Anna Di Marco es una apasionada de su trabajo y diariamente dedica largas horas a ofrecer tratamiento y ayuda a mujeres pacientes de cáncer. Aunque ama lo que hace y considera que es una de las grandes misiones de su vida, también adora llegar a su casa en la noche para recargar energía y compartir con su familia. Por eso, prefiere mantener cerrado con llave ese espacio en el que cohabitan sus gustos, pasiones y sentimientos.