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prima:Proponen reestructurar el sistema de hospitales de Puerto Rico

En el primer foro Punto de Encuentro de El Nuevo Día, cinco expertos del sistema de salud de la isla ofrecieron soluciones concretas a la crisis financiera que experimenta el sector y al deterioro de los servicios al paciente

21 de abril de 2024 - 11:10 PM

Especializar los servicios que ofrecen los hospitales, crear una red de intercomunicación que permita referir a pacientes según la complejidad de una emergencia y establecer una entidad independiente que determine las tarifas que cobrarán los proveedores de salud son algunas de las recomendaciones de cinco líderes del sector de salud para atender los problemas financieros y de calidad de servicios que padece el sistema hospitalario de Puerto Rico.

En concreto, el consenso al que llegaron voces conocedoras de la operación de hospitales, planes médicos y de la financiación del sector hospitalario en Puerto Rico se centró en la necesidad de reestructurar el modelo operacional de esas instituciones que ha prevalecido desde sus inicios y que se centra en atender al paciente admitiéndole por un tiempo determinado para tratar la condición que padece. Señalaron que para ello se requiere de la colaboración privada, nuevas políticas públicas pensadas para la formación y retención de profesionales de salud a todos los niveles y la integración de tecnologías existentes y nuevas.

Las propuestas fueron presentadas en el foro Punto de Encuentro: El futuro de los hospitales en Puerto Rico, un conversatorio coordinado por El Nuevo Día y realizado en el Estudio TV-1, Escuela de Comunicación Ferré Rangel, de la Universidad del Sagrado Corazón.

El foro fue el primero de una serie de conversatorios con la meta de fomentar el diálogo entre líderes y voces de distintos sectores del quehacer económico y social para que estos ofrezcan propuestas concretas en temas decisivos para el futuro Puerto Rico.

1. Fomentar la especialización de los hospitales

Una de las soluciones más ambiciosas y que transformaría todo el sistema de salud es que se fomente la especialización de los hospitales, lo que Yussel García, director médico del Hospital La Concepción, en San Germán, denominó como un “hospital pirámide”.

“El hospital pirámide, debería empezar por ser especializado, y esa sería la punta de la pirámide, y de ahí, ir moviéndonos a lo que serían niveles de cuidado, donde se tenga una remuneración específica con unos procedimientos especializados y una vez eso se culmine, se comience a bajar la pirámide a otros niveles de cuidado –intermedio, regular o rehabilitación- y terminar (la convalescencia) en el hogar”, explicó García.

Este concepto respaldaría lo que planteó José Novoa Loyola, cardiólogo y principal oficial médico de Triple-S, Inc., quien entiende que los hospitales especializados evitarían la “fragmentación de los servicios”, aportaría al mejoramiento de la operación de los hospitales y permitiría maximizar la disponibilidad de los pocos especialistas que hay en Puerto Rico.

“El modelo tenemos que reestructurarlo y reformarlo, en donde no podemos hacer todo (los servicios) en todos los sitios, porque tenemos un problema que todos conocemos, que podremos tener las instituciones, pero nos hacen falta especialistas”, dijo Novoa Loyola, antes director ejecutivo del Centro Cardiovascular de Puerto Rico.

“El sistema debe trabajar en alianza porque no todos los hospitales deben dar todos los servicios”, reiteró el cardiólogo, quien para explicar cómo ha cambiado el cuidado de salud, narró que hace unas décadas, un paciente que sufría un ataque cardíaco permanecía hospitalizado 25 días, pero en la actualidad, solo permanece admitido algunos días.

En términos simples, la propuesta de los panelistas contempla que los hospitales analicen sus ofrecimientos y se centren en ciertos servicios particulares a tono con el perfil de salud de la demografía a la que sirven. Bajo esa óptica, a manera de ejemplo, en lugar de que un hospital cuente con un número limitado de cardiólogos por semana para visitar y atender pacientes, la entidad especializada en servicios de tipo cardiovascular podría conseguir eficiencias de escala y generando los ingresos apropiados para reclutar los profesionales necesarios.

Esos hospitales especializados, según García y Novoa Loyola, estarían en la obligación de pactar alianzas con otras instituciones para, de esa forma, garantizar el acceso a los diversos cuidados de salud que requiera el paciente.

