El Aeropuerto Internacional Luis Muñoz Marín (SJU), en Isla Verde, tendría cerca de 1.6 millones de asientos disponibles para los viajeros durante diciembre de 2024, lo que representaría un aumento de aproximadamente 16% en el volumen de pasajeros al compararse la cifra contra el año anterior, según las proyecciones de Aerostar Airports Holdings, el operador privado de la instalación.

De acuerdo con Jorge Hernández, presidente de Aerostar, la expectativa del operador es que a partir del próximo domingo transite más de un millón de pasajeros por las instalaciones durante los últimos 31 días del año, lo que representaría entre 30,000 y 35,000 viajeros entrando y saliendo todos los días.

“Estamos hablando de números ya bastante altos para lo que es la temporada de invierno que comienza ahora”, mencionó Hernández.

“Nosotros esperamos que tengamos un volumen de pasajeros mayor que el que se experimentó el año pasado. Estamos hablando de que cerca de un 16% más de asientos o capacidad es lo que se va a ver en el mes de diciembre”, añadió el principal de Aerostar.

Si los estimados de Aerostar se consuman, ello implica que a partir del lunes, SJU recibirá, en promedio, unos 50,000 viajeros por cada día del mes de diciembre.

El operador privado de SJU, estima que al cierre del 2024 habrán transitado unos 13 millones de pasajeros, lo que marcaría un nuevo récord para el principal aeropuerto de Puerto Rico.

Entre enero y finales de octubre pasado, transitaron casi 11 millones de pasajeros, precisó el operador a preguntas de El Nuevo Día.

En esta semana, que incluye el Día de Acción de Gracias, se esperan que transiten unos 300,000 pasajeros por SJU, concluyendo también con más de un millón de pasajeros para este mes.

“En el mes de noviembre, como se proyecta, deberíamos sobrepasar el millón de pasajeros en total, lo que pondría este noviembre 2024 como el noviembre de mayor tráfico en la historia de este aeropuerto, Luis Muñoz Marín”, dijo Hernández.

El alto flujo de viajeros por el aeropuerto de Isla Verde ha provocado que, en horas pico, el tránsito vehicular en la zona de recogido de viajeros se complique, por lo que la empresa decidió habilitar un carril para vehículos en la planta baja que alivie la congestión de autos.

El carril que, por cuestiones de seguridad, quedó inoperante para el tráfico general luego de los atentados del 11 de septiembre de 2001, consta de unos 1,600 pies de pavimento en el área de recogido de pasajeros. El proyecto, a dos fases, conlleva una inversión total de unos $863,000, informó Hernández.

“Es una iniciativa permanente, ya esto se queda y es como lo estamos viendo. Esto está en miras a ir atendiendo estos volúmenes que hemos estado experimentando, buscando cómo atendemos el flujo vehicular en las áreas de tránsito del aeropuerto”, comentó Hernández.

Se trata de una nueva vía interna contigua a las áreas de salida de pasajeros, bajo techo, y que estará disponible en todo momento. Esta será una opción adicional a los carriles externos que hasta ahora eran el único punto para que familiares o conductores recogieran a los viajeros.

“El proyecto se trabajó de prisa, pero esto es un proyecto que lleva muchos años en proceso”, expuso Hernández. “Llevamos varios años trabajando con las agencias federales para poder habilitar estos carriles para el uso general”, continuó.

Se estima que, durante esta temporada alta, transiten unos 8,525 vehículos diariamente por la zona de recogido de viajeros, mientras que en las horas pico puede haber hasta 900 autos por hora en la zona.

El carril interno se construyó a finales de la década de 1990 para gestionar la llegada de viajeros, aliviar el flujo vehicular y dar prioridad a tour operadores y taxistas. El carril, incluso estuvo disponible para el público general durante varios años.

Sin embargo, luego del atentado del 11 de septiembre en 2001, en Nueva York, se implementaron una serie de restricciones que imposibilitaron el uso de la línea. Así las cosas, durante 23 años, la vía solo estuvo disponible para algunas agencias de recogido de pasajeros, vehículos de seguridad y similares, explicó Hernández.

“Este carril lleva muchos años construido y muchos años cerrado por temas de seguridad y de asuntos federales”, dijo Hernández.

La primera fase fue inaugurada este miércoles, tras una inversión de unos $243,000 para el trabajo civil, tecnología de control de acceso, señalización y pintura vial. La segunda etapa del proyecto está programada para concluir en marzo de 2025 para un costo de $620,000.