Pese a que con la llegada de un nuevo año se renueva la esperanza de que será mejor y más productivo que el anterior, para la industria de restaurantes el 2025 se perfila como uno de serios desafíos, tanto que la mayoría de sus integrantes planifica reducir sus inversiones y no expandir sus operaciones este año.

Así lo reflejan las proyecciones de la industria, realizadas por la firma Inteligencia Económica entre fines de diciembre y principios de enero de este año, y comisionadas por la Asociación de Restaurantes (Asore). Los encuestados representan a más de 1,100 negocios del sector de restaurantes, incluyendo distribuidores. Entre los tipos de negocios hay “fast foods”, panaderías, restaurantes familiares, “casual dining”, chinchorros, y restaurantes de alta gama (“fine dining”).

Un 55.4% de los restaurateurs y ejecutivos del sector indicó que no expandirá su negocio en el 2025. Esa cifra es más alta que el 48.9% que respondió de la misma manera en el 2023.

Aunque los economistas de Inteligencia Económica, Gustavo Vélez y Chantal Benet, no estimaron cómo estarán las ventas y el nivel de empleos este año en la industria, sí comentaron que los márgenes de ganancia de los restaurantes se han ido reduciendo.

Según la encuesta, cuatro de cada 10 dijo que opera con una ganancia neta por debajo del 8%. Asimismo, 44% indicó que sus ventas fueron bajando en el 2024, mientras solo un 32% respondió de esa manera en el 2023. Estos datos reflejan las difíciles condiciones operativas a las que se enfrentan los negocios de comida en Puerto Rico, según el dúo de economistas.

Vélez enfatizó que en el 2024 empezó la normalización de la economía, tras acabarse el envió de dinero federal que llegó a la isla como resultado de la pandemia de Covid-19. A partir de julio, el índice de actividad económica comenzó a contraerse, las ventas empezaron su descenso, al igual que el margen de ganancias, y muchos negocios empezaron a debilitarse.

“Puerto Rico pudiera vivir en el 2025 una nueva caída en su economía”, advirtió el economista Vélez, al indicar que el elemento más disruptivo lo será el pago de la deuda de la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE). Explicó que este año la AEE debe salir de la quiebra, y ello va a provocar un aumento en las tarifas para poder pagar la deuda.

Otros retos que trae el 2025 y que los empresarios deberán estar atentos, Vélez mencionó: el efecto de las polémicas entre China y Estados Unidos y la posible imposición de hasta un 25% en aranceles a los productos importados. “Todos ustedes deberían empezar a hacer un estudio de sus suplidores”, aconsejó el fundador de Inteligencia Económica a los dueños y ejecutivos de restaurantes.

La cadena de suministros podría lacerarse nuevamente dependiendo de lo que ocurra en la geopolítica en el Medio Oriente y la situación en Ucrania. Otros dos retos para el sector son el aumento en las quiebras y el alza en las primas de seguros, en parte como consecuencia de las pérdidas provocadas por los fuegos en California.

¿Qué les preocupa a los restaurateurs?

La encuesta arrojó que los dueños de restaurantes están preocupados, sobre todo por el costo de los alimentos. Los precios de los alimentos fuera del hogar se mantienen todavía 5.5% por encima al 2023, según Vélez. Otras preocupaciones son el costo la energía eléctrica, el costo de la mano de obra, cómo reclutar y mantener a los empleados, y la incertidumbre económica que presenta el nuevo año, agregó la economista Benet.

Por su parte, Carlos Budet, presidente de Fransglobal y de Asore, no ocultó su preocupación con lo que puede deparar el 2025 para la economía local, y para el sector de restaurantes, en particular. “Esperamos que sea un año positivo, pero estamos extremedamente pendientes a lo que haga Mr. Trump, entre otras cosas, con los aranceles”, expresó.

Mencionó que otra preocupación constante que tiene Asore es el tema de la inestabilidad del sistema eléctrico. Sostuvo que la gente percibe que todos los negocios de comida tienen generadores y que los apagones o bajones de luz no les afectan; pero eso no es así. “Nada más lejos de la verdad, no todos tienen planta eléctrica”.

“Necesitamos que el sistema de energía eléctrica sea estable. Cuando hay apagones casi todos los centros comerciales cierran. Imagínate las pérdidas por hora que representa eso para los negocios”, manifestó el presidente de Asore.

De otro lado, a la presentación de las proyecciones de Asore asistieron los nuevos secretarios del Departamento de Desarrollo Económico y Comercio (DDEC) y de Asuntos del Consumidor (DACO), Sebastián Negrón Reichard y Natalia Catoni, respectivamente.

Negrón Reichard dijo a la audiencia que ya empezó a trabajar en modificar el proceso de permisos. Su objetivo es simplificarlo y hacerlo más ágil, y si no logra su cometido “que me boten”, le dijo a la audiencia. Señaló que el nuevo proceso dejará de pedirle al solicitante información que el gobierno ya tiene. Mientras, Catoni se presentó como una aliada del sector privado.