En varios meses, La Orocoveña Biscuit -fundada hace 55 años- expandirá sus operaciones a un edificio contiguo a la planta actual, con el propósito de aumentar la producción de dulces típicos y exportarlos a otras ciudades de Estados Unidos.

La empresa, netamente boricua, nació con el objetivo de traer nuevas propuestas para complacer el paladar de miles de consumidores y lo ha logrado. Entre sus productos se encuentran las galletas de casco, cuca de jengibre, mallorca, pan de pasas, besito de coco, bizcochos y el mal cortao, entre otros.

Actualmente, cuenta con más de una veintena de productos de pastelería que se envían a Ohio, Massachusetts, Nueva York e Indiana, entre otros estados, además de posicionarse en más de 1,500 puntos de venta en la isla.

Sin embargo, la demanda fuera del país sigue creciendo y por eso, sus propietarios, Eliut Ortiz Maldonado y Catalina Rosario Suárez, adquirieron la estructura aledaña - que mide unos 30,000 pies cuadrados- a un costo de $2 millones e incluye la compra de nuevos equipos para la elaboración.

De acuerdo con el gerente de operaciones, Marcelino Suárez Ortiz, “los trabajos en el nuevo edificio están bastante adelantados y entiendo que la mudanza se hará dentro de unos meses”.

“Vamos a expandir porque, ahora mismo, estamos en negociaciones con un cliente de Estados Unidos que quiere de tres a cuatro contenedores mensuales de la galleta de casco. Por eso, estamos adquiriendo más maquinaria, adquirimos más espacio y planificamos abrir el tercer turno”, reveló el orocoveño de 45 años.

Suárez Ortiz sostuvo que, la apertura de un tercer turno requerirá la contratación de cerca de 30 empleados, lo que elevará su plantilla a cerca de 110 trabajadores.

“Ahora mismo, tenemos alrededor de 80 empleados, cubriendo dos turnos. Son empleos a tiempo completo, mayormente del mismo pueblo. Pero la producción es grande y sigue creciendo. Nosotros tenemos 15 camiones que salen diariamente para la calle, que cubren todas las regiones de la isla”, resaltó.

Asimismo, explicó que, la mayoría de los empleados están entre las edades de 18 a 48 años, principalmente estudiantes universitarios, féminas y jefas de familia.

“Aquí hay muchos estudiantes universitarios. Ahora mismo estamos trabajando en 10,000 pies cuadrados. Adquirimos la fábrica del lado para mudarnos que son 30,000 pies. Vamos en crecimiento. Esperamos mudarnos en par de meses, ya se están haciendo los arreglos”, insistió.

Cabe destacar que, la Orocoveña se distingue por ser una empresa netamente boricua. Ortiz Maldonado y Rosario Suárez adquirieron la fábrica en el 2013, con el objetivo de traer nuevas propuestas para complacer el paladar de miles de consumidores.

Entre los productos elaborados por manos puertorriqueñas, se encuentran las galletas de casco, cuca de jengibre, mallorca, pande pasas, besito de coco, bizcochos y el mal cortao, entre otros.

“Nos dedicamos a la cuca de jengibre, la mallorca, el pan de pasas, el besito de coco, el mal cortao, los bizcochos, ya sean cantinflas de guayaba, de crema, zanahoria, queso-guayaba, vainilla. Estamos cubriendo la isla diariamente, llegando a más de 1,500 puntos de venta”, acotó Suárez.

“El volumen es bastante diario, entre mallorcas, pan de pasas, galletas de casco. La cuca de jengibre es el número uno y la mallorca, luego el pan de pasas. También tenemos los dulces típicos: ajonjolí, marrallo, coco-leche, coco-piña, coco-jengibre, todo se hace aquí”, agregó.

La operación diaria inicia a las 4:00 de la madrugada, con empleados que van preparando las masas y calentando la maquinaria. Luego, entra el turno de las 5:00 de la mañana para procesar la producción, mientras otros la acomodan en bandejas.

“Luego, eso va a otra área de crecimiento, horneo, enfriar y luego pasan para empaque y después se destinan para el almacén. Ponerlo en las bandejas es manual, igual que la cuca es artesanal”, explicó al hacer el recorrido por el área de producción, cuyo espacio está impregnado por el olor de los dulces recién horneados.

“Se nos hizo un poquito complicado con (el huracán) Fiona, por la falta de agua y energía eléctrica. Pero en tres días estaba operando y las ventas fueron más”, apuntó.

Por su parte, el gerente de ventas, Alexander Santos Oliveras, compartió el factor fundamental en que se cimentan: “Esta fábrica representa empleos para muchas familias de la zona central y aporta a la economía en Orocovis”.

Además, cuentan con una tiendita en las inmediaciones de su fábrica, ubicada a solo minutos del casco urbano. Para detalles puede acceder a: www.laorocovena.com.