es muy popular en España y Portugal, al igual que en otras partes del mundo.

Los amigos, dos ingenieros a tiempo completo, comenzaron distribuyendo la sangría en restaurantes de la zona del oeste, específicamente en Joyuda. La producción creció y Torres Matías asumió las riendas del negocio, mediante la compra de acciones a su padre y socio. Su padre estaba ya de retirada del negocio y Sepúlveda estaba delicado de salud, por lo que se mudó a Estados Unidos y le vendió sus acciones a Torres.

“En ese momento mi papá estaba ya retirado y quería bajar revoluciones. La tirada de ellos en la producción de sangría era bien pequeña y la hacían una vez al mes para los restaurantes de Joyuda. Esto para ellos era como un ‘hobby’. Se mantuvieron así, pero para el 2020 ante la pandemia, mi padre me dijo: ‘voy a vender Sangaree’ y le dije dame la oportunidad y yo te la compro. Eso ocurrió el 19 de septiembre de 2020. Viajaba esos primeros meses a Cabo Rojo para la elaboración, pero se me hacía difícil viajar todos los días y decidimos mudar la operación a Coamo”, explicó Torres Matías, quien además tiene oficina como abogada.

“La receta es homogénea y balanceada entre las frutas, entre ellas guayaba. Pero todo es fresco y lo más importante es que no se le añade azúcar. La elaboración es toda artesanal y no se le añade preservativo a ningún componente y eso hace que se mantenga fresca. Es el mismo sabor que papi y Samuel hicieron desde el inicio de la sangría. Esa es mi meta que cada persona pueda saborear un producto fresco, por eso elaboramos semanalmente”, señaló la licenciada.

La sangría se hace manual y la licenciada señaló que es su familia la que trabaja toda la producción para preservar la calidad de la bebida.

Sangaree goza de la distribución en los pueblos del oeste y se extiende a Guayanilla, Coamo, Ponce y otros municipios de Juana Díaz. Semanalmente, se elaboran sobre 600 botellas.

En el municipio de Coamo establecieron la producción y allí los comensales pueden disfrutar de “Tasting Bar” localizado en calle Baldorioty. Además, los amantes de la sangría pueden adquirir su botella a través del portal de Sangaree.

“Nosotros queremos ampliar el mercado de Sangaree y llegar a todos los rincones de Puerto Rico. La sangría ha tenido una gran acogida y la sangría es fresca, no voy a sacrificar productos e ingredientes de calidad para extender la producción. La frescura para mí es lo más importante. Eso no se va a sacrificar nunca. Nuestra meta es llegar al área metropolitana”, puntualizó Torres Matías.