Justo cuando se desató la emergencia provocada por el coronavirus en el país, en el 2020, el chef Edgardo Maldonado Cruz decidió emprender y dar paso a la preparación de diferentes platos desde la comodidad de su hogar.

Sus creaciones culinarias las vendía los domingos, una práctica que se convirtió entonces en su principal fuente de ingresos. Sin embargo, el movimiento y la aceptación de clientes fue tal que, ese mismo año decidió arriesgarse e invertir sus ahorros en un restaurante. Para algunos la idea resultó descabellada, pero así surgió Mesa y Campo, en su natal Villalba.

“Yo estaba sin empleo, mi esposa también y surgió la oportunidad. Con unos ahorros y unos chavitos que conseguimos, como uno dice por ahí. Ahora mismo uno a veces ni se lo cree por el apoyo que hemos recibido de la gente. Porque me decían, ‘estás loco, cómo vas a abrir un restaurante en plena pandemia’”, contó el hombre de 33 años.

Las oportunidades se fueron dando a su favor y ya en agosto de ese año había abierto el establecimiento.

“Siempre quise tener un restaurante y surgió la oportunidad de este local. La persona que estaba no quiso seguir en la pandemia, y yo hablé con el dueño y lo alquilé, y abrimos”, dijo el comerciante.

Bajo el concepto que fusiona la comida criolla con elementos modernos, Edgardo aprovecha las cosechas locales, de agricultores y comerciantes boricuas, y las lleva del campo a la mesa.

“Aquí me destaco mucho porque todas las semanas hago platos diferentes. Traigo platos fuera del menú con lo que consigo. Por ejemplo, ‘mira, conseguí un ñame lila’. Me traen y yo hago ñame lila en escabeche o algo así”, explicó.

Viandas, plátanos, cilantro, recao, germinados, jugos naturales y calabaza forman parte de la variedad de productos de comercios locales a quienes apoya.

Según Edgardo, en Mesa y Campo se distinguen por “la calidad de los productos, la variedad en el menú y la innovación semanal en los platos”. La acogida que ha tenido durante el pasado año y nueve meses, confirman la calidad del servicio y la gastronomía.

En su menú tiene platos fijos y otros fuera de la carta que dependen de la cosecha del día, por lo que recomienda preguntar por los nuevos ofrecimientos con productos frescos.

Dentro de la carta los aperitivos incluyen el queso fundido con chips de batatas y las setas rellenas de prosciutto manchego con salsa de tamarindo.

Los platos principales favoritos de los comensales son el Churrasco Mesa, un churrasco relleno de risotto de chorizo en salsa de tamarindo y vino tinto; el Filete Doña Elba, filete mignon de res salteado en mantequilla a la francesa y tostones; Mar y Campo, ribeye y camarones salteados en crema de parmesano y ajo; y la pasta Mar y Tierra, pasta fetuccini en cremosa salsa de ajo con camarones y churrasco.

En cuanto a las bebidas, ofrece variedad de jugos naturales, mojitos, sangrías, margaritas, tom collins, amaretto sour y Palo Campo, la bebida de la casa. Su postre más famoso es la cremosa y deliciosa tarta de queso.

“Lo más que me gusta es llevarle la comida al cliente. Hacer feliz a la gente con la comida. Que a la gente le guste, enseñarles los productos, lo que uno usa, ayudar al comercio local acá”, dijo Edgardo, orgulloso de haber logrado comprar, recientemente, el local donde comenzó su restaurante.

Mesa y Campo, localizado en la carretera 151, kilómetro 2.3 del barrio El Pino, Villalba, opera miércoles y jueves de 3:00 p.m. a 9:00 p.m.; viernes y sábados de 12:00 p.m. a 9:00 p.m. y los últimos domingos del mes. Los consiguen a través de las redes sociales como Mesa y Campo o llamando al 787-519-0437.