Para Edward Brady, presidente del Instituto de Constructores de Hogares (HBI, en inglés), la industria necesita “una campaña de relaciones públicas para educar a la gente, que puedes tener un buen nivel de vida trabajando en la construcción, incluso, recién salido de la escuela superior”.

“Y en dos a tres años, puedes ser un emprendedor”, agregó Brady, al exponer una de las medidas que entiende son cruciales para atraer nuevos talentos al sector de la construcción, actividad que encara serios déficits de mano de obra no solo en Puerto Rico, sino también en Estados Unidos.

“Si no reemplazamos la mano de obra diestra, en 20 años no va a haber nadie aquí sentado”, advirtió Brady, durante su participación como panelista en un foro enfocado en fuerza laboral en el marco de la convención de la Asociación de Constructores de Puerto Rico (ACPR).

Por el lado gubernamental, la subsecretaria del Departamento de Desarrollo Económico y Comercio (DDEC), Jenny Mar Cañón, destacó la disponibilidad de fondos federales para readiestramiento laboral (WIOA, en inglés), tanto para beneficiarios individuales que estén activamente en busca de empleo como para subsidiar nómina de personal en proceso de capacitación.

“Puedes traer a alguien por seis meses y educarlo a muy bajo costo”, destacó, por su parte, Waleska Rivera, presidenta de Danosa y quien fungió como moderadora.

Sobre este particular, Brady hizo hincapié en la necesidad de que las empresas y contratistas hagan su parte, luego de que instituciones educativas y entidades como el propio HBI ejecuten su rol de educar nuevos talentos. “Podemos adiestrarlos, pero les toca a ustedes retenerlos aquí. La meta es reconstruir a Puerto Rico. Yo no puedo contratarlos, esa es la responsabilidad de ustedes”.

“Podemos tener mentores en los proyectos, podemos ir a las escuelas a promover la construcción y la podemos convertir de nuevo en una carrera atractiva”, planteó Rivera como algunas de las recomendaciones que las empresas de la industria pueden poner en vigor. “Si nos unimos, podemos cambiar la trayectoria”.

Mientras en Puerto Rico se estima en 50,000, la cantidad de personas que se deben sumar a la industria para poder ejecutar todas las obras de reconstrucción, Brady indicó que Estados Unidos, en general, encara un problema similar, que se ha agravado por políticas migratorias más restrictivas.

“Cerca de 20% de nuestra fuerza trabajadora tradicionalmente ha sido inmigrante”, mencionó.

Entonces, al combinar los años de recesión en los que hubo menos construcción con el envejecimiento de la población, Brady indicó que en la actualidad, “no tenemos suficiente mano de obra diestra” para edificar la demanda acumulada de vivienda.

Sin embargo, celebró que en la actualidad, “la industria también está abierta a las mujeres, lo que tradicionalmente no era así. El requerimiento físico ha cambiado mediante la innovación”.

La jornada incluyó también presentaciones sobre el potencial de la inteligencia artificial para el sector de la construcción, desde las fases del trabajo de oficina –como análisis de datos y conversaciones con clientes- hasta el uso de impresión en 3D para construir viviendas.

Héctor Romero, líder de inteligencia y desarrollo de Cementos Argos, presentó a la audiencia cómo la empresa ha llevado esa tecnología “del laboratorio a la aplicación en vivienda”.

“Tenemos un déficit de vivienda y creemos que la impresión 3D puede llegar a atacar ese nicho del mercado”, afirmó mientras mostraba un video de cómo se adelanta la construcción de unidades para el segmento de interés social en Antioquia, Colombia.

La convención de la ACPR, que se celebra en el Centro de Convenciones en Miramar, cierra este jueves con otra ronda de conversaciones en torno a los retos que encara el sector, así como su premiación anual.