Durante siglos, desde la antigua Roma y Grecia, las barricas de roble han sido cruciales para la producción, la transportación y el almacenamiento del vino. Sin embargo, con el tiempo se descubrió que estas barricas también afectaban significativamente la calidad y el sabor del vino, lo que llevó a que fueran incluidas en el proceso de vinificación. Así que, las barricas de roble han sido una parte importante en la evolución de la tradición vinícola en el Viejo Mundo, y me refiero a áreas de Europa que producen vino como Francia, Italia y España.