Con una inversión de alrededor de $4.5 millones, la reconocida manufacturera de colchones Tempur+Sealy Puerto Rico inauguró este viernes su nueva fábrica en la Zona Industrial Río Cañas, en Caguas.
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De acuerdo con Christian Rergis, vicepresidente de Manufactura de la marca, se destinaron $2.5 millones para actualizar y reforzar el edificio de unos 44,000 pies cuadrados -entre manufactura y oficinas-, mientras los restantes $2 millones se utilizaron para la adquisición de maquinaria nueva.
“Estoy orgulloso de decir que el edificio, estas instalaciones que tenemos, están al mismo nivel que cualquier planta que tenemos en Estados Unidos y en algunos casos es mucho mejor”, aseguró Rergis.
Para la apertura, la empresa creó 10 empleos directos adicionales a los 15 que ya formaban parte de la plantilla y esperan crear al menos otras cinco plazas en el corto plazo, detalló el ejecutivo.
Desde su llegada a Puerto Rico, en 1960, Termpur+Sealy Puerto Rico operaba en Carolina, más de 60 años después la empresa relocalizó su manufactura a la Ciudad del Turabo para automatizar ciertos procesos, mejorar la calidad y aumentar la producción de colchones.
“Con la mudanza a Caguas, definitivamente, hemos invertido en nuevas facilidades, maquinarias y tecnologías que nos permiten continuar mejorando la calidad de nuestros productos”, expresó, entretanto, Verónica Rivera, gerente de Ventas de Tempur+Sealy Puerto Rico.
La fábrica tiene capacidad para confeccionar 150 colchones diarios, entre los más de 50 modelos distintos que ofrecen. Cerca del 80% de los mattress que se fabrican son del modelo premium Stearn & Foster, que comienza por encima de los $2,000, y si se le añade una plataforma automatizada puede ascender a los $10,000, indicó Rergis.
El vicepresidente indicó, en un recorrido por las nuevas instalaciones, que la meta es que el 100% de los colchones Stearn & Foster de la empresa se produzcan en Puerto Rico.
Entre la tecnología con la que se manufacturan los colchones están los de muelle tradicional y los de tecnologías híbridas, que es la combinación de un 50% en muelle y el otro 50% en el material de memory foam. Gran parte de la confección de estos colchones es hecha a mano, en este caso puertorriqueñas.
Ante las mejoras de infraestructura, equipo y tecnología realizadas por Tempur+Sealy, el Departamento de Desarrollo Económico y Comercio (DDEC) le otorgó un incentivo de $366,000.
“Esta compañía se presta no solo para cubrir lo que ha estado cubriendo hasta ahora, (sino que) se presta para poder suplir a fábricas de ellos (Tempur+Sealy) en Orlando, Florida, que están sold out (totalmente vendidas) y se necesita exportar de Puerto Rico para poder cumplir con la demanda en Orlando. Cuentan con nosotros para esa iniciativa”, expresó Manuel Cidre, secretario del DDEC.
Hasta el momento, Tempur+Sealy Puerto Rico fabrica y distribuye colchones a unos 58 puntos de venta alrededor de la isla, incluyendo a varios hoteles. Además, exporta a clientes en las Islas Vírgenes británicas, St. Thomas, St. Croix y Tortola.
La demanda de colchones tanto en Puerto Rico, como en Estados Unidos, se ha mantenido, según los directivos de la empresa.
Los consumidores suelen cambiar sus mattress cada 10 años, aproximadamente, sin embargo, dada la proliferación de hospederías a corto plazo en la isla, ha habido más movimiento de colchones, indicó la gerente de ventas de Tempur+Sealy Puerto Rico.
Planes de largo plazo
Aunque la capacidad instalada de la manufacturera en Puerto Rico está supuesta a mantenerse por los próximos dos o tres años, el vicepresidente de Manufactura adelantó por su parte que esperan convertir a la isla en un centro de distribución de productos Tempur-Pedic.
“Tenemos grandes planes en Puerto Rico”, sostuvo Rergis. “Estamos trabajando para, en un futuro cercano, ofrecer, Tempur-Pedic en nuestra fábrica (en la isla)”, agregó.
Tempur-Pedic fue descrito como un producto “superpremium”, que se produce solo en cuatro plantas en el mundo –tres en Estados Unidos y una, en Dinamarca-.
En cuanto a la marca Sealy, hay 16 plantas de manufactura en Estados Unidos, una en Puerto Rico, una, en México y tres, en Canadá.
Esta es la segunda expansión en lo que va del año de una manufacturera de colchones en Puerto Rico. El mes pasado, la empresa puertorriqueña Bassett Bedding completó la adquisición de la maquinaria necesaria para aumentar la producción de colchones y exportar a Estados Unidos, lo que requirió una inversión de $1.7 millones y generó unos 27 empleos directos.