¿Muestras públicas de afecto en un video real? ¡Dios mío, cómo han cambiado los tiempos! Cuando la princesa de Gales anunció que había completado el tratamiento de quimioterapia en un video de enfoque suave listo para Instagram, se aventuró en reinos que antes no habitaban la familia real británica, tradicionalmente conocida por su labio superior rígido, “nunca te quejes, nunca explicar” el espíritu de la difunta reina Elizabeth II.

Aquí estaba la realeza más popular, una figura pública usualmente conocida simplemente como Kate, usando las herramientas de las redes sociales para compartir el hecho de que, a pesar de toda su riqueza y privilegios, su vida había sido trastocada por el cáncer, al igual que millones de otras personas.

Pero no fue sólo lo que dijo, sino cómo lo dijo. A diferencia de las actualizaciones anteriores sobre la salud de Kate, que parecían noticias objetivas, esta tenía un tono completamente diferente. La minipelícula hábilmente producida y estrenada el lunes mostró a la princesa abrazando al príncipe William y a sus tres hijos pequeños y compartiendo momentos íntimos en casa con sus padres.

Incluso hay un casto beso en su mejilla.

“Es una verdadera ruptura”, dijo George Gross, historiador real del King’s College de Londres. “Pero creo que la gente lo verá y no necesariamente se dará cuenta. Creo que pensarán: Esto está bien, esto es normal. Eso es lo que hace una familia”.

El video de Kate marca el último experimento de la familia real con mayor apertura desde que el rey Charles III asumió el trono en 2022. Esto se ha puesto a prueba repetidamente este año cuando tanto Charles como Kate fueron tratados por graves problemas de salud y luego anunciaron que estaban recibiendo tratamiento contra el cáncer.

Durante siglos, la familia real británica ocultó noticias sobre enfermedades por temor a que debilitara su autoridad. Esa reticencia y secretismo persistieron incluso después de que se convirtieron en figuras constitucionales.

Al público británico no se le dijo que el rey George VI, el abuelo de Charles, tenía cáncer de pulmón antes de su muerte a la edad de 56 años en febrero de 1952. El anuncio público de la muerte sólo decía que el rey había “fallecido pacíficamente mientras dormía”.

El rey George V murió en 1936, tras sufrir una enfermedad cardíaca y pulmonar. Lejos de ser abiertos sobre la salud del rey, los funcionarios del palacio manipularon el momento de su muerte para obtener una cobertura más favorable.

Extractos del diario publicados 50 años después revelaron que el médico del rey inyectó al monarca, enfermo terminal, morfina y cocaína para acelerar su muerte, en parte para que pudiera anunciarse en los periódicos matutinos “en lugar de en los menos apropiados diarios vespertinos”.

Charles se ha esforzado por ser más abierto que su madre, Elizabeth, a quien el Palacio de Buckingham describió como sufriendo “problemas de movilidad” en los meses previos a su muerte.

En enero, el palacio dijo que Charles ingresaría en un hospital de Londres para recibir tratamiento por agrandamiento de la próstata. Unas semanas más tarde, el rey dijo que se alejaría de sus deberes públicos mientras recibía tratamiento para un tipo de cáncer no revelado. Esos anuncios, sin embargo, se hicieron en comunicados fácticos emitidos por la oficina de prensa del palacio.

Una nueva generación de la realeza

Pero Kate y William, ambos de 42 años, pertenecen a una nueva generación que se siente más cómoda compartiendo problemas personales en las redes sociales.

El vídeo de Kate fue filmado por William Warr, director creativo de Detail Films, que dice que combina técnicas de producción cinematográfica y marketing estratégico para crear “hermosas películas de marca”.

“Existimos para ayudar a las marcas a contar historias que se dirijan a su audiencia”, dice la empresa en su sitio web.

En el video, Kate describió lo difíciles que habían sido los últimos nueve meses para su familia y expresó “alivio” por completar su tratamiento.

“La vida tal como la conocemos puede cambiar en un instante, y hemos tenido que encontrar una manera de navegar por las aguas tormentosas y por caminos desconocidos”, dijo en el video, que fue filmado en un bosque cerca de la casa de verano de la familia en Norfolk.

Mark Borkowski, consultor de crisis y relaciones públicas, describió la película como “un cambio tectónico en la forma en que la familia real controla su imagen”.

“El viaje de Kate es profundo y profundamente personal, pero han aprendido que las emociones pueden controlarse (y convertirse en armas) en dosis pequeñas y potentes”, dijo. “Al hacer esto a través de una película pulida, mantienen la dignidad y el control sin dejar de parecer identificables”.

El hecho de que la familia real necesitaba nuevas técnicas para controlar su historia en la era de TikTok e Instagram quedó subrayado después de que funcionarios del palacio anunciaran en enero que Kate sería hospitalizada para una cirugía abdominal. Si bien el palacio publicó pocos detalles sobre su condición, los sitios de redes sociales se llenaron de especulaciones sobre lo que realmente estaba sucediendo mientras Kate se retiraba de la vista del público para concentrarse en su recuperación.

Cuando la princesa anunció que tenía cáncer dos meses después, se dirigió directamente al público en un sombrío vídeo en el que pidió “tiempo, espacio y privacidad” mientras se sometía al tratamiento.

En junio, Kate publicó una actualización en video, diciendo que tuvo días buenos y días malos.

Si bien la princesa se alejó de la mayoría de los deberes públicos durante su tratamiento, Kate hizo dos apariciones este año. Primero, durante el desfile de cumpleaños del rey en junio, conocido como Trooping the Colour, y más recientemente durante la final masculina en Wimbledon en julio, donde recibió una gran ovación.

Ahora que ha completado la quimioterapia, Kate planea regresar lentamente a sus deberes públicos, “realizando algunas apariciones públicas más” en los próximos meses.

Pero Kate dijo en su video que el camino hacia la recuperación total sería largo y que “tomaría cada día como venga”.

“William y yo estamos muy agradecidos por el apoyo que hemos recibido y hemos obtenido una gran fortaleza de todos aquellos que nos están ayudando en este momento”, dijo. “La amabilidad, la empatía y la compasión de todos han sido verdaderamente humillantes”.

El video debe verse como parte del esfuerzo del rey por aumentar la apertura de la familia real mientras busca generar apoyo para la monarquía, dijo Gross.

“Es una operación. Es toda la empresa junta”, dijo. “Y creo que realmente coincide con esa sensación de que estamos siendo lo más abiertos posible, manteniendo al mismo tiempo una sensación natural de privacidad que se necesita sobre estas cosas”.