

20 de marzo de 2025 - 10:54 AM
Dame Lesley Lawson, más conocida como Twiggy, considerada la primera supermodelo de la historia de la moda, aseguró en una entrevista con EFE que sigue viéndose bella pasados los 75 años, y que le apena que la presión estética y el edadismo no permitan a otras de su generación sentirse igual de bien.
Twiggy, que está presentado en España el documental que lleva su nombre, dirigido por Sadie Frost, quien ya homenajeó en la gran pantalla a otro nombre propio de la moda británica sesentera, Mary Quant, se muestra satisfecha del ejercicio de memoria, aunque lamenta que todavía sea la norma “opinar sobre los cuerpos de las mujeres”.
“Desgraciadamente hay mujeres que dejan de verse bien con los años, pero eso no es culpa suya, claro, es culpa de la sociedad”, sostuvo rotunda mientras abre los mismos ojos azules que decoraba desde sus inicios con falsas pestañas de eyeliner para emular a una de sus muñecas con solo 16 años.
“Pasé del colegio a desfilar en París y Nueva York. En realidad, tuve mucha suerte”, afirmó Twiggy, quien deja claro que, pese a todo, y como se narra en el documental, no todo en su vida ha sido un cuento de hadas.
Twiggy, que recibió de su hermana por primera vez este apelativo por sus piernas palillo que parecían “ramitas” de árbol, explica que ha escuchado “muchas veces” en su vida la acusación de que era extremadamente delgada y de que fue ella quien inauguró la tendencia de cuerpos esqueléticos en revistas y pasarela. “Pero eso no era así, ya había muchas chicas delgadas antes. Algunas muy famosas, como Audrey Hepburn sin ir más lejos”, se defiende la exmodelo y actriz, quien pone énfasis en que su cuerpo era así por su juventud y que jamás hizo dieta.
De hecho, reflexiona, su delgadez era algo poco valorado hasta entonces en una industria y un momento en que las maniquíes y estrellas de Hollywood tenían curvas en su mayoría.
“Muchas mujeres se sentían identificadas conmigo porque yo parecía una chica normal y corriente, con pecas, poco pecho y caderas rectas”, añadió.
Twiggy, como se apunta en el documental sobre su vida, también fue la primera modelo en cortarse el pelo y adoptar un aspecto andrógino que se anticipó décadas a las maniquíes más actuales, de estética no binaria.
Twiggy explica que cuando empezó en el mundo de la moda “los fotógrafos eran los reyes” de cualquier sesión de fotos, y que fue ella la primera en poner en valor su trabajo como modelo y reclamar la valoración social y económica que le correspondía.
La exmodelo, que fue la primera maniquí en contar con un representante y sacar una línea de ropa, consiguió el foco público y la remuneración más alta hasta el momento, desfilando y haciéndo sesiones de fotos por todo el mundo hasta conseguir el título de “primera supermodelo” de la historia.
“Creo que entonces no fui consciente, me di cuenta después. Era joven pero tenía determinación y no me iba a quedar callada, como en la entrevista con Woody Allen”, rememoró en relación a una escena del film que muestra cómo el cineasta neoyorquino intentó hacer de menos a la bella Twiggy preguntándole cuál era su filósofo alemán preferido para luego no ser capaz él mismo de nombrar ninguno.
En el documental ‘Twiggy’, firmado por Sadie Frost, figuras como Paul McCartney, Brooke Shields, Dustin Hoffman o Joanna Lumley ensalzan su figura como “icono”.
Para su hija, Carley Witney, que también participa con su testimonio, sin embargo, el gran legado de su madre pasa por “demostrar que las mujeres pueden hacer cosas maravillosas”.
“¡Oh, cómo me emocioné al oírlo!. Y es verdad. Somos maravillosas”, coincidió Twiggy.
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