Punto de Encuentro: una mirada profunda a la crisis en los servicios de salud

Punto de Encuentro: una mirada profunda a la crisis en los servicios de salud

Profesionales de la industria hospitalaria y atención médica en Puerto Rico ofrecen soluciones durante el primer foro colaborativo.

2. Crear una red de intercomunicación

Bajo esa óptica integrada, García, director médico del Hospital La Concepción, insistió en la necesidad de que se cree una red de intercomunicación entre hospitales, aseguradoras, pacientes y servicios complementarios como el sistema de ambulancias y de emergencia de Puerto Rico.

Indicó que esa red de comunicación debe contar con una base de datos en tiempo real, que entre otras cosas, permitiría a los proveedores, referir un paciente a un especialista disponible, de ser necesario. Asimismo, en una situación de emergencia, un servicio de paramédicos y ambulancias sabría qué sala de emergencia está menos concurrida o en qué institución están disponibles los recursos para atender el cuadro médico de urgencia que exhibe el paciente.

“Si logramos hacer esa intercomunicación, va a mejorar la comunicación y la calidad del servicio”, dijo García.

Actualmente, según los exponentes, existe cierto grado de intercomunicación, pero se trata de sistemas de información separados. Asimismo, cada plan médico tiene un sistema informático distinto y los servicios de ambulancia no tienen acceso a estos.

“Muchos de estos accesos no se dan por cuestiones legales, burocracia, precios. Mi recomendación es que venga del gobierno de quien salga la iniciativa de poder integrar estos sistemas que ya existen, simplemente, es integrarlos para que haya un control”, explicó García.

Aunque se desconoce a cuánto pudiera ascender el costo de implementar esta red de intercomunicación, García mencionó, a modo de ejemplo, que instalar un sistema de récord electrónico en un hospital puede costar hasta $10 millones, por lo que la cifra para implementar un sistema informático integrado a nivel nacional podría ser mucho más elevada.

“Mucho de eso se puede mitigar con legislación y utilizar sistemas que ya están”, dijo el directivo de La Concepción.

3. Urge cambiar el modelo de pago

De acuerdo con Ricardo Hernández Rivera, contador público autorizado (CPA) y director ejecutivo de Sistema de Salud Menonita, otra de las soluciones para lograr la estabilidad financiera en las instituciones es que se diversifique la oferta de sus servicios, lo que permitiría acceder a otras fuentes de ingreso de programas federales y estatales.

En el caso del sistema Menonita, el grupo hospitalario detectó una oportunidad en el área de Salud Mental, que sirvió para diseñar ciertos servicios y recurrir a fondos alternos para su financiación.

Por los pasados cuatro años, los costos operacionales en los hospitales han aumentado en aproximadamente 40%. El alza responde a cambios en la compensación del personal de enfermería (20%); seguros más caros, así como un alza de 17% en el pago del agua, electricidad y otros servicios, precisó Hernández Rivera.

No obstante, durante el mismo periodo de tiempo, los ingresos de los hospitales se han mantenido igual.

El sistema de salud de la isla recibe unos $15,000 millones. El 85% proviene de los programas federales de Medicare y Medicaid. La cifra es una clara disparidad con el resto de las jurisdicciones estadounidenses, destacaron los exponentes.

De acuerdo con los datos de la Asociación de Productos de Medicaid y Medicare Advantage (MMAPA, por sus siglas en inglés), la disparidad en el promedio de las tarifas de Medicare Advantage (MA) será de sobre 65% para 2025.

Grosso modo, mientras el promedio de pagos en Estados Unidos sería de $1,130 por paciente, en la isla, rondará los $684, lo que supone más del doble de la distancia que existía para el año 2011, según MMAPA.

No obstante, a pesar de que la compensación de los profesionales de salud en la isla es evidentemente más baja que el promedio estadounidense, los costos de operar en Puerto Rico, según Hernández Rivera, son alrededor de 101% más onerosos que a nivel continental.

Por su parte, el principal oficial médico de Triple-S, Novoa Loyola, recomendó que se establezca un sistema en el que se asignen fondos adicionales a aquellos hospitales que atienden pacientes, cuyas condiciones requieren tratamientos más complejos.

Asimismo, hubo consenso en la necesidad de compensar a los hospitales y a los proveedores en función de los beneficios a la salud del paciente, en lugar de la realización de procedimientos.

