La cervecería con sede en Aguadilla se prepara para tener una nueva casa donde consolidará la producción de su producto con el servicio de barra y restaurante
La cervecería con sede en Aguadilla se prepara para tener una nueva casa donde consolidará la producción de su producto con el servicio de barra y restaurante
1 de agosto de 2022 - 11:40 PM
Desde el corazón de Aguadilla se fermenta la receta artesanal de una cerveza creada por el ponceño Jorge Castro Ramos y su socio René Pérez, quienes se atrevieron a quedarse con la cervecería Del Barril, que pertenecía a un conocido que se mudó a los Estados Unidos.
Tal parece que el destino tocaba a sus puertas cuando este dúo de amigos que se conocieron por su pasión por la música decidió unir voluntades para echar hacia adelante una oportunidad que no podían perder.
Así comenzaron el nuevo camino de Boxlab Brewing Company, una empresa con la que han creado más de 80 cervezas artesanales para el consumo local.
“Yo empecé en 2012 en otro lugar en Aguadilla cerca de la base, con un concepto que se llama The Beer Box que era de cervezas para llevar. En un momento dado, me da con aprender a hacer cerveza, aunque no quería hacerlo al principio, estaba en negativa total. Y un amigo que era el dueño anterior de esto me enseñó en su casa”, recordó Jorge de 48 años.
Mientras que Pérez, nacido en Arecibo, llegó un poco después para hacer el diseño gráfico de su negocio y, a la vez, desarrollar la imagen corporativa de las cervezas.
Su primer producto, según Castro Ramos, nació en el 2014.
“Es una cerveza que se llama Demolición que todavía la hacemos de vez en cuando. Demolición se convirtió en una cuestión representativa de lo que hacíamos, que era cerveza fuera del ‘comfort zone’, un poquito más fuerte en aquel momento. Es una cerveza bien amarga con bastante contenido de alcohol”, explicó el ponceño.
“La versión original tiraba un poquito para lo dulce, más maltosa. Ahora es doble de alcohol y el doble de ingredientes. Está entre 11% y 12% de alcohol por volumen. No es la más que hacemos, sino de vez en cuando. Ya en el 2015 empezamos a hacer cerveza en Caguas, una cerveza rubia y más liviana”, agregó.
Dos años después ocurrió uno de los desastres más grandes que ha vivido la sociedad puertorriqueña con el paso del huracán María, una situación que obligó a miles de personas a abandonar el país, pero el negocio de Castro Ramos recibió otro tipo de respaldo.
“Después pasó María continuamos en el negocio, estuvimos muy cerca de cerrar, pero seguimos por el apoyo de la gente. Seis meses después, se nos dio la oportunidad de adquirir este lugar porque la persona que lo tenía, uno de mis mentores y quien me enseñó a hacer cerveza, se mudó para Estados Unidos”, relató.
“Desde el 2016 estábamos intentando desarrollar y montar una cervecería. Así que esta oportunidad era perfecta porque ya tenía los permisos, el proceso de transferencia entre dueños era más fácil que empezar desde cero. Tenía lo básico en equipos para empezar a hacer cervezas rápido y poder recuperar el dinero rápido”, agregó Pérez, de 40 años.
Su entusiasmo era tal, que no esperaron a completar el proceso de comprar la empresa y se lanzaron a realizar varias recetas que estaban ideando.
“Hasta entonces, hemos batallado con pandemia, terremotos, el huracán y junto con el otro negocio que mudamos a otro local. Estábamos bregando con muchas cosas a la vez y llevamos cuatro años de batallar fuerte”, admitió René al revelar que mudarán la cervecería al área donde tienen el Boxlab.
“Antes nosotros servíamos cerveza aquí porque había una barra. Pero ahora mismo es restaurante, barra, coctelería con cerveza y la cerveza nuestra. Fue creciendo poco a poco y se está convirtiendo en cervecería. Ahora será cervecería y negocio”, confesó sobre la mudanza que esperan completar a finales de agosto.
“Lo que determina si una cerveza está lista, para mí es la fermentación y el acondicionamiento. Si la fermentación está completada, después pasa a un proceso de enfriamiento y ese proceso es el que determina que una cerveza está completada y lista para empacar. Control de temperatura es muy importante también porque se puede dañar”, explicó Castro Ramos al destacar que el negocio emplea a unas 25 personas.
Explicó que, parte de su propuesta está presente en el local ubicado en la carretera PR-110 en Aguadilla, a donde el consumidor puede escoger una variedad de 16 cervezas propias, entre estas, Mal de ojo, Buscapié, Cocotero, Majadero, Zarzuela, Vértice, Rajatabla, Brumosa, Vibra, Prisa y Santuario.
“Ahora estamos en otro proceso que es la mudanza a un local que es mucho más grande, vamos a aumentar la producción. También tenemos otro proyecto que es con Mal de Ojo que le queremos dar más cariño. Estamos enfocados trabajando duro y confiados en que el producto nuestro es de calidad”, concluyó René.
La editora de Negocios Joanisabel González explica los temas económicos más importantes a nivel local e internacional.
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