Como mujer pionera de la gastroenterología en Puerto Rico, la doctora Esther A. Torres asegura que son muchos los proyectos que aún le quedan por hacer. A sus 75 años, le sobra la energía y prevalece en ella un hambre impetuosa para ir tras lo que cree, sueña y ha trabajado a lo largo de su prolífica vida.
Su compromiso en transformar vidas ha sido inquebrantable, siendo el liderazgo una de sus grandes virtudes. Aunque su encomiable gesta habla por sí sola, aún los reconocimientos la sorprenden y con humildad los abraza en agradecimiento, como lo fue uno de los más recientes, al haber sido destacada en el Mes de la Herencia Hispana, celebrado en septiembre, por el Colegio Americano de Gastroenterología para resaltar su trayectoria y su impacto al dejar una huella profunda en el tratamiento de las enfermedades inflamatorias del intestino (EII) tanto en Puerto Rico como a nivel internacional.
“Fue una sorpresa inesperada y bien chévere, porque fui reconocida junto a dos colegas de prestigio a nivel de Estados Unidos. Los reconocimientos me sorprenden y los agradezco increíblemente, porque validan todas estas metas que yo me he ido trazando y lo que ha sido mi misión, que ha tenido efectividad y no solo ha alcanzado a personas dentro de la medicina, sino a poblaciones, porque hay algunas cosas que son de impacto a la comunidad completa. Es como ‘Wow’, pero yo quiero seguir, falta por hacer, seguir abriendo caminos y haciendo cosas”, expresó la catedrática emérita en la Escuela de Medicina del Recinto de Ciencias Médicas, donde dirige el Centro para las Enfermedades Inflamatorias del Intestino y la Unidad de Investigación en Gastroenterología.
Sus ejecutorias y aportación a la industria de la salud durante este año, como directora médica de LifeLink de Puerto Rico, la llevó además a ser elegida como una de las Mujeres Destacadas en Salud 2024, otorgado por la Asociación de Hospitales de Puerto Rico, en la categoría Impacto en la Comunidad.
Y es que más que una profesión, a la doctora Torres lo que le mueve es su vocación y la pasión, que la lleva a desenvolverse dentro de una rama completa, que incluye desde atender pacientes, educar nuevos profesionales de salud, hasta ser mentora, trabajar en pro de la comunidad, innovar y ser investigadora clínica a través de muchos años, entre otros roles, que no solo la llenan de grandes satisfacciones, sino que le han valido del respeto y admiración de muchos.
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“Me he dedicado toda la vida a la educación médica, desde que me gradué de mi especialidad. Es bien gratificante porque tú ves cómo crecen, se convierten en profesionales de salud exitosos, o cuando siendo residentes, le hiciste una mentoría y le diste un modelaje, para luego verlos llegar a unas posiciones de liderazgo; eso es extremadamente satisfactorio. Verlos que lleguen ahí ese es el premio. La misma sensación ocurre cuando veo los resultados de las investigaciones al fomentar la investigación interdisciplinaria, que hoy en día es esencial, pero que es un concepto relativamente reciente, donde prevalece el modelaje y el trabajo en equipo, que es cómo la vida se debe hacer. Todas esas cosas son mi vida diaria, lo que me da mucha satisfacción y mucha energía”, aseguró la mentora de cientos de estudiantes y residentes y 20 fellows de investigación.
La también presidenta y fundadora de la Fundación Esther A. Torres pro Enfermedades Inflamatorias del Intestino (FEAT) desde hace 13 años, se suma otro logro profesional cuando en las pasadas semanas fue invitada a formar parte de la creación de un registro a nivel mundial acerca de las enfermedades inflamatorias de intestinos.
“Ese es un proyecto de investigación grande que yo llevo en Ciencias Médicas, que está desde el 1995. Aunque Puerto Rico es chiquitito y no estamos en los radales del resto del mundo, sacamos la información que es de nosotros y que es importante. Así que, el que me inviten, representando a mi institución, la Universidad de Puerto Rico (UPR), y el registro que llevamos allí, a ser parte de esta iniciativa global, fue otra cosa que me dejó sorprendida. Después del shock y el estrés de pensar en algo tan grande como eso, afirmé, agradecí y comuniqué que es un honor y estoy encantada de que esta islita sea parte del mundo. Esto tiene un impacto grande porque pone las estadísticas y la descripción de estas enfermedades a nivel de diferentes países en el mundo, en un solo recurso de datos”, explicó.
