Cien años después de abrir como escuela secundaria para todo Santurce, el antiguo plantel Segundo Ruiz Belvis se inauguró formalmente este miércoles como la sede de la organización sin fines de lucro Kai Casa de Arte y Tecnología.

“Lo que queremos es mejorar el ambiente en esta comunidad y queremos que sea un detonador de actividad económica y artística para la comunidad. A fin de cuentas, son ellos quienes lo hacen pasar”, expresó el presidente de Kai, Richard Carrión.

Si bien la apertura es crucial para que Kai tenga una sede visible, el veterano banquero y filántropo contextualizó que la entidad ya lleva “cuatro años dando cursos remotamente”, con aliados que incluyen la Universidad del Sagrado Corazón, Aula del Diseño, la escuela de danza Andanza y el proyecto artístico Y no había luz.

Enumeró que se han ofrecido “cursos de danza, teatro para los muchachos, cursos de programación, ebanistería, y ahora tendremos cursos para cuidadores”.

Dividen los programas en dos: arte juvenil para personas de 11 a 18 años y programas vocacionales para adultos.

El programa de formación profesional dirigida a adultos fue en la segunda mitad del 2022. En alianza con el programa re/Start de Amazon Web Services (AWS) y con el patrocinio del Banco Popular, consiguieron que un grupo de adultos se certificara como “cloud practitioners”.

Ahora adelantan el curso de cuidado de adultos mayores, reconociendo la alta demanda que existe.

“Buscamos adiestrar para empleos que tengan un grado salarial bueno, para que entren en la fuerza laboral. La baja participación laboral es uno de los más grandes problemas en Puerto Rico”, aseveró el también presidente de la junta de directores de Popular Inc.

Resaltó que los cursos se ofrecen sin costo de matrícula, pero consideran esencial que los participantes demuestren tener el compromiso para completarlos.

En el camino, Carrión indicó que ya han alcanzado a “más de 400 jóvenes” y se aprestan a ir creciendo de forma ordenada y con sentido.

“Es ir dando paso a paso. Los que me conocen saben que soy la persona más impaciente, pero hay que tener paciencia”, reflexionó Carrión.

Para la apertura, Carrión invitó al autor y líder comunitario Bill Strickland, cuyo modelo de innovación social mediante las artes y la educación inspiró el surgimiento de Casa Kai.

“Ver es creer”, expresó Strickland al compartir con El Nuevo Día el significado de observar cómo se ha desarrollado el proyecto desde su primer encuentro con Carrión en octubre de 2017. “Es mágico, esperanzador”.

Para esa fecha, Carrión contó que viajó a Pittsburgh, Pensilvania, para empaparse de cómo funcionaba el modelo de Manchester Bidwell Corporation (MBC). Carrión había descubierto la iniciativa de Strickland dos años antes al ver un video explicativo que el filántropo realizó en la plataforma de charlas “Ted Talk”.

MBC nació en 1968 como un pequeño programa de cerámica para alcanzar a estudiantes en riesgo de abandonar los estudios u otras problemáticas. Hoy es un conglomerado con cuatro afiliadas, que recibe unos $10.6 millones en ingresos anuales y entrega casi $8 millones en servicios a individuos y comunidades, según su más reciente informe anual.

Apoyado en esa trayectoria, Strickland exhortó al equipo de Casa Kai a “tomarse el tiempo para estar preparados para lo que van a hacer y, más importante, para sostenerlo”.

“Creo que si uno tiene la osadía de interferir con la vida de alguien, uno también tienen la obligación de continuar, porque uno les despierta entusiasmo, y ellos lo sienten y quieren seguir sientiéndose bien. Pero si el centro cierra, vuelven a donde estaban”, urgió Strickland.

A ello sumó la importancia de darse a conocer en la comunidad, de puerta en puerta si es necesario, pasos que Carrión aseguró se han ido dando por diseño. Por ejemplo, resaltó que desde que decidió que la sede sería el antiguo plantel, han integrado a miembros de los vecindarios y a otras organizaciones ya establecidas para ir descubriendo qué iniciativas debían priorizar.

En esa línea de construirse desde la comunidad, Casa Kai se abrió primero a los vecinos, colaboradores y curiosos en un evento celebrado el pasado 25 de agosto. Dos semanas y media después se celebró el acto protocolar.

En una entrevista previa, se estimaron en $8 millones los costos de remodelacion y acondicionamiento de la sede. Además, un rótulo frente a la entrada indica que el proyecto cuenta con un financiamiento de Banco Popular.