El producto del otrora ebanista se distingue por su sabor único que se logra a través de un proceso de tostado a leña
El producto del otrora ebanista se distingue por su sabor único que se logra a través de un proceso de tostado a leña
22 de diciembre de 2021 - 11:40 PM
Barranquitas - Sentado frente a una de las ventanas de su taller en el barrio Cañabón, Miguel Ángel Ortiz Santos separa con sus manos grano a grano el café maduro que compra a caficultores locales, removiendo las impurezas del fruto. Luego, con el ruido de las máquinas de fondo, vierte los granos seleccionados sobre los calderos que tuestan su exquisito producto: La Torre Café Artesanal.
Es precisamente, este proceso rústico de elaboración -en peligro de extinción- el que distingue esta marca familiar dentro de la competitiva industria del café en la isla.
“Llevaba 30 años trabajando como ebanista, pero en el 2006 creé esta marca de café. Quería que fuera distinta a todas las demás… Este café es tostado completamente a leña, como lo ves aquí; el aroma y el sabor lo dicta la madera. Es lo que le da ese sabor único que tiene este café. Y estoy bien orgulloso con la marca, con la que llevamos 14 años trabajando”, dijo el propietario de la única productora de café artesanal en Barranquitas y creador de las máquinas que tuestan 800 libras diarias.
A don Miguel siempre le había gustado realizar café tostado a leña para consumo propio, pero la idea de comercializarlo llegó de una forma inesperada.
“Esto fue algo curioso. Nuestra hija mayor vivía en Texas y mi esposa iba para allá, así que le envié un poquito de café. Cuando ella abre el paquete allá, a la vecina, que es americana, le da el aroma y le dice: ‘¿Por qué no venden ese café?’. Y ahí es que nosotros empezamos a bregar con esto”, agregó el comerciante de 68 años y padre de tres hijos.
Fue así como fueron perfeccionando su sistema de tueste con leña, y el 17 de julio de 2007 vendieron su primera bolsita de café en la Feria de Artesanía de Barranquitas.
Una vez se tuesta el café, don Miguel, junto a sus dos empleados, sirven los granos sobre la bandeja de enfriamiento que les permite iniciar el paso más importante de la producción. “Tienes que enfriar rápido porque está demasiado caliente y se puede convertir en carbón”, advierte sobre el procedimiento. Después permanece en reposo durante un periodo de dos días, como mínimo, para que libere el dióxido de carbono. Es entonces cuando lo muelen y lo empacan, todo realizado desde el sector La Torre.
“El café te cae bien, no es ácido. Te lo puedes tomar antes de acostarte, porque no te quita el sueño. Este café está brutal, de verdad. Yo no lo recomiendo porque es mío, lo recomiendo porque es bueno y sin mezcla, es completamente puro”, agrega don Miguel con emoción.
El producto La Torre Café Artesanal se vende molido y en grano. Se consigue a través de su página web cafelatorre.com. También puede encontrar más información en su página en Facebook o llamando al 787-205-8536.
La editora de Negocios Joanisabel González explica los temas económicos más importantes a nivel local e internacional.
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