Estímulo en su carrera
Su carrera no ha estado exenta de retos, siendo su mayor desafío dentro del ámbito académico fuera de Puerto Rico, cuando debía reunirse con el grupo de jefes de departamento de medicina interna de las escuelas de medicina de Estados Unidos, dominado por hombres.
“El reto más grande, y esto es una interpretación personal, ha sido el estar en una posición donde hay muy pocas mujeres y sentir que no todo el mundo valora tu presencia y tu opinión en igualdad al grupo entero. Cuando yo empecé, fui la primera mujer directora de departamento en la Escuela de Medicina de la UPR, y cada escuela es parte de ese grupo de jefes. En ese momento eran 125 escuelas de medicina, o sea, 125 miembros, y de esos solo tres éramos mujeres. Uno llegaba allí y sentía que aquello era como un ‘boys club’, fue intimidante y no fue fácil, pero una lo brega y la clave para bregarlo es, demostrar que ‘yo puedo hacer esto tan bién como tú o mejor”, compartió.
“Lo difícil lo hacemos hoy. Lo imposible lo hacemos mañana ”
Sin embargo, a la doctora Torres le complace que en el presente haya una plétora de mujeres en todas las disciplinas en la Escuela de Medicina, y que también han llegado a posiciones de liderazgo a nivel nacional. Una cultura de puertas abiertas le ha caracterizado, para toda aquella persona que le necesite, ayudarle a alivianar su camino y darles un impulso que les estimule, con un simple: ‘tú puedes hacerlo’, así como lo hicieron con ella.
“Es de mucha satisfacción para mí, porque conmigo lo hicieron, pero lo hicieron varones, porque no había mujeres en esa época. Toda la vida viví agradecida de unos mentores que tuve, varones que me trataron y me decían: ‘tú puedes’ y ‘tú eres la mejor’, y me hicieron creer que todo se podía y se pudo. Así que el tener la ventaja de que una mujer que haya hecho eso, pueda ser tu mentora, tu aliada, tu consejera, tu amiga, entonces es más fácil todavía”, destacó.
Invaluable legado
En su afán por continuar innovando, señala que queda mucho por hacer dentro del campo de investigación, así como en lo que respecta a su labor en la comunidad, que impacta a los pacientes con enfermedad de Crohn o colitis ulcerosa, que todavía tienen dificultad en acceso a servicios médicos, a acomodos razonables en el trabajo y en la escuela, y a los costosos medicamentos. Por tanto, reitera que sigue firme en su labor de seguir educando y creando conciencia, para que eventualmente se haga política pública para poder conseguir trato igual que aquellos que padecen de otras condiciones médicas, como parte del legado que desea dejar.
“Estamos desarrollando proyectos nuevos, que son importantes para Puerto Rico, y quisiera tener unos años más de verlos llegar a su meta y poder dejárselos a alguien que los siga, porque algunos son proyectos que no terminan. Lo segundo es que, desde el punto de vista de mi labor en la comunidad, que es importante para la población de pacientes con enfermedades inflamatorias de intestinos, hay mucho campo que caminar todavía. No hay una conciencia en el público general ni a nivel de política pública de estas condiciones, que no tienen cura y les cambia la vida, en algunos casos pueden ser incapacitantes”, señaló.
Tres claves para el éxito de una mujer
- Persistencia
- Resiliencia
- Autoestima: “Sí, yo puedo; sí, yo soy buena”.
Asimismo, resaltó que uno de los proyectos que quisiera lograr es que entre en vigor una tarjeta de identificación para los pacientes, que se la da el gastroenterólogo, basada en la ley ADA, con la que se permita un acceso rápido al baño a esos pacientes.
“No hay una ley en Puerto Rico para esto y quisiéramos que lo hubiera porque hay estados en que lo hay. Que el paciente que padece de tal condición tenga una identificación para un acceso rápido al baño. La idea es que si tú estás, por ejemplo, en un negocio pequeño donde los baños son solamente para los empleados y allí tienes una urgencia, no tengas que ir hasta el otro extremo del amplio lugar a buscar unos baños. Llevamos tiempo tratando de llevar este mensaje y yo sueño que algún día, antes de que yo me retire de todo, logremos que sea ley en Puerto Rico, pero hay que empezar de nuevo porque se llegó a redactar un proyecto, pero nunca pasó nada. Ahora con Legislatura nueva, empezamos de cero de nuevo”, amplió.