En la década de 1960, Myrna M. Rivera Cardona, amante de la música y con habilidad innata para los números, aspiraba a ser la primera en su familia en entrar a la universidad, graduarse de Matemáticas y dar clases en alguna escuela de su natal Coamo.
Ni en sueños imaginó jamás que haría carrera profesional en el mundo de las inversiones, un sector dominado -antes y todavía- por hombres, y mucho menos que llegaría a ser una de las hispanas más influyentes en la industria financiera y de inversiones en los Estados Unidos.
En 1999, creó Consultiva Internacional –que luego pasó a ser Consultiva Wealth Management-, una empresa independiente de asesoría de inversiones, que desarrolla, implementa y supervisa estrategias y políticas de inversión para instituciones, entidades gubernamentales e individuos.
Este año, celebra el primer cuarto de siglo de la firma, que tiene más de un centenar de clientes, y más de $1,300 millones en activos bajo manejo. Consultiva pertenece a Savile Capital Group LLC desde el 2022, aunque Rivera Cardona continúa laborando en ella como asesora sénior en inversiones.
En entrevista con Negocios, la reconocida consultora habla de cómo llegó a la industria de corretaje, qué la impulsó a fundar Consultiva, y cuáles han sido sus mayores satisfacciones y desafíos en su carrera, entre otros.
Entró al mundo corporativo y de inversiones por puro azar. Al terminar su bachillerato en Matemáticas en la Universidad de Puerto Rico en Cayey, intentó dar clases en dicho recinto, pero necesitaba tener Maestría. Consiguió una beca en Lehman College en Nueva York, donde obtuvo el grado en Matemáticas. Una amiga puertorriqueña le aconsejó que buscase empleo en el mundo corporativo, algo desconocido para ella.
Le hizo caso, se quedó en Nueva York y comenzó a trabajar en una firma que vendía sistemas de acceso a programas computacionales. “Aprendí a vender y a hacer análisis para determinar valor añadido. Los clientes eran bancos, casas de corretaje y el cliente más importante era Merrill Lynch, aunque en ese tiempo yo no entendía bien que servicios ofrecía”.
Una señal que le cambió la vida
Huyéndole al frío, renunció al empleo siete años después y regresó a Puerto Rico. Al visitar un día una empresa de colocaciones, el ascensor se abrió en un piso donde había una sucursal de Merrill Lynch, y para Rivera Cardona, eso fue una señal. “Entré y pedí hablar con el gerente de la sucursal. Le dije que quería un empleo, que no sabía la diferencia entre una acción y un bono, pero sabía vender y hacer análisis de valor”, contó sobre su arrojo.
Pocos meses después comenzó como corredora (“broker”). “Ahí empecé a enamorarme irremediablemente de la posibilidad de crear capital. Descubro los capitales colectivos, que son dineros que se reúnen para beneficio de muchas personas, como cooperativas de vivienda, cooperativas de ahorro y crédito y pensiones. Descubro también el tercer sector que tiene fondos dotales y planes de pensiones. Yo provengo del sector obrero, mis tíos eran unionados y entendía lo que es trabajar en beneficio del colectivo”, comentó.
En 1982, atendió a don Pedro Grant Chacón, quien fuera el principal líder obrero puertorriqueño de la segunda mitad del siglo 20. Myrna le diseñó la política de inversiones para el plan de bienestar de la Unión General de Trabajadores (UGT), que para ese entonces tenía $1 millón. Eso le abrió las puerta para trabajar con las cooperativas de vivienda y con las de ahorro y crédito.
“Sentí que había encontrado mi lugar en el universo. No conocía a mucha gente con dinero; pero podía enseñar a las personas a ser responsables con el dinero que no es de ellos”. Fue así como Rivera Cardona comenzó a enfocar su carrera más hacia la consultoría, que al corretaje de valores.
La coameña, quien toca violín desde pequeña, y preside la entidad Pro Arte Musical, cree que de no haber entrado al mundo de las inversiones, hubiera sido profesora universitaria, o continuado estudios en Música.
Sin embargo, podría decirse que Rivera Cardona ha tenido su buena cuota de composiciones en la forma de gráficos y ponderaciones de riesgo, al combinar activos para lograr una cartera diversificada o desarrollar guías y planes de inversión, cuyos rendimientos han cambiado la vida de miles de personas. Sean universitarios que completaron sus estudios gracias a las becas que otorgó alguno de sus clientes o trabajadores que tuvieron algún apoyo de su sindicato cuando menos lo esperaban.
Luego de 17 años en la casa de corretaje Smith Barney –antes E.F. Hutton-, en 1997, decidió desligarse totalmente del corretaje.
Convierte en realidad su sueño
“Me di a la tarea de soñar una empresa propia”, refiriéndose a Consultiva, cuyo nombre lo vio en un sueño.
En ese camino, ha tenido retos y decepciones. Lamenta no haber podido atraer a más profesionales y a algunas instituciones que quería tener en su cartera de clientes cuando montó Consultiva. “Mis momentos más duros han sido cuando he perdido clientes con una simple carta de terminación. Nos ha pasado en tres ocasiones y te quedas sin respiración”.
Pero sus logros y satisfacciones superan con creces los momentos amargos. Rivera Cardona aparece en listas como el “Top 100 Influential Hispanics” de Hispanic Business Magazine y “Who’s Who in Investment Management Consulting” en los Estados Unidos. Recibió el Premio Joyce Johnson que le otorgó el National Association of Securities Professionals por su aportación al mejoramiento del estatus de mujeres y minorías en el sector financiero en Estados Unidos, y el premio Highest Leaf Award, del Womens’ Venture Fund de Nueva York, por excelencia empresarial.
En junio de 2020, fue reconocida con el Premio Zenit de la Cámara de Comercio de Puerto Rico por sus aportaciones al sector financiero a lo largo de su carrera.
