Con la esperanza de atajar el problema de falta de personal, muchos comercios locales aumentaron el salario mínimo antes de que entrara en vigor el 1ro de enero la nueva ley, que lo subió a $8.50 la hora. Sin embargo, la estrategia no ha rendido los frutos esperados, pues todavía tienen cientos de plazas vacantes, según comerciantes entrevistados.