Prada abrió su desfile en la Semana de la Moda de Milán el jueves con su versión del “little black dress”, reflejando lo que Miuccia Prada llamó “un momento muy oscuro” en los asuntos mundiales.

“Trabajar en este momento difícil es realmente complicado”, dijo Prada entre bastidores. Evitando discusiones abiertamente políticas, agregó: “Lo que intentamos hacer es ropa que tenga sentido para las mujeres de hoy”.

La colección Otoño-Invierno 2025-26 de Prada buscó liberar a las mujeres de las formas estrictamente femeninas. En ese sentido, la serie de pequeños vestidos negros y otros looks de pasarela fueron diseñados con estructuras sueltas, sin ceñirse al cuerpo.

El codirector creativo Raf Simons afirmó que la liberación en sí misma es un acto de resistencia.“No puedes estar liberado si no tomas un riesgo. Se necesita más resistencia”, dijo.

Las piezas negras dieron paso a vestidos de punto de estilo infantil con proporciones exageradas al estilo Alicia en el país de las maravillas, superpuestos sobre pantalones para los días de invierno en el parque. Los pijamas hicieron su ya conocido paso a la vestimenta diurna, con tops abotonados metidos en faldas de dormir.

Las costuras sin rematar quedaron intencionalmente a la vista en las prendas. Las cinturas se fruncieron como si estuvieran hilvanadas, permitiendo que una falda midi se convirtiera en un minivestido al subirse por encima del busto.

“También diría que hemos rechazado mucha construcción”, señaló Simons, refiriéndose específicamente a las estructuras que restringen el movimiento.

El mundo de Prada es una mezcla de estilos en la que casi cualquier pieza funciona como separada: tops de punto con mangas cortas o en forma de tubo fueron adornados con abalorios que parecían tesoros encontrados. Camisas masculinas se arrugaron en la cintura, como si se hubieran salido de su lugar.

Los básicos se elevaron con estolas de piel sintética y solapas de piel en abrigos, blazers y un llamativo poncho verde lima.

La actriz estadounidense Hunter Schafer estuvo entre las invitadas en primera fila, en un gesto de apoyo por parte de los diseñadores. La actriz compartió recientemente que su nuevo pasaporte había sido emitido con un marcador de género masculino.

Como es habitual, multitudes de fanáticos esperaban frente al espacio de la Fondazione Prada para mostrar su admiración por los VIP. Otras estrellas en la primera fila incluyeron a Juliette Binoche, Gal Gadot, Maya Hawke y Chen Haoyu, así como a los cantantes japoneses Jo y Harua y la cantante coreana Karina.

Milán está lleno de especulaciones sobre si una empresa italiana podría intervenir para comprar la casa de moda rival Versace. En el mercado se ha mencionado al Grupo Prada, que además de su marca homónima posee Miu Miu, las marcas de calzado Church’s y Car Shoe, y las pastelerías Marchesi 1824.

“Creo que está sobre la mesa de todos”, dijo Prada con una risa cuando se le preguntó sobre el posible interés del grupo.