La empresa familiar lleva más de 60 años de operación continua bajo la tutela de tres generaciones, periodo en el que han expandido su huella comercial
La empresa familiar lleva más de 60 años de operación continua bajo la tutela de tres generaciones, periodo en el que han expandido su huella comercial
16 de noviembre de 2021 - 8:45 AM
Manatí. - Aquí se les dice pastelillos y tienen apellido: Pastelillos Lamboy. Este negocio familiar, con más de 60 años de fundación, es una parada obligada para todo aquel que visita el casco urbano del pueblo, donde se encuentra la antigua casita de madera amarilla donde ubica el local.
La historia comenzó en 1952, cuando Falo Salgado estableció el local de venta de pastelillos en la calle Celis Aguilera. Siete años después, José Ramón Lamboy adquirió el negocio, rebautizándolo como “Pastelillos Lamboy” y alteró los ingredientes del relleno de la deliciosa fritura artesanal con un toque de sabor que les distingue hasta el día de hoy.
“El único (pastelillo) que se vendía hasta el 2007 como tal era el pastelillo de papa, que se hacía con poca carne. Inclusive, hace muchos años, hubo un tiempo en que se trató de hacer solo de carne, porque no aparecía papa y la gente no lo quería si no tenía papa. Todavía hoy, entre un 75 a un 80% de los pastelillos que se venden son de papa: la receta original”, explicó José Ramón Lamboy Robles, quien en el año 2000 tomó las riendas del negocio que fundó su padre, quien falleció en 2007.
Del famoso pastelillo relleno de papa, la empresa familiar fue sumando diversos sabores y aumentando su oferta, que actualmente incluye opciones con carne, pollo, pizza, camarones, jueyes, langosta, lasaña y diversos tipos de quesos, que se pueden ordenar en tamaño pequeño, mediano o grande. Además, cuentan con un segundo establecimiento en la carretera #2 kilómetro 45.4, en donde ampliaron su menú con un concepto de cafetería.
La producción de la masa inicia a las 5:00 a.m., para dar paso a la elaboración del relleno. Diariamente, se elaboran unos 1,200 pastelillos, los cuales se pueden ordenar en cantidades de 12 y 25 unidades. Negocios en Barceloneta, Morovis, Florida y Arecibo compran sus productos al por mayor.
Con la llegada de la pandemia, también vino la necesidad de reinventarse, y para eso Lamboy Robles contó con la colaboración de su hijo, José Ramón Lamboy Hernández.
“El negocio dependía únicamente de las personas que entraban al local. Pero, con lo del COVID teníamos la situación de que la gente se sentía cohibida, así que eso nos impulsó a diseñar la ventanilla (servi-carro), que era algo que habíamos pensado, pero no se había implementado por cuestiones de logística (en el segundo local). Gracias a Dios, el equipo que tenemos ahora está más unido que nunca y seguimos haciendo pequeños cambios, por ejemplo, la creación de un logo, una imagen para la marca que ya tiene fama. Estamos estableciendo lo que es el ‘branding’”, detalló con entusiasmo Lamboy Hernández, quien cuenta con estudios en finanzas y mercadeo.
“Ya vamos por la tercera generación de la familia Lamboy a cargo del negocio, que es el más antiguo en Manatí sin cambiar de dueños, porque mi mamá sigue siendo la propietaria. Y ahora él (su hijo) se ha encargado de modernizar nuestra empresa. Ya yo llevo más de 30 años en esto, así que voy en retirada, pero lo dejo en buenas manos”, concluyó Lamboy Robles.
El horario de operaciones de Pastelillos Lamboy es de lunes a sábado de 7:00 a.m. a 4:00 p.m. en la cafetería y de 7:00 a 3:00 p.m. en el local original.
La editora de Negocios Joanisabel González explica los temas económicos más importantes a nivel local e internacional.
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