Al presente, la compensación a especialistas e instituciones se basa en el modelo llamado “fee for service”. En este, el proveedor es compensado por realizar procedimientos particulares, una operación de cadera, ejemplificó Novoa Loyola.

Pero de acuerdo con el galeno, el sistema de pagos tiene que moverse a compensar al hospital o al proveedor de salud por el resultado del tratamiento y la estabilización de la condición que se padezca.

Se reconoció, sin embargo, que el reto de ese modelo será fijar un valor particular para compensar los beneficios de la intervención o el tratamiento prescrito, dada la diversidad de procedimientos, medicamentos y tratamientos que pueden utilizarse.

4. Clave la creación de entidades independientes

Hasta el momento, el sector de la salud es el único donde sus proveedores o participantes no establecen el precio por sus servicios, sino que los determina un tercero, expuso, por su parte, Julio Galíndez, experto en finanzas hospitalarias y socio de la firma de contabilidad Galíndez LLC., refiriéndose a los planes médicos. Por ello, insistió en que se cree una entidad independiente para determinar los pagos a proveedores.

“Si algo tenemos que atender es establecer la forma y manera en que los hospitales son compensados”, sostuvo Galíndez.

Cinco de las compañías de seguros médicos que operan en la isla manejan los pagos del 95% de los pacientes en la isla, destacó el experto.

El CPA mencionó, además, que esa misma entidad independiente pudiera hacerse cargo de los trámites de licenciamiento de proveedores de la salud recién graduados.

5. Agilizar el proceso de contratación

De acuerdo con García, uno de los escollos para que profesionales recién graduados permanezcan en la isla es la dificultad y el costo del proceso de contratación con las aseguradoras de salud.

“Si logramos facilitarle todo ese proceso en áreas de alta población como es el área metropolitana, definitivamente la mayoría de los estudiantes que se gradúen de escuelas de medicina van a querer regresar, porque los pocos que regresan se encuentran con que la administración de correr una oficina es tan onerosa que prefieren ganar menos en Estados Unidos”, dijo García.

Al respecto, el portavoz de Triple-S reconoció que esa es un área en la que los planes médicos pueden mejorar, aunque explicó, a su vez, que los planes médicos dependen de la rapidez en la expedición de las credenciales de las escuelas de medicina y las juntas de licenciamiento y otras dependencias gubernamentales.

“Los planes (médicos) deben hacer un mejor esfuerzo en ello”, admitió Novoa Loyola.

“Tenemos que mejorar el proceso y seguimos achicándolo para que una vez te gradúes puedas comenzar a trabajar”, continuó.

Por su parte, Graciela Salcedo, directora de la firma V2A Consulting, subrayó que se deben identificar alternativas para “hacerle la vida fácil” a los proveedores de salud para que trabajen en la isla, más allá de ofrecer incentivos contributivos o con el pago de seguros de impericia para ejercer en la isla.

“Hay que buscar la manera de simplificar los procesos para que muchos (especialistas) quieran volver”, expresó Salcedo.

Los cinco profesionales coincidieron en que Puerto Rico cuenta con los recursos necesarios para implementar las recomendaciones en la mesa.

“Es algo que tenemos que seguir mejorando, lo que no podemos hacer es ponernos a antagonizar unos con otros, no nos conviene. Hay problemas que, trabajando juntos, lo podemos atender”, acotó Hernández Rivera.

Hasta ahora, según reportes periodísticos, el diagnóstico financiero de los hospitales se ha tratado, en los últimos dos años, con el cierre de clínicas de servicios especializados, procesos de bancarrota y transacciones de compraventa de múltiples instituciones. Sin embargo, los problemas continúan.

Un análisis de Estudios Técnicos, Inc. (ETI) y Galíndez, LLC., divulgado recientemente, estimó que ocho de cada 10 hospitales operan con pérdidas, por lo que no se descarta que otros hospitales se acojan a las protecciones que ofrece la Ley de Quiebras federal.

“Lo primero que se debe hacer es estudiar el modelo, lo que está ocurriendo es multifactorial. (Pero) no es menos cierto que el reto más grande de la industria es atender cómo es que se prestan los servicios de salud en Puerto Rico”, expresó Galíndez.

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