Darse la vuelta por el casco urbano de Santa Isabel y no hacer la parada en La Fonda de Angelo, es perderse una rica experiencia culinaria en un ambiente muy acogedor.

A diario, una peculiar pizarra anuncia –dentro del restaurante- los platos que servirán a la mesa. Y, es que el propietario del concepto, inaugurado en el 1992, Ángel Luis “Angelo” Ortiz Vázquez, varía los ofrecimientos del negocio, aunque también tiene determinadas recetas fijas por días.

Por ejemplo, los martes, encontrará guanimes, bacalao guisado y ensalada de bacalao; miércoles, ensalada de pollo; jueves, variedad de pastas; viernes, arroz con jueyes, salmorejo de jueyes y asopao de langosta; y sábados, patitas con garbanzo.

A esa oferta, se suman –dependiendo el día- las costillas, bistec, chuletas ahumadas, pechuga encebollada, fricasé de ternera, arroz blanco y con gandules, carne guisada, corned beef y lasaña, entre muchos otros alimentos de la comida boricua que cocina con mucho cariño. Además, el concepto ofrece una variedad de vinos, así como, cervezas y sangrías locales.

“Empecé pobre. No tenía dinero, pero tenía buenos amigos”, aseguró Angelo, quien se estrenó en la industria gastronómica cuando, a sus 13 años, comenzó a trabajar en la fonda de una vecina en Coamo.

El propietario contó que, al cumplir 19 años, se graduó de un curso de mozo, pero su curiosidad lo llevó a trabajar en diversas posiciones en restaurantes de alta cocina internacional.

Aprendió a hacer coctelería, catas de vinos y cocinar platos europeos.

Pero, un día, luego de más de 15 años trabajando en restaurantes, tomó la decisión de abandonar la alta cocina y dedicarse a lo que verdaderamente disfrutaba, la comida criolla.

“Me voy a quitar de la elegancia. ‘¿Cómo va a ser, Angelo?’ ‘Angelo, pero ¿cómo tú te vas a meter a una fonda?’ (le preguntaban sus allegados). ‘Yo quiero una fonda’”, recordó el chef sobre el momento en que determinó dar el paso.

Convencido de su decisión, Angelo asumió el reto de comenzar desde cero apostando a su deseo de mantener viva la tradición culinaria puertorriqueña.

“No me querían dar el permiso de fonda, porque eso ya ni existía”, destacó Angelo, quien le ha cocinado a grandes figuras como Benicio del Toro y la jueza del Tribunal Supremo Federal, Sonia Sotomayor.

Y transcurridos 30 años de aquella decisión, Angelo asegura que su mayor reto fue lograr comprar el local. “Lo hice, lo pagué, y fue mi satisfacción”, dijo con orgullo el propietario, de 69 años.

Dentro de sus planes no está retirarse. Angelo aseguró que seguirá cocinando y atendiendo al público como lo ha hecho todos estos años.

La Fonda de Angelo, localizada en la calle Betances #6, en Santa Isabel, opera de martes a viernes de 11:00 a.m. a 6:00 p.m. y los sábados de 12:00 p.m. a 6:00 p.m. Pueden contactarlos a través de Facebook e Instagram como La Fonda de Angelo o llamando al 787-845-2886.