El barrio Vegas Arriba en Adjuntas alberga uno de los conceptos gastronómicos de mayor aceptación en la zona montañosa, pues contempla la magnitud del ser humano en su relación con la cultura y el medio ambiente.

Se trata de la pizzería artesanal El Campo es Leña, un lugar espectacular que contrasta con la sublime belleza del Bosque del Pueblo, en una experiencia que promete cautivar los cinco sentidos.

Allí se siente el esplendor del campo, a través de una oferta que invita a compartir en familia y, hacer patria, a través de una serie de elementos que se entremezclan con los olores y sabores de un producto hecho en un horno de ladrillo.

Su propietario, Elmer Luciano Arroyo, mejor conocido como Puffay, es un artesano de joyería en semilla, que quiso compartir el escenario que se observa desde su antiguo taller, construido sobre el techo de la casa de su madre.

El adjunteño se describe como “un jibarito importado”, pues llegó a la isla cuando tenía ocho años, procedente de Elizabeth, Nueva Jersey, a donde se crio con sus dos hermanos. Su interés por la artesanía surgió por una inquietud de alcanzar su libertad económica.

De ahí, nació Arte Puffay, “un taller de artesanía dedicado a promover la cultura, un lugar donde la gente pudiera hacer un ‘click’ y separarse de su día normal en un lugar diferente”.

“Decidí hacer piezas en semilla, como forma de respeto, porque vivo frente al Bosque del Pueblo y, era una protesta ante las minas y cambiar lo que era la joyería en metales por semilla. Pude crear (piezas) con el bambú y semillas como: camándulas, jacarandas, jaboncillo y otros elementos prestados por la naturaleza”, explicó el hijo de Samuel y Carmen.

Su trabajo mereció una mención honorífica de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) y, el primer premio en presentación de artesanía en la Feria de Plaza Las Américas de 2008, entre otros reconocimientos.

Para el 2013, “llega la necesidad y la evolución de la artesanía a El Campo es Leña. La gente visitaba mi taller, disfrutaba la pizza con una vista espectacular y fuimos complementando”.

“No fue una casualidad, sino una conspiración, donde mi hermano Sammy, que es el creador de la pizza, llega y había una necesidad económica. Queríamos evolucionar, pero el entorno era difícil, estabas en la montaña, la agricultura estaba ‘nice’, pero no nos dejaba la moneda”, relató el hombre de 43 años.

El nombre, según Puffay, “vino porque, antes, decías que ‘el campo es leña’ y era algo despectivo. Nosotros decidimos darle otra connotación y cuando la gente llegue a El Campo es Leña, se confunda. No es que no sirve, sino un paraíso”.

“De ahí viene el ‘boom’ de la leña. No sé si somos los pioneros con esto de las pizzas, pero fuimos natural, no había tiempo de contaminarse con la información de otros proyectos. Trabaja por lo tuyo y sale toda esta maravilla”, confesó el esposo de Jessica Carrero, con quien procreó una niña.

“Aquí vemos la belleza del Bosque del Pueblo, el Carso, el amanecer, la neblina, el clima de Adjuntas que es favorable. De todas esas cosas lindas, formé un paquete como un lugar que vengas, no simplemente a comerte una pizza (sino que sea) donde realmente te desconectes”, describió.

Una pizza para el pueblo

De acuerdo con el hombre de barba pronunciada, la propuesta culinaria “es una pizza para el pueblo con la mejor calidad, productos frescos y, de fácil adquisición para todo el mundo”.

“Todas nuestras pizzas son de tamaño mediano, 16 pulgadas y, la puedes ordenar a tu gusto. Tenemos ‘la leñosa’ que es como si fuera nuestra pizza suprema, con jamón, pepperoni, pimiento, tomate y diferentes ‘toppings’, por ejemplo, longaniza de don Nando (Naranjito)”, detalló.

“Tenemos los ‘toppings’ tradicionales, pero lo vas implementando al gusto. Tenemos la pizza veggie y la pizza con carnes, que puedes cambiar salsa blanca, roja, pesto o masa fina; lo puedes pedir al gusto. Estamos para satisfacer las necesidades de los clientes con sus gustos particulares, nos acomodamos”, resaltó.

Mientras que la coctelería es encabezada por ‘el leñazo’, un coctel confeccionado a base de ron blanco, yerbas medicinales y, frutas de temporada, entre estas parcha, china, guanábana, jobo, tamarindo y mandarina.

De hecho, el 40% de los productos son cosechados en una finca de siete cuerdas que perteneció al padre de Puffay.

“Tratamos de tener todas las frutas de temporada, a través del proyecto Traqueteando con Puffay, que es donde todos los agricultores traen sus productos a El campo es leña. Es otra economía donde tratamos de que, nuestros cocteles sean 100% natural. Si se acabó, se acabó”, reveló.

Cabe destacar que, la pizzería genera 22 empleos directos, además de los suplidores que se benefician de la operación. Igualmente, cuenta con mesas “para compartir” pues, se pueden acomodar infinidad de comensales a través de un espacio rústico, distribuido por toda la propiedad.

“El Campo es Leña es un lugar que la gente escoge para reunirse. Me encanta, por eso decoramos, poniendo detalles culturales. El doctor promete curar a todo el mundo, pero los artesanos, su juramento es sobre la cultura y nos ayuda a saber quiénes somos y de dónde venimos”, sostuvo.

Igualmente, poseen dos barras y la ‘Casita de Carmín’, “un quiosquito que lo trabaja mi mamá y mi tía. Ahí tenemos ‘picadera’ y frituras hechas al momento. Los domingos, tenemos el plato típico del día, como la carne frita con mofongo, sancocho, cuajito y los tallarines, que son unas pastas con gandules”.

“No es pagar por ir a comer, simplemente, es un amigo más en un lugar, dispuesto a desconectarse y pasar un buen fin de semana. Estoy en la burbuja de mi patria, de mi cultura, de mis panas. Nosotros nos dedicamos a vender ron y pizza, pero nuestra especialidad es regalar emociones”, concluyó.

Para detalles puede acceder a: El Campo es Leña en Facebook e Instagram.