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Un menú sorpresa en El Distinto y Diferente

Leslie Margarita Vanga Muñiz convierte en arte la cocina en este “food truck”

3 de noviembre de 2023 - 11:40 PM

Nota de archivo
Esta historia fue publicada hace más de 1 año.
Leslie Margarita Vanga Muñiz es la cocinera que sorprende con el cambio de menú cada día en el carretón El Distinto y Diferente. (Isabel Ferre Sadurni Photography)

Aunque Florida es el segundo pueblo más pequeño de la isla, seguido de Cataño, su oferta culinaria es extensa, variada y sabrosa, con unos 23 negocios que complacen el paladar de locales y visitantes.

Allí encontrará alternativas de la cocina criolla en todas sus dimensiones, ya sea un establecimiento fijo o sobre ruedas, con exquisitas opciones que van desde la tradicional panadería hasta la experiencia del restaurante familiar.

Uno de estos espacios es El Distinto y Diferente, un ‘food truck’ ubicado a orillas de la carretera PR-140, propiedad de Leslie Margarita Vanga Muñiz de 51 años.

La mujer, que tiene seis hijos y 10 nietos, se ha caracterizado por presentar una oferta de comida puertorriqueña con sabor a campo, desde el carretón a donde inició operaciones hace tres años.

Hay un menú distinto todo el tiempo, lo único que se repite es el cuajito, mondongo y las frituras de mariscos, entre estas, empanadillas de jueyes, camarones, pulpo, mixtas, cangrejo y dorado. Todo es hecho aquí”, sostuvo la hija de Isabel y Ángel.

Entre las alternativas para almuerzo, la florideña sorprende a sus comensales con un menú variado que puede contener “arroz blanco con tocino, biftec encebollado, ensalada verde, tostones y aguacate”.

Igualmente, “encuentras la ensalada de mariscos, cuajito y empanadillas, y puede ser que ese día tenga arroz mamposteado, o arroz con habichuelas blancas y patita de cerdo o arroz blanco y pollo guisado con ensalada y tostones, entre otros”.

“Me gusta sorprender a mi clientela. Por ejemplo, algunos sábados hago sopas de pollo o asopao de camarones. Los domingos puede encontrar arroz con jueyes o mariscada, amarillos, ensalada de papa, coditos, ternera guisada, conejo o cabrito en fricasé. Es un menú criollo como cocinan en el campo”, sostuvo.

Su sazón fue heredada de su abuela materna Margot García con quien comenzó a cocinar desde muy joven. De hecho, luego de intentar echar hacia adelante otros negocios, entre estos, la elaboración de pinchos y hamburguesas en Manatí, logró conseguir el carretón que se convirtió en el medio para ganarse la vida.

Según Leslie, “mi deseo es expandir el negocio en el mismo lugar donde está, pero colocando más hamacas, para que el cliente se sienta como en su casa”.

Cambia los guantes de boxeo por la cocina

Desde niño, Carlos Luis Morales Rivera quiso seguir los pasos de su padre, Carlos Enrique Morales quien se desempeñaba como boxeador profesional.

De esa manera, se ponía los guantes para practicar diariamente y acompañaba a su padre a correr en las mañanas. Así representó a su natal Florida, en distintos eventos deportivos alrededor de la isla.

Los hermanos Daniel Oscar y Carlos Luis Morales Rivera aseguran que la receta del éxito es el amor con el que preparan cada pizza.
Los hermanos Daniel Oscar y Carlos Luis Morales Rivera aseguran que la receta del éxito es el amor con el que preparan cada pizza. (Isabel Ferre Sadurni Photography)

No obstante, al culminar la escuela superior, Carlitos decidió trabajar en el supermercado del pueblo, a donde aprendió a elaborar pizzas, desde la masa, la salsa y todo lo que conlleva la preparación del popular manjar. Pero su sueño era tener su propia pizzería.

“Yo antes boxeaba, pero después no tenía mucho ‘break’ porque tenía que ir a trabajar. Entonces, dejé el boxeo y entré a trabajar de lleno y no seguí en la universidad. Estaba bregando todo el tiempo en el trabajo”, relató el comerciante de 41 años.

Así fue guardando un poco del dinero que ganaba y, aunque le gustaba el lugar donde trabajaba, un incendio consumió la estructura. Fue entonces que, Carlos Luis buscó otras alternativas en el mismo campo, hasta que por fin logró abrir su carretón en 2008.

Se trata de Carlito’s Pizza, una pizzería sobre ruedas ubicada en una esquina de la avenida Heriberto González. El espacio exterior cuenta con capacidad para sentar a 30 personas, principalmente familias que llegan desde distintos lugares para saborear el producto.

“Aquí tenemos pedazos de pizza, palitroques, pizzas grandes o medianas y calzone. Entre los ingredientes que trabajamos está el pepperoni, pollo, tocineta, salchicha, jamón, pimiento y cebolla”, enumeró.

Al preguntarle el secreto de su pizza, Morales exclamó: “Será el amor que le metemos a eso y Dios que me ayuda”.

“Mi meta es establecer un negocito más grande. Me gustaría meter una variedad de ingredientes adicionales. Quiero expandirlo, traer mejores equipos y neveras más grandes”, concluyó.

La ruta gastronómica

Otros establecimientos de comida promovidos por el Museo Invisible son: Tertulias Bistro Café, El Paseíto Encantado Yaya’s Sweet, Lechonera Ríos, Dulce Masa, Pagán Bakery, El Papalote Potato’s, Norwill Pizza y El Patacón.

Igualmente, están: Downtown Pizza, Antojitos Mexicanos, Oli Pinchos, Cafetería Junior, Punzón, Exotic Frappé, Kairos BBQ, Barek Burguers, Gill de los Monchie’s, Sabores, Machos Pinchos Sport Bar, CoquiMex y Simply Blessed Food Truck.

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