7 de febrero de 2025 - 11:10 PM
San Juan - Por lo regular, la vida de todos los seres humanos está llena de oportunidades que se presentan cuando menos lo esperamos. Aprovechar esos momentos podría representar el inicio de una nueva etapa que, quizás, esa persona llevaba mucho tiempo preparándose para ella.
En el caso del chef Héctor Rosa, su trayecto profesional tanto en Puerto Rico como en España, lo prepararon para su nuevo rol como chef ejecutivo del restaurante español Barullo Taberna Española, localizado en el Distrito T-Mobile. Conocido en la isla por haber sido el propietario y chef de los reconocidos restaurantes Soda Estudio de Cocina y Latidos, ya desaparecidos, este puertorriqueño se ha dado a conocer también más recientemente por ser uno de los jueces dentro del programa “Súper Chef Celebrities” de Wapa TV.
“Trabajar en Barullo siempre fue algo que veía como posible y viable. Cuando hablamos de restaurantes españoles en Puerto Rico, tú tienes que hablar de Barullo”, explicó Rosa, natural de Bayamón. “Creo que es ahora mismo el único español genuino en Puerto Rico donde no servimos tostones y amarillos en nuestro menú, sino que tenemos un menú español genuino. Por eso, me pareció una oportunidad que no la podía dejar pasar. Así de sencillo. Por eso dije que sí”.
Aunque comenzó sus estudios en ingeniería mecánica en la Universidad Politécnica de Hato Rey, su vida dio un giro cuando empezó a trabajar como mesero en un restaurante de Bayamón. Fue allí donde descubrió su pasión por la cocina, lo que lo llevó a estudiar Artes Culinarias en la Universidad del Este, en Carolina (hoy día SUAGM). Desde temprano en su carrera, Rosa tuvo la oportunidad de trabajar con grandes referentes de la cocina, como el chef Roberto Treviño, pero su mayor influencia fue Emilio Figueroa, dueño de restaurantes como Parrot Club y Dragonfly. Figueroa, ya fallecido, le enseñó no solo la cocina, sino también la importancia de la atención al cliente y la gestión del personal en el restaurante. Gracias a esta experiencia, Rosa desarrolló una sólida comprensión del negocio y la cultura en los restaurantes, que luego aplicaría en sus propios proyectos.
En 2010, Rosa abrió su primer restaurante, Soda Estudio de Cocina, en Miramar, junto a su hermana Amanda Rosa. Este establecimiento se destacó por su enfoque innovador, ofreciendo menús dinámicos inspirados en diversas fusiones gastronómicas. Ocho años después, abrió el restaurante Latidos, también en Miramar, que se convirtió como uno de los referentes de la gastronomía y el entretenimiento en el área.
A pesar de los éxitos alcanzados, Rosa experimentó un desgaste emocional tras pasar por varios desafíos, como el huracán María, los terremotos y la pandemia. Después de cerrar sus restaurantes, decidió emprender un nuevo camino con el proyecto Keto Lógica, un negocio enfocado en crear platos dietéticos y que actualmente está en operaciones. Sin embargo, su pasión por la cocina revivió cuando empezó a realizar asesorías y “pop-ups” de Soda, lo que lo llevó a su actual colaboración con Barullo, donde sigue explorando nuevas oportunidades gastronómicas.
“Los menús de los restaurantes tienen que ser evolutivos y tienen que ir adaptándose a las situaciones y los tiempos. Nosotros vemos a diario lo que está ocurriendo a nivel internacional y tenemos que competir contra eso, no contra nosotros mismos”, destacó Rosa, quien viaja frecuentemente a España. ”Barullo tiene una buena base, con un buen menú. Simplemente, yo le voy a añadir mi experiencia con la comida española, integrando platos nuevos, revisando alguna de esas recetas y darle mucho amor. Barullo es un proyecto súper exitoso, donde vengo a aportar mi conocimiento, educar al personal y buscar evolucionar y maximizar lo que ya tenemos”.
Durante la etapa previa a abrir su restaurante Latidos, Rosa y su hermana decidieron ampliar sus conocimientos gastronómicos viajando a España, donde tuvo la oportunidad de realizar una práctica en el renombrado restaurante Casa Gerardo, en Gijón, que cuenta con una estrella Michelin. Allí, trabajó junto al reconocido chef Marcos Morán, lo que le permitió profundizar en los secretos de la alta cocina española, y conoció al chef Borja Susilla, jefe de cocina que más tarde se convertiría en una figura clave en su vida.
El tiempo que pasó con Susilla, primero en Casa Gerardo y luego en el restaurante Tula en Alicante, que también tiene una estrella Michelin, marcó un punto de inflexión en la cocina del chef Rosa. Durante este período, aprendió la técnica detrás de la paella y los arroces, comprendiendo la importancia de los ingredientes y los caldos, lo que le permitió reinterpretar platos tradicionales con un toque más personal. La influencia de la cocina española se consolidó en su trabajo, al integrar productos españoles de alta calidad, como el cerdo ibérico, y técnicas innovadoras que fusionaban lo español con otras cocinas, transformando su estilo culinario hacia una propuesta más española que puertorriqueña.
El “menú de estreno” del chef Rosa, por decirlo de alguna manera, se podrá apreciar durante una cena especial que se llevará a cabo los días 13, 14 y 15 de febrero, coincidiendo con el Día de San Valentín, en el restaurante Barullo. Según Rosa, los cursos que se ofrecerán en esta cena especial podrían dar una visión a futuro de cómo se podría comportar el menú del restaurante Barullo en un futuro.
Para el día de los enamorados, se diseñó un menú de degustación exclusivo con dos opciones principales: mar y carne. Estos cursos no se podrán combinar. El menú comienza con un entrante sorpresa. Luego, en el primer curso, los comensales comerán un ceviche de vieiras y curbina con leche de tigre y crema de pil pil, o un tartar de carne Wagyu con jamón ibérico y yema curada sobre pan brioche tostado.
El segundo curso será común para ambos menús: una croqueta de “short rib” con salsa demi-glace y salsa brava para un toque picante. Luego, los comensales se dividirán nuevamente, por lo que aquellos que seleccionar ‘mar’, se ofrecerá gambas a la parrilla con salsa de curry y yogur con menta, mientras que el lado de ‘carne’ presentará un bikini de tonkatsu con pluma ibérica, salsa de soya y pan tostado con queso manchego. Para el curso principal, los comensales disfrutarán de un rodaballo confitado en aceite de hierbas con salsa de albahaca, ñoquis y trufa, o un solomillo con pimentón, bechamel de azafrán y mole de chocolate español.
Finalmente, el menú concluirá con un postre para compartir, que podrá ser un soufflé clásico de chocolate con helado o un flan de turrón, ambos presentados de manera innovadora. Además, el menú se maridará con vinos seleccionados de la casa distribuidora Toma!, cuidadosamente elegidos para complementar los sabores de cada plato.
“Con este menú, quiero complacer los paladares de los amantes de la comida, pero también que los comensales puedan conocer quién es el chef Rosa y este restaurante que es tan espectacular”, añadió el puertorriqueño. “Es bien difícil conseguir ese día un restaurante más lindo y chulo como este, donde quieres impresionar a tu pareja, y que además ofrezca un ambiente único desde que lleguen, un servicio a otro nivel y con un menú al que apuesto que les gustará mucho”.
La cena, disponible por bloques de horas a partir de las 4:00 p.m., tiene un costo de $125 por persona y se puede reservar a través de Open Table.
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