

26 de abril de 2025 - 2:49 PM
Este sábado 26 de abril, en la Plaza de San Pedro, se llevó a cabo el funeral del papa Francisco, quien falleció el pasado lunes a los 88 años de edad. La ceremonia reunió a más de 200,000 fieles y a 140 delegaciones oficiales, entre ellas 50 jefes de Estado y de Gobierno, así como varios miembros de casas reales.
En las figuras más destacadas que asistieron se encontraban el presidente de Estados Unidos, Donald Trump; el presidente de Francia, Emmanuel Macron, y el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, quienes ocuparon lugares en la primera fila, siguiendo el protocolo de ubicación basado en el rango de dignatarios y el orden alfabético en francés.
La presencia de Donald Trump en el funeral atrajo la atención de medios internacionales, no solo por su agenda previa, que incluyó una reunión con Zelenski en Roma, sino también por su vestimenta, que contrastó visiblemente con la de la mayoría de los asistentes.
El mandatario estadounidense acudió al acto solemne vistiendo un traje azul marino y una corbata de un azul más claro, lo que generó comentarios debido a las normas de etiqueta recomendadas por el Vaticano para este tipo de ceremonias.
Según las directrices recogidas en el documento “Ordo Exsequiarum Romani Pontifici”, actualizado en abril de 2024 por el fallecido pontífice, los asistentes varones a un funeral papal deben vestir de manera formal, optando preferiblemente por el negro en trajes o uniformes militares, acompañados de corbata negra e insignia del mismo color en la solapa izquierda.
Aunque las reglas permiten cierta flexibilidad hacia otros colores oscuros, el negro sigue siendo la tonalidad predominante, especialmente entre los allegados al pontífice fallecido y los representantes diplomáticos de alto nivel.
Sin embargo, Trump no fue el único en vestir azul marino: tanto su antecesor, Joe Biden, como el príncipe Guillermo de Inglaterra optaron también por esta tonalidad, conforme a las posibilidades admitidas por el protocolo.
La primera dama estadounidense, Melania Trump, sí cumplió de manera estricta las indicaciones de vestimenta femenina exigidas por el Vaticano para estos actos. Ella lució un vestido de luto de manga larga, acompañado de un manto negro.
Trump se ubicó al inicio de uno de los bancos de la primera fila, junto a Melania. A su lado se encontraba el presidente de Finlandia, Alexander Stubb, seguido por Emmanuel Macron. A corta distancia, en la misma fila, se encontraba Volodímir Zelenski, quien, a pesar de la distancia alfabética entre “Ukraine” y “États-Unis” en francés, ocupó un lugar destacado.
Zelenski, quien llegó a Roma la mañana del sábado junto a su esposa Olena Zelenska, optó, por su parte, por un atuendo diferente: vistió ropa oscura, en sustitución de su habitual uniforme ‘militar’ verde oliva. El mandatario ucraniano lució una chaqueta negra de corte más informal que un traje tradicional, con bolsillos delanteros, una camisa debajo y botas oscuras. Algunos medios rusos criticaron su elección de vestimenta por considerarla inapropiada.
Antes del inicio de las exequias, Trump tuvo breves encuentros con varias autoridades presentes, entre ellas la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, con quien estrechó la mano. Durante la ceremonia, al momento de intercambiar el saludo de la paz, se observó a Trump y Macron dándose la mano en señal de respeto mutuo.
El funeral, presidido por el cardenal Giovanni Battista Re, se desarrolló en un clima de recogimiento. Posteriormente, el féretro del papa Francisco fue trasladado a la basílica romana de Santa María la Mayor, donde se llevará a cabo su entierro, siguiendo su voluntad expresa.
*Con información de EFE.
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