Jacob Soto Anaya y su familia se reinventaron en la aventura culinaria llamada Café y Cultura
Jacob Soto Anaya y su familia se reinventaron en la aventura culinaria llamada Café y Cultura
14 de junio de 2023 - 6:00 AM
Hace dos años, Jacob Soto Anaya decidió lanzarse a una aventura llamada Café y Cultura, un “coffee shop” ubicado en la calle Morse en Arroyo, desde donde levanta a su pueblo con el aroma del café y de las exquisitas crepas que destacan a su negocio.
Fue en el tiempo de encierro durante la pandemia del COVID-19, cuando el joven de 25 años comenzó a experimentar en la cocina hasta encontrar esa mezcla perfecta con la que confecciona hoy sus famosas crepas, los waffles y los pancakes que, junto al café, son los protagonistas del menú. “La verdad es que estaba aprendiendo a cocinar, no he cogido clases, pero siempre he sido persona de comerme unas tostadas francesas a las 3:00 de la mañana desde bien nene. Entonces nos fuimos por esa línea y nos metimos a muchas páginas de diferentes países de Latinoamérica a probar diferentes recetas. De todas esas recetas escogimos la más que nos gustó y la hice a mi manera hasta que nos salió la consistencia que queríamos y ahí nació nuestra receta”, comentó el joven emprendedor, quien abrió su negocio en el 2021 con la ayuda de su familia.
Entre sus creaciones más populares se destacan: La Crepleta, El Bucanero, Dulces Sueños, y también los Cultura Waffles, platos que son los más pedidos en su local. “Dulces Sueños son crepas de fruta, crema de avellana y un queso crema que hacemos aquí. La Crepleta es una crepa que viene con tres carnes: pollo, jamón y tocineta, además le ponemos papitas y mayo ketchup. Tenemos también El Bucanero que es un crêpe relleno de huevo frito o revuelto; si es revuelto, pueden añadirle vegetales, jamón y tocineta, además incluye dos quesos y aguacate. Y, los Cultura Waffles traen dos huevos fritos con tocineta y mayo ketchup”, explicó el chef.
El acompañamiento principal de estos platos es el café 100% boricua. “Nuestro café viene de Ciales, es Café Del Alba. Nosotros somos bien básicos en el café, pero nuestro producto está tan bien hecho que a todo el mundo le encanta. Tenemos sabores naturales como coco, caramelo, moca, vainilla, amaretto y avellana, pero nuestro café se puede tomar hasta sin azúcar”, aseguró el también barista, quien, además, ofrece servicio de barra de café en actividades privadas.
Sobre sus inicios, Soto Anaya destacó el rol de sus padres Marangely Anaya y Jacob Soto López, quienes le acompañan en esta aventura culinaria. “Mi familia tenía un cuido de niños aquí en Arroyo y por el COVID cerró. Entonces, nos reinventamos cocinando en casa. Me gustó cocinar en la pandemia (cuando estaba) aburrido y surgió la idea de un ‘coffee shop’ porque a papi le encanta el café y mami cogió unas clases de barismo por internet y decidimos, con lo poco que teníamos, buscar alternativas”, contó el arroyano, quien comenzó su negocio haciendo entregas desde su casa.
“Yo preparaba el café con una máquina pequeña, además de que vendía algunos platitos y de ahí me lancé a buscar un local y encontré esta casita antigua”, dijo del local que ubica frente al edificio de la Antigua Aduana Americana, cuya fachada y hermoso balcón son la excusa perfecta para el “coffee break”.
Quienes deseen visitar Café y Cultura pueden hacerlo de martes a viernes, de 7:00 a. m. a 2:00 p. m., y los sábados de 9:00 a. m. a 2:00 p. m.
Para más detalles pueden accesar su página de Facebook: Café y Cultura o llamar al 787-929-9169.
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