El casco urbano de Juana Díaz se impregna de suculentos olores cuando prende La Cocina de Jannellys, un reconocido restaurante familiar ubicado en una casona antigua que data del siglo 19. Su especialidad es la gastronomía criolla e internacional, desplegada en un variado menú con más de 40 opciones que prometen dejar huella en el paladar de sus comensales.

Allí han llegado reconocidas personalidades como Ana María Canseco, Rubén Berríos, Braulio Castillo padre, Antonio Cabán Vale, Victoria Sanabria, Carlos Correa y, Tito Trinidad, entre otros, que han probado la sazón de esta concurrida cocina, propiedad de doña María Meléndez y su esposo Víctor Zayas.

El acogedor espacio -que aún conserva sus paredes en mampostería- es custodio de la obra de artistas plásticos y artesanos juanadinos, a quienes se les brinda el lugar para que expongan sus respectivos trabajos, sin cobrarles ningún estipendio.

La operación es atendida por cerca de 20 empleados, incluyendo la familia Zayas Meléndez. De hecho, el sabor único de sus platos es creado por doña María. ”Es cocina criolla e internacional. Durante la semana hacemos almuerzos típicos, como chicharrones, carne frita o guanimos con bacalao. Pero por la noche y fines de semana, nos enfocamos en comida más formal, como langosta, carnes a la parrilla que, también está disponible todo el día”, manifestó su hijo Manuel Alejandro Boglio Meléndez.

”El menú tiene 40 platos, desde carnes a la parrilla como churrasco, filete miñón, sirloin y el ribeye. El churrasco a la parrilla en salsa de zetas es uno de los favoritos. Igual que el arroz mamposteado con el toque de mami; es lo que a la gente le gusta”, aseguró el pastor y escritor de 37 años. Otra de sus especialidades es la langosta a la Jannella, “que es una langosta entera o rabo de langosta con mofongo de yuca, rellena de salmorejo de jueyes”.

”Tenemos otros mariscos y pulpo cuando se consiguen, camarones, mariscada y mofongo relleno de todas clases. También está la pechuga rellena de chorizo y amarillos y contamos con opciones para niños como chicharrones y carne frita”, esbozó.

Para los fines de semana, según doña María “tiro tres menús diferentes con arroz con jueyes del país, paella y ostras. Diría que nuestros tres platos son la langosta, churrasco, especialmente el mofongo de churrasco y el arroz mampostea’o”. En cuanto a los aperitivos, “todo es hecho acá”.

”Tenemos sorullos, empanadillas de jueyes, de pollo o carne y las baby alcapurrias. Igual, la sopa del día, como de apio, calabaza y, yautía, entre otras. Hacemos aperitivos para grupos que le llamamos ranchero que trae un poco de todo: chicharrones, mozarella, empanadilas, carne frita, entre otros”, sostuvo Boglio. Los postres también tienen la mano de doña María y, entre las opciones “hay flanes de queso, guayaba, budín relleno de guayaba, cheesecake frito con helado, dulce de papaya con queso del país”.

Asimismo, cuentan con variada coctelería, aunque admiten que no es su especialidad. Eso sí, “hacemos nuestras sangrías”.

La idea de este restaurante surgió tras el sueño de Jannellys, su hija menor, cuando vivían en los Estados Unidos. ”Ella tenía unos cuatro años cuando nos contó sobre un sueño que tuvo de una cocina en un árbol. Nosotros decidimos cumplirle su sueño y de ahí nace La Cocina de Jannellys”, recordó la fémina de 61 años. El concepto se ejecutó al regresar a su natal Juana Díaz para el año 2000, ya que María tenía experiencia en la cocina a través del negocio de su fenecido padre con quien trabajó por muchos años.

No obstante, la estructura se hizo debajo de un árbol de mangó que estaba en el patio de la casa de sus suegros en el sector Piedra Aguza. Luego, ocuparon otros establecimientos hasta llegar a la casa de sus sueños a donde llevan cerca de seis años. El lugar acomoda hasta 250 personas en cuatro salones.

”En uno de los salones caben 100 personas; se hacen bodas, quinceañeros, aniversarios, reuniones de matrimonios, de todo. El salón principal donde está la barra se sirve almuerzo. Por las noches y fines de semana se renta. El área del café es para grupos de 20 que quieren estar privado con la decoración que quieran”, detalló Meléndez.

”En el salón de atrás caben hasta 60 personas y, mayormente se usa para grupos familiares. La ventaja que tiene es que la música que se pone en un lado, no se escucha en el otro, por el tipo de estructura porque son 30 pulgadas de grosor en las paredes”, resaltó.

Finalmente, Manuel Alejandro destacó que, “nosotros nos consideramos juanadinos y quisiéramos que este negocio dejara un legado para este pueblo”.

Para detalles puede acceder a: La Cocina de Jannellys en Facebook e Instagram.