“Creo que todos somos creativos, y estoy en una misión de probarlo”, afirmó este jueves Duncan Wardle, reconocido orador y exdirector de Innovación y Creatividad en The Walt Disney Company, ante la audiencia del evento masivo de motivación empresarial Mentes In, celebrado con casa llena en el Coca-Cola Music Hall de Distrito T-Mobile.

Wardle, quien entregó una clase magistral en cómo aplicar la innovación y la creatividad a todo tipo de organizaciones, fue el plato fuerte en el evento convocado por la plataforma INprende, fundada por Alessandra Correa.

Wardle rompió el hielo con un juego. Invitó a los vecinos de silla a presentarse como si se dedicaran a roles inventados y divertidos, como un terapeuta sexual para abejas. Con ello, buscó demostrar que, en un ambiente lúdico, donde no necesariamente van a ser juzgadas, las personas pueden reconectar con su creatividad innata.

Sobre el génesis de su enfoque en la creatividad dentro del entorno corporativo, contó cómo un literal tropiezo en su primera asignación de Disney lo catapultó de hacer cafés y vestirse como personajes animados a liderar todo un equipo para “insertar innovación y creatividad en el material genético” de cada empleado.

El tropiezo fue épico. Según narró, en 1988 se vistió del personaje Roger Rabbit para el estreno mundial de la película Who Framed Roger Rabbit. El plan era que Diana, Princesa de Gales, interactuara con el conejo al pie de una escalera. Pero un mal cálculo al pisar, lo hizo volar varios escalones, acercándolo peligrosamente a la princesa. Los guardaespaldas reales, con sus armas desenfundadas, lo interceptaron en el aire y ello quedó captado en foto y vídeo.

Wardle dio por sentado que sería despedido. En cambio, la gerencia lo vio como la mejor publicidad para el filme y lo posicionó para que, por los próximos 30 años, ejecutara ideas que a primera vista sonaran como locuras.

“Soy un hombre suertudo”, afirmó Wardle, quien ha probado su método de pensamiento creativo para propulsar la innovación no solo en las empresas adscritas a Disney, como Pixar, Marvel y Lucasfilm, sino también en otras organizaciones de talla global como IBM, Apple y Princess Cruises.

Expuso que, aun con barreras esperadas como temor al fracaso, exceso de reglas y falta de tiempo o presupuesto, se puede cultivar “el hábito de continuamente hacer las cosas de forma diferente”.

“La creatividad es un músculo, mientras más lo uses más fuerte se pone”, subrayó. “La innovación se siente incómoda”.

Por ello, instó a emular la curiosidad de los niños, que se mantienen haciendo una pregunta tras otra y usar las respuestas para suplementar los datos.

Recomendó repensar las reuniones rígidas, con presentaciones y mesas, cuando lo que se busque es desarrollar ideas nuevas.

“Cuando sacas la mesa del medio, los invitas a un paseo, conviertes tu presentación en una conversación”, abundó.

Otro mecanismo fue tomar prestado de la frase “sí, y”, por la que se rigen los practicantes de la improvisación teatral, en vez de caer en el “no, pero”, tan corporativo y frustrante.

“¿De quién es la idea luego de este ejercicio? Nuestra”, puntualizó. “La innovación es llegar a una idea en la que no estabas pensando”.

Wardle compartió varios consejos prácticos para los líderes que buscan potenciar la creatividad y la innovación

1. Plantear retos creativos de una semana y hasta un mes antes de citar a una reunión para discutirlos. Así, pasan tiempo donde les llegan las ideas naturalmene, como puede ser mientras guían o se ejercitan.

2.Listar las reglas de cómo se hacen las cosas en una columna y las preguntas de cómo romperlas en otra, sin descartar ninguna, aunque suenen imposibles.

3. Apostar a la diversidad: “Es sentido común: la diversidad es innovación. Si no lucen como tú, no piensan como tú, y si no piensan como tú, te pueden ayudar a innovar”. Como primer paso, invitó a los líderes en la audiencia a incluir a alguien que no sea parte de su equipo directivo o de su generación, a la próxima reunión donde estén buscando solucionar un problema.

4. Cultivar la empatía, como vía para mantener conexión con los clientes internos y externos. “¿Cuándo fue la última vez que pasaste tiempo en la sala de uno de tus consumidores?”, cuestionó.

5. Promover un ambiente donde se valore la intuición y la imaginación, reconociendo que en la era de la inteligencia artificial (IA), estas destrezas “son las más dificiles de programar dentro de la IA”.

“Brinda a tu equipo, a tu gente, el regalo de tener tiempo para pensar”, finalizó.