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Sabrosa la oferta culinaria en la Casona de Artemio

El restaurante ubica en una estructura antigua edificada hace más de 150 años

2 de junio de 2023 - 6:00 AM

Nota de archivo
Esta historia fue publicada hace más de 1 año.
Artemio Valentín Figueroa, propietario de La Casona de Artemio. (Isabel Ferré Sadurní)

Hace más de tres décadas que Artemio Valentín Figueroa desistió de ir a la universidad para salvar la finca de su padre, quien quería retirarse del negocio, ubicado en el sector La Palma en Las Marías, y con el que mantuvo a su numerosa familia a través de la agricultura y el beneficiado de café.

Sin embargo, al llevar las riendas del lugar donde creció y trabajó con sus otros cuatro hermanos, entendió los sinsabores de levantar una empresa expuesta a los embates de la naturaleza y de la economía, pero el reto no lo derrumbó.

Fue entonces cuando Valentín Figueroa y su esposa María del Rosario vieron la oportunidad de crear una torrefacción con su propia marca de café La Casona y, más adelante, un destino agroturístico y el restaurante La Casona de Artemio, donde se convirtió en experto de la gastronomía puertorriqueña.

“Empezamos con la marca, poco a poco, a vender a comerciantes pequeños. Pero las ventas bajaron y decidimos entrar al agroturismo (durante la primera década del 2000). Estuvimos muchos años recibiendo al turista de afuera y locales. Pero terminaban los tours, compraban café y preguntaban a dónde iban a comer. No había nada”, recordó el hijo de Artemio y Socorro.

“Mi esposa dijo que teníamos finca, beneficiador, torrefactor, agroturismo, y decidimos entrar en la comida. De ahí nació La Casona de Artemio. Abrimos el restaurante para hacer todas las facetas. Recibíamos a los turistas, dábamos el tour por la finca, les enseñábamos el beneficiador de café, el proceso del café, llegaban, tomaban su café y comían comidas criollas”, relató el hombre de 51 años.

Surtido de frituras.
Surtido de frituras. (Isabel Ferré Sadurní)

El restaurante abrió el 13 de marzo de 2013 con un menú que contenía cuatro platos, entre estos, pechuga y masitas de pollo.

Allí llegaban con los visitantes, luego de un recorrido por la finca que antes tenía 134 cuerdas con siembras de café, china y plátano. No obstante, tuvieron que detener los tours tras el desastre ocasionado por el huracán María.

“Yo siempre he cocinado y hasta le enseñé a uno de mis hijos que es ahora quien me ayuda. La gente nos conoce por la comida criolla, pero hacemos churrasco, mamposteao a mi forma, filete de chillo, camarones en salsa casona y también hacemos carne frita y mofongo relleno”, detalló al señalar que la carta del restaurante tiene cerca de 15 platos.

“También creamos el ‘tostonburger’, que es plátano tipo tostón grande, lo rellenamos con churrasco, carne de res, pechuga o chillo. Hicimos el Teyo, así le decían a mi papa, que es un hamburger de 10 onzas de carne; le echamos tocineta, cebolla, queso blanco, mozarella, suizo, lechuga y tomate. Hacemos habichuelas guisadas, arroz blanco y una ensalada que se mezcla con berro”, sostuvo.

Otra de las especialidades es el ‘panaburger’, una hamburguesa hecha a base de panapén con cebollas salteadas, queso suizo, lechuga, tomate, chimichurri y pico de gallo, entre otros ingredientes.

Según Valentín Figueroa, la operación del restaurante genera 11 empleos, mientras que en la finca trabajan cuatro personas.

Churrasco acompañado de mofongo.
Churrasco acompañado de mofongo. (Isabel Ferré Sadurní)

Al preguntarle sobre el plato preferido de sus comensales, Valentín Figueroa aseguró que “aquí se vende todo. Hay fines de semana que se venden hasta 30 (chuletas) can-can, en dos días. Otros se vende churrasco o el Teyo”.

Igualmente, los postres son confeccionados por el marieño, entre estos, bizcocho de china o café, así como flanes de china, café, calabaza y una tarta de queso tipo española. Y por supuesto, otro de los favoritos es el café La Casona en sus distintas variedades.

Casona repleta de historia

La casona, que alberga el restaurante de Artemio, es una estructura antigua que fue edificada hace más de 150 años. De esa construcción original, “solo queda el esqueleto del piso, esas tablas son de los árboles de la finca”.

El nombre original es Hacienda Palma Escrita, propiedad de la familia Roché a finales del siglo 19 y principios del siglo 20.

“Este punto era un colmado. Era un punto que todo el que venía de los barrios, paraban aquí con sus caballos. Aquí comían, descansaban los caballos y luego, se iban a los muelles de Mayagüez a llevar los productos de las fincas. Se tardaban cinco o seis días en bajar y subir”, contó.

La Casona de Artemio está ubicado en el sector La Palma, en Las Marías.
La Casona de Artemio está ubicado en el sector La Palma, en Las Marías. (Isabel Ferré Sadurní)

Planes futuros

A pesar del sacrificio de mantener la operación de la finca y el restaurante, Valentín Figueroa reveló que tiene “planes de mudar la torrefacción para ampliar el restaurante terraza abierta, para que la gente vaya y tenga la vista de la finca. Actualmente tenemos capacidad para 50 personas”.

Además, no descarta reiniciar los recorridos por el espacio de unas 44 cuerdas de terreno y otra finca de 38 cuerdas, donde continúan con el cultivo de café, plátano y china.

Para detalles puede accesar en.prcafelacasona.com o llamar al 787-210-8252.

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