Un disturbio identificado por el el Centro Nacional de Huracanes (NHC, por sus siglas en inglés) al mediodía del lunes no representa riesgo alguno para Puerto Rico o áreas pobladas y se espera que se disipe gradualmente.

“Es algo que en ocasiones pasa fuera de temporada, como estas bajas presiones que pueden intensificarse, pero no representa ninguna amenaza y tiene probabilidad bien baja de desarrollarse”, informó la meteoróloga del Servicio Nacional de Meteorología (SNM), Cecille Villanueva, a El Nuevo Día.

No obstante, Villanueva enfatizó que aunque no tendría un impacto directo en Puerto Rico, si traería fuertes marejadas y riesgo alto de corrientes marinas.

“Hoy (lunes) tuvimos una advertencia de resaca fuerte y es por estas marejadas que están impulsadas por la baja presión... Las condiciones marítimas y costeras se van a mantener peligrosas a medida que esta baja presión esté en las aguas del Atlántico”, detalló la meteoróloga.

El área de baja presión no tropical produce fuertes vientos con lluvias y tormentas eléctricas desorganizadas, pero mantiene poca probabilidad de desarrollo, con 10% tanto para las próximas 48 horas y los próximos siete días.

“No se espera un desarrollo adicional de esta baja presión mientras se desplaza hacia el norte-noroeste hacia un entorno de fuertes vientos en niveles superiores y aire seco esta noche y el martes”, lee el informe inicial emitido por la NHC.

El sistema se ubica a 700 millas al noreste de las Islas de Barlovento.

La temporada de huracanes comienza el 1 de junio y culmina el 30 de noviembre.