El presidente de Estados Unidos firmó una orden ejecutiva para comenzar a establecer su política pública sobre el tema
El presidente de Estados Unidos firmó una orden ejecutiva para comenzar a establecer su política pública sobre el tema
21 de enero de 2025 - 4:49 PM
Washington - El presidente Donald Trump firmó una orden ejecutiva para eliminar lo que él etiqueta incorrectamente como “el mandato de comprar vehículos eléctricos” impuesto bajo la presidencia de Joe Biden. Su orden del lunes es coherente con las promesas que hizo en la campaña electoral para terminar lo que él llama un enfoque “absurdo” en los vehículos eléctricos (VE) por parte de Joe Biden y otros demócratas. La orden, junto con otros pasos esperados en un segundo mandato de Trump, podría ralentizar los esfuerzos para abordar el cambio climático, gran parte del cual es causado por la quema de gasolina y diésel que emiten dióxido de carbono y otros gases de efecto invernadero que calientan el planeta.
Aquí se presenta un vistazo a las acciones de Trump y lo que sucede a continuación.
La orden de Trump indica que elimina “el mandato de comprar vehículos eléctricos” y promueve la verdadera elección del consumidor, que es esencial para el crecimiento económico y la innovación, eliminando barreras regulatorias para el acceso a vehículos motorizados; asegurando un campo de juego regulatorio nivelado para la elección del consumidor en vehículos. En realidad Biden nunca emitió un “mandato” para comprar vehículos eléctricos, aunque sí alentó a los estadounidenses a comprarlos y a las compañías automotrices a pasar de vehículos impulsados por gasolina a coches eléctricos.
La orden de Trump, titulada “Desatando la Energía Estadounidense”, añade que su administración terminará “donde sea apropiado, las exenciones estatales de emisiones que funcionan para limitar las ventas de automóviles impulsados por gasolina; y considerará la eliminación de subsidios injustos y otras distorsiones del mercado impuestas por el gobierno que favorecen a los VE sobre otras tecnologías y efectivamente obligan su compra por individuos, empresas privadas y entidades gubernamentales al hacer que otros tipos de vehículos sean inasequibles.”
El lenguaje en la orden y otras emitidas por Trump el lunes indican que es probable que derogará el crédito fiscal de 7.500 dólares para los que compren vehículos eléctricos como parte de la ley climática de Biden de 2022, y que anulará normas de la Agencia de Protección Ambiental para endurecer los límites en las emisiones de gases de efecto invernadero y otros contaminantes emitidos por vehículos de pasajeros y comerciales.
Trump también ha prometido terminar una exención federal que permite a California eliminar gradualmente la venta de coches impulsados por gasolina para 2035. La exención federal es importante no solo para California, sino también para más de una docena de otros estados que siguen sus estándares sobre emisiones de vehículos.
La orden de Trump recuerda a una acción tomada durante su primer mandato, cuando revocó las estrictas normas de emisiones de vehículos establecidas bajo Barack Obama.
Previo a las elecciones, Trump se volvió cercano de el CEO de Tesla, Elon Musk. La compañía tiene la mayor capitalización de mercado del mundo y es puntera en el mercado de vehículos eléctricos, aun cuando está aumentando la competencia con otros fabricantes. Notablemente, Trump al parecer ha estado suavizando su retórica contra los vehículos eléctricos en meses recientes. Musk ahora dirige un nuevo departamento creado por Trump llamado Departamento de Eficiencia Gubernamental.
En la orden ejecutiva, Trump también puso una pausa inmediata a miles de millones de dólares en fondos asignados para estaciones de carga de VE apropiados a través de la ley climática, conocida como la Ley de Reducción de la Inflación y la ley de infraestructura bipartidista aprobada en 2021.
Biden había establecido la meta de crear 500.000 de esos cargadores para 2030. A finales del año pasado, había 214 cargadores operativos en 12 estados que habían sido financiados a través de las leyes federales, con 24.800 proyectos en curso en todo el país, según la Administración Federal de Carreteras. Un total de más de 203.000 puertos de carga públicamente disponibles están operando en Estados Unidos, con casi 1.000 activados cada semana, según la agencia. Esto es más del doble del número disponible en 2021.
Biden estableció la meta de que la mitad de todos los nuevos vehículos vendidos en Estados Unidos para 2030 sean eléctricos y dedicó fondos a la infraestructura de carga a través de la Fórmula de Infraestructura de Vehículos Eléctricos Nacionales y los programas de Subvenciones Discrecionales de Infraestructura de Carga y Combustible.
Bajo Biden, la agwencia ambiental creó límites de tubo de escape para frenar las emisiones que calientan el planeta. Las reglas finales son los estándares más ambiciosos de su tipo en la nación. Sin embargo, los fabricantes de automóviles podrían cumplir con los límites con ventas de VE tan bajas como el 30% en 2032, junto con vehículos impulsados por gasolina más eficientes en combustible.
También bajo Biden, la Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en Carreteras estableció estándares sobre requisitos de eficiencia de combustible, que requerían que los nuevos vehículos vendidos en la nación promediaran aproximadamente 38 millas por galón de gasolina en 2031, frente a unas 29 mpg en 2024.
Ambos conjuntos de reglas incentivaron a los fabricantes de automóviles a ofrecer más vehículos eléctricios.
Aunque el ritmo de crecimiento en las ventas de VE en Estados Unidos se desaceleró el año pasado, los VE representaron el 8.1% de las ventas de nuevos vehículos, frente al 7.9% del año anterior, según Motorintelligence.com.
Mientras que el costo de los VE ha bajado lentamente a medida que la industria automotriz escala la fabricación de los vehículos y los precios de las baterías mejoran, aún cuestan más que los coches tradicionales impulsados por gasolina.
Incluso antes de la orden del lunes, algunos fabricantes de automóviles han retirado planes ambiciosos para electrificarse. Ford canceló planes para SUVs eléctricos y ahora los hará híbridos; General Motors retrasó la producción en una planta de celdas de batería EV.
Temporalmente, las ventas de VE podrían dispararse mientras los compradores de coches se apresuran a aprovechar los créditos fiscales existentes que fomentan la compra de coches electrificados.
Pero la orden también significa que Estados Unidos podría tener dificultades en cumplir con los objetivos de reducción de emisiones a largo plazo. Los coches y camiones ligeros son responsables de más de la mitad de los gases de efecto invernadero de Estados Unidos provenientes del transporte, y el sector en sí es un importante contribuyente a las emisiones generales de la nación.
Cualquier acción para revocar o revisar las regulaciones probablemente enfrentará desafíos legales de grupos ambientalistas y otros.
“Estos retrocesos en coches limpios cargarán a los estadounidenses con una combinación de precios más altos, más contaminación y una competitividad más débil”, explicó Dan Becker, director de la Campaña para un Transporte Climático Seguro, del Centro para la Diversidad Biológica. “Trump está atacando el paso más grande jamás tomado para combatir la contaminación climática”.
La editora de Negocios Joanisabel González explica los temas económicos más importantes a nivel local e internacional.
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