La huelga en los puertos de la costa este y el golfo de México llegó a su fin anoche, al menos temporalmente hasta mediados de enero de 2025, tras un acuerdo entre la Asociación Internacional de Estibadores (ILA por sus siglas en inglés) y la Alianza Marítima de Estados Unidos, organización que representa a los patronos del sector naviero que operan en las costas este y del Golfo de Estados Unidos.

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“La Asociación Internacional de Estibadores y la United States Maritime Alliance, Ltd. han llegado a un acuerdo tentativo sobre salarios y han acordado extender el Contrato Maestro hasta el 15 de enero de 2025 para volver a la mesa de negociaciones y negociar todos los demás temas pendientes. Con efecto inmediato, cesarán todas las acciones laborales actuales y se reanudarán todos los trabajos cubiertos por el Contrato Maestro”, lee el mensaje conjunto que ambas entidades publicaron en las redes sociales.

La ILA acordó suspender la huelga, con el objetivo de dar tiempo adicional para negociar el nuevo contrato, que se extendería por los próximos seis años.

CNN informó que el acuerdo salarial equivaldría a un aumento de $4 por hora por cada año del contrato de seis años, según sus fuentes. Eso significa un aumento en el primer año de poco más del 10% del salario máximo del contrato actual de $39 la hora.

Con las cinco subidas salariales posteriores, los salarios aumentarían un 62% durante la vigencia del contrato. La unión demandaba un aumento de 77% por ese periodo de seis años.

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, elogió el acuerdo salarial provisional mediante comunicado de prensa.

“Felicito a los estibadores de la ILA, quienes merecen un contrato sólido después de sacrificar tanto para mantener abiertos nuestros puertos durante la pandemia. Y aplaudo a los operadores portuarios y transportistas que son miembros de la Alianza Marítima de Estados Unidos por trabajar duro y poner una oferta sólida sobre la mesa”, expresó Biden.

La huelga duró apenas dos días y medio, pero fue la primera que decretó la ILA desde el año 1977. Unos 45,000 unionados, del total de 85,000 miembros que tiene el sindicato, estaban en paro desde el martes, 1 de octubre a la medianoche, lo que afectó las operaciones en 14 puertos en las costas este y del golfo.

De haberse extendido el conflicto obrero-patronal, se estima que el costo para la economía estadounidense hubiese rondado los $5,000 millones diarios, provocando también escasez de productos y disparado los precios de frutas y vegetales frescos, automóviles y electrónicos, entre otros bienes.

La huelga, de igual forma, se consumó faltan poco más de 30 días para las elecciones presidenciales de Estados Unidos.

La paralización del comercio en los 14 puertos desde Maine hasta Texas afectaba a casi todos los sectores industriales, entre ellos a las industrias automotriz, farmacéutica y alimentaria. Además, amenazaba con limitar la disponibilidad de abastos para las festividades de Acción de Gracias y Navidad, según organizaciones comerciales en Estados Unidos.