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Orgullosos del legado del Hotel Villa Cofresí

Cuatro hermanos comparten una vida dedicada a la industria hotelera

8 de mayo de 2023 - 4:59 PM

Nota de archivo
Esta historia fue publicada hace más de 1 año.
El emblemático hotel de la zona oeste de la isla comenzó en 1968 con 12 habitaciones. (XAVIER GARCIA)

Rincón - Sandra Yolanda Caro Caro se crió en un lugar donde otros vacacionan y descansan, pues su vida está ligada al Hotel Villa Cofresí, estructura que construyeron sus padres en la década del 60 con el propósito de albergar a los surfistas que competirían en un torneo mundial.

Allí realizaba sus tareas escolares, atendía a quienes llegaban a registrarse y, cada fin de semana, jugaba con nuevos amigos que viajaban de distintas partes del mundo a conocer Rincón, el pueblo donde creció.

Sin embargo, a la hora de cenar, se juntaba con sus cuatro hermanos para saborear los platos preparados por su progenitora que, a pesar de contar con un restaurante, prefería cocinar para mantener el calor del hogar. No obstante, su casa era el vestíbulo de una hospedería.

De eso ha transcurrido más de medio siglo, y casi todos los hijos de Rubén y Ritín continúan en el mismo espacio que una vez fue su hogar. Ahora llevan las riendas de la empresa familiar.

La segunda generación del Hotel Villa Cofresí es capitaneada por Sandra Yolanda, quien funge como gerente general.

La segunda generación del Hotel Villa Cofresí es capitaneada por Sandra Yolanda, quien funge como gerente general.
La segunda generación del Hotel Villa Cofresí es capitaneada por Sandra Yolanda, quien funge como gerente general. (XAVIER GARCIA)

“Mis padres compraron en este lugar en 1965, lo que era un restaurante muy humilde, pero donde se servían los mejores cortes de carne, camarones y pescados de toda el área oeste de Puerto Rico, según los militares que vivían en la base Ramey en Aguadilla que venían a comer a Rincón”, relató la fémina de 57 años.

El hotel comenzó en 1968 con 12 habitaciones, pero según Sandra Yolanda la experiencia resultó tan gratificante que sus padres decidieron agregar nuevos espacios.

“Hoy día tenemos 121 habitaciones de diferentes categorías y todas las facilidades de un hotel completo, en la misma playa de Rincón. Además, contamos con piscina, salón de juegos para los niños, tienda de regalos y salón de banquetes en donde hacemos todo tipo de actividad”, sostuvo Caro, quien posee una maestría en Gerencia de Recursos Humanos de la Universidad de Puerto Rico en Mayagüez.

“Igualmente, tenemos el restaurante ‘La Ana de Cofresí’, que se especializa en mariscos frescos, carnes angus, comidas criollas y, El Bohío, a pasos del mar, donde servimos comidas rápidas y bebidas, y el famoso coco pirata, que es el trago de la casa desde 1965, servido en un coco fresco con diferentes tipos de alcohol y otros ingredientes”, detalló.

Así las cosas, los hermanos Caro Caro se encargan de continuar el trabajo que iniciaron sus padres.

“Es una historia bien bonita, porque somos cuatro hermanos los que trabajamos en el hotel; Rubén vive en Estados Unidos. Soy la gerente general, Fernando trabaja finanzas y planta física; Rita trabaja con compras y operaciones y, David es el gerente nocturno. Todos estudiamos en la universidad y nos graduamos de diferentes cosas”, manifestó.

Al responder cómo es el día a día trabajando con sus hermanos, Sandra Yolanda aseguró que “nos complementamos y, trabajamos juntos de lo más bien”.

“Nosotros fuimos criados en una familia trabajadora, que nos enseñaron valores y, a pesar de que fuimos criados en el lobby de un hotel, vivimos aquí toda la vida, en el segundo piso. Mi mamá era la administradora por muchos años, pero ella nos enseñó lo que es la familia. Ella cocinaba diariamente; siempre tuvimos ese calor de familia, aun viviendo en un hotel”, confesó.

Igualmente, resaltó que, cuando no están de acuerdo en algún asunto, es su madre, ahora de 83 años, la que toma la decisión final.

“Todos los martes a las 10:00 a.m., nos reunimos con mi mamá en su casa para la reunión de la junta de directores. Discutimos, no estamos 100 por ciento de acuerdo, pero cuando no podemos llegar a un acuerdo, todo se lleva a votación. Cuando no estamos de acuerdo, traemos a mami que, nos escucha, trabaja de mediadora y se hace lo que ella diga”, confesó.

“Por más estudios universitarios que uno tenga, hay cosas que se aprenden con la experiencia, los años y eso lo tenemos muy claro. Terminamos con un suculento almuerzo cocinado por ella y, si hubiésemos tenido alguna diferencia en la reunión, eso queda atrás porque somos hermanos y nos amamos”, sostuvo.

De otra parte, mencionó que la operación genera un centenar de empleos, convirtiendo el hotel en el segundo patrono del pueblo, después del ayuntamiento.

Asimismo, auguró la continuidad de la hospedería en manos de una tercera generación aludiendo a sus hijas, Kassandra y Alana, quienes se preparan para tomar las riendas futuras del reconocido hotel.

“Es bonito, porque somos una familia cien por ciento rincoeña y puertorriqueña que fuimos uno de los primeros negocios en Rincón, de la industria del turismo. Si Dios lo permite, vamos a seguir muchos años más, con nuestros hijos como tercera generación”, concluyó.



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