Viajar y probar el café que se cultiva alrededor del mundo, para -posteriormente- compartir la experiencia con los clientes de Blac Flamingo Coffee, en Culebra, es parte de la fórmula del éxito de los dueños del concepto, Ariel Vázquez Cotto y Natashia Artz López.

El matrimonio de boricuas regala a sus visitantes la experiencia de “viajar” a través de sus paladares, con la variedad de cafés que traen a su local.

“Nos gusta el café exótico y nos dedicamos a buscar los mejores cafés de cualquier parte del mundo. Si hay un café que hay allá, que es nuevo, yo trato de hacer lo posible de traerlo aquí para que la gente tenga la experiencia”, explicó el hombre de 39 años.

Los comerciantes han recibido en su establecimiento granos de Etiopía y de países en Latinoamérica como Colombia, Perú, Ecuador, Costa Rica y Guatemala.

“(Los clientes) vienen, abren la puerta y me dicen: ‘Ariel, ¿cuál es el café de hoy? ¿De dónde es el café?’. Y yo: ‘mira, hoy tenemos Guatemala, tenemos Etiopía’. Nosotros tenemos un café exclusivo que es un ‘blend’ de Etiopía-África con Guatemala”, contó Vázquez Cotto.

El culebrense aseguró que el truco de un buen café es que el primero te invite a la segunda taza. Ahí, dijo, es entonces cuando sabes que el café es bueno. “Yo tengo gente aquí que te beben dos o tres tazas en un ratito sentados ahí, y eso es lo que yo trato, de que la gente se sienta cómoda”, manifestó.

Durante 16 años, Vázquez Cotto y Artz López se aventuraron con el establecimiento de varios negocios, en Texas, incluidos una peluquería. Curiosamente, ninguno relacionado a la industria del café.

Sin embargo, su gusto por este grano y los lazos familiares que mantienen en la isla, los llevaron a dar un cambio drástico: mudarse a la “Isla Chiquita”.

“Mi abuelo falleció de 95 años, pero antes que falleciera yo vine de Estados Unidos y le prometí que iba a revivir la industria del café porque es algo que a nosotros dos nos gustaba. Pues, entonces, vinimos justamente después de María. Vendimos nuestro negocio y se abrió la puerta de Blac Flamingo en julio 2 de 2018″, contó el también estilista.

Desde que abrieron sus puertas hace cuatro años, el matrimonio ha tenido claro el objetivo de brindar una experiencia de primera, desde la atención personalizada con cada cliente hasta los ofrecimientos de productos frescos.

“Calidad siempre sobre cantidad. Preferimos tener una selección pequeña, pero ofrecer calidad”, dijo Artz López.

Además de la variedad de cafés internacionales disponibles, preparan bebidas refrescantes como los iced coffee de shakerato, mocha latte y espresso tonic; limonada de jengibre y limonada de fresa; y jugos de naranja y sábila.

Desayunos como avena, yogur, frutas frescas, pastry distribuido por El Horno de Pane, tostadas francesas, tostadas de aguacate, variedad de sándwiches como el chicken club, y el emparedado especial de la casa que lleva un toque único: la salsa secreta que por más de seis generaciones ha conservado la familia de Artz López.

El acogedor espacio ofrece un ambiente cómodo y relajado en la Isla Municipio.

“Nuestra meta es vender nuestro propio café. Se supone que el Blac Flamingo sea Blac Flamingo Coffee Roaster, pero con la pandemia todo cambió y fue Blac Flamingo Coffee. Pero estamos tratando de cultivar ese café que existe en Puerto Rico, pero que no le dan ese amor que merece. Queremos traer semilla de la mejor del mundo y sembrarla en Puerto Rico y crecer un buen producto. Es nuestra meta y lo vamos a lograr”, dijo el propietario sobre sus expectativas que espera cumplir en Jayuya, de donde es oriundo.

El local opera de jueves a lunes de 7:30 a.m. a 1:30 p.m. Se consigue en Facebook e Instagram como Blac Flamingo Coffee.