A casi dos años de haber entrado al mercado como la primera vodka hecha 100% en Puerto Rico, Vodka Bravada mantiene un ritmo de crecimiento acelerado, alineado con la demanda del producto a nivel local, mientras se encamina a la meta de conquistar el extranjero.

Tras reflexionar sobre los inicios de la operación, establecida en el casco antiguo de la Ciudad Llanera, en un espacio de 12,000 pies cuadrados, la directora ejecutiva de la empresa, Claudia Ferrer, y el maestro destilador, Carlos López, destacaron que, mientras los planes de crecimiento en la planta no se detienen, también apuestan a la exportación de la bebida destilada. Por el momento, el producto se ofrece en Florida Central e Islas Vírgenes.

Y, aunque no se precisó la cantidad de vodka que exportan, los también propietarios de la marca y operación, establecieron que, al momento, la planta ubicada en Toa Baja, alcanza solo el 25% de su capacidad de producción, siendo su límite unas 60,000 cajas anuales.

“Realmente hemos tenido una acogida buenísima, la aceptación ha sido excepcional. Este año hemos duplicado las ventas del año pasado, ya estamos exportando a la Florida Central e Islas Vírgenes. Estamos súper agradecidos del apoyo que nos ha dado la comunidad porque se sienten igualmente orgullosos del producto de calidad hecho en Puerto Rico”, expresó Ferrer.

La expectativa es moverse próximamente a República Dominicana y Panamá.

“Cada vez hay más personas que quieren apoyar el producto local. Hemos visto ese apoyo y ese movimiento cada vez más fuerte. Apostando a lo nuestro y ayudándonos unos a los otros. Y no es solo porque es un producto de aquí, sino porque es buena de verdad. Es un producto de calidad que es lo que nosotros siempre teníamos en nuestro enfoque; sacar un producto que pueda competir al lado de otras marcas que llevan años”, agregó Ferrer.

Mientras, López, quien trabajó 15 años montando destilerías en lugares como República Dominicana, Estados Unidos, Centroamérica y Europa, apuntó a la oportunidad de que Puerto Rico se destaque a través de la producción de la Vodka Bravada.

“Puerto Rico siempre se reconocía por los rones que hacemos y las cervezas artesanales que han surgido desde hace unos años para acá. Pero, con la historia que tenemos de ser la capital del ron, y de tener otros espíritus, no habían surgido otras oportunidades. Esta industria se había mantenido cerrada y Casa Bravada tiene la ventaja y la dicha de representar a Puerto Rico en una categoría que no existía: la del vodka”, sostuvo.

Elaboración con altos estándares de calidad

La Vodka Bravada, cuyo nombre significa “Acto de Valor y Valentía”, se elabora a base del grano de maíz con ingredientes “premium”. Es destilada seis veces a mano, en lotes pequeños, en un alambique de cobre confeccionado especialmente para ofrecer “un espíritu puro y suave al paladar”.

“El vodka se puede hacer de distintos granos, pero nosotros lo hacemos de maíz, lo cual la hace ‘gluten free’. Nuestro vodka es sin sabor, entre sus atributos está que cae suave y sedosa al paladar. La hacemos con todos los estándares de calidad para garantizar ese acabado ‘premium’. El que la prueba se da cuenta de que cae bien, cae suave y que es versátil, combina con cualquier jugo de preferencia”, detalló la directora ejecutiva.

El producto se distribuye a nivel isla en supermercados, restaurantes y barras, mientras en Florida e Islas Vírgenes, se ofrece en restaurantes de raíces boricuas.

“Todos los meses hay un crecimiento, nos enteramos de cosas nuevas y positivas y esos son buenos indicios de que la marca en un futuro pinta bien. Tenemos grandes expectativas. Sabemos que los primeros cinco años son cruciales, ya llevamos casi dos y nuestra meta es en los próximos dos a tres años ser el vodka de preferencia de los boricuas y, eventualmente, estar alrededor del mundo también. Pero, nuestro enfoque principal es local porque eso es lo que siempre hemos querido hacer; apostar a nuestra isla, ayudar a nuestra comunidad”, declaró Ferrer.