Los meseros son, en su mayoría, universitarios menores de 25 años, mujeres, y un 53% gana menos de $50 a la semana sin propina. Una cuarta parte de ellos tiene dos trabajos para poder subsistir.

Ese es, a grandes rasgos, el perfil de los casi 11,000 meseros que laboran en el sector de servicios de alimentación y lugares de bebidas en Puerto Rico, según una encuesta reciente realizada por la entidad Justicia Salarial, denominada Estudio sobre la condición socioeconómica de las personas que trabajan a base de propinas en Puerto Rico.

Ese grupo de trabajadores no gana un buen salario, como algunos creen, dijo Randy Negrón, cofundador de la entidad Justicia Salarial. Indicó que, en Puerto Rico, el salario anual de un mesero es, en promedio, $24,950, según los datos de la Oficina de Estadísticas Laborales (BLS por sus siglas en inglés) del Departamento del Trabajo federal para el año 2023. Esa cifra incluye el subsalario más las propinas, según Negrón.

Según las cifras oficiales, el salario promedio general en Puerto Rico ronda $34,120.

La encuesta de Justicia Salarial consistió de 56 preguntas, realizadas de manera persencial. Unos 300 meseros de toda la isla –incluyendo Vieques- completaron el cuestionario, que se llevó a cabo entre los meses de febrero y mayo de este año. La Fundación Estudios Técnicos Inc. tuvo a su cargo el análisis de los datos.

Negrón manifestó que Justicia Salarial aboga para que en Puerto Rico se derogue por ley el subsalario. Indicó que muchos estados ya lo han eliminado y otros lo han aumentado. En la isla, los empleados que reciben propina continúan ganando $2.13 por hora y los agricultores devengan unos $5 la hora.

El gobernador Pedro Pierluisi vetó el proyecto cameral 1133, que buscaba aumentar el subsalario en Puerto Rico al 50% del salario mínimo estatal, debido a que la Comisión de Salario Mínimo atendería ese asunto. Sin embargo, todavía la Comisión no ha actuado, aseveró Negrón.

Casi el 100% de los encuestados expresó estar a favor de que el subsalario aumente; y un 64%, es decir, seis de cada 10 encuestados, favorece que se pague el salario mínimo –que desde el pasado 1 de julio está en $10.50 la hora- más propinas.

La amplia mayoría de los encuestados pondera dejar su trabajo. La mayoría (76%) dice que los salarios y las propinas que reciben son muy bajos. Otros dicen que se quedarían si recibieran mejores salarios y beneficios.

Siete de cada 10 encuestados trabajan en un restaurante de cadena, 17% en negocios de comida locales y el 13%, en restaurantes de alta gama (“fine dining”).

Según Negrón, hay meseros que reciben menos de $20 semanales de subsalario. “Es insólito que en estos tiempos haya empleados que dependan de propinas para vivir y que no tengan plan médico. Con la eliminación del subsalario, eso no pasaría”.

Negrón destacó un dato particular de la encuesta. El 45% de los entrevistados indicó que, al menos, una vez a la semana, las propinas que reciben no le alcanzan para vivir.

El cofundador de Justicia Salarial narró que hay patronos que le quitan a los meseros un porcentaje de la propina para dárselo a los trabajadores de cocina; otros, descuentan los platos rotos del salario y hasta el monto de las mesas que se van sin pagar.

“Eso es ilegal”, afirmó Negrón, al indicar que el patrono solo puede descontar de la propina el cargo por servicio que cobra el banco por la tarjeta de crédito, y ese porcentaje oscila entre 2% y 3% aproximadamente, pero nunca 15%.

Un 33% de los entrevistados dijo que el patrono no paga las horas extras a tiempo y medio –como exige la ley-; y hay empleados que no reciben un talonario formal para saber cuánto les descontó el patrono.

Alejandro Bracero, quien trabajó hasta hace poco como mesero, alertó que muchos empleados de restaurantes carecen de cobertura médica. “Aquí hay un asunto de salud pública. Los cocineros, los meseros me decían ‘no tengo plan médico porque el salario no me da (para pagar uno)’. Yo crecí sin plan médico y estando enfermo tuve que trabajar porque no me querían excusar”, manifestó Bracero, quien es paciente de cáncer.

Bracero denunció también el estrés con el que se trabaja en la industria, lo que lleva a muchos a consumir drogas.

“¿Cuándo el patrono nos ha hecho estas preguntas (relacionadas con el salario y beneficios que reciben)? Nunca, tuvimos nosotros que organizarnos, y hacerlas para demostrar lo que estamos viviendo”, expresó por su parte, Mariana Soler, miembro de Justicia Salarial.

Justicia Salarial entregará los resultados del estudio a la Comisión del Salario Mínimo, y buscará reunirse con la Asociación de Restaurantes (Asore) para discutir los hallazgos de la encuesta.

Asimismo, la entidad volverá el próximo cuatrienio a presentar un proyecto para derogar el subsalario en Puerto Rico, manifestó Negrón.