Delaware - Los miembros del jurado en el juicio por posesión de armas de Hunter Biden comenzaron a deliberar el lunes para decidir si el hijo del presidente es culpable de cargos federales por armas de fuego por un revólver que compró cuando los fiscales dicen que era adicto al crack.

Hunter Biden está acusado de tres delitos graves derivados de la compra del arma en 2018. Los fiscales dicen que mintió en un formulario federal al indicar que no consumía ilegalmente ni era adicto a las drogas.

Desde que comenzó el juicio la semana pasada en el tribunal federal de Delaware, los miembros del jurado han escuchado el testimonio emocional de las exparejas románticas de Hunter Biden, han leído mensajes de texto personales y han visto fotos de él con parafernalia de drogas o parcialmente vestido.

Biden ha relatado públicamente su lucha contra la adicción al crack y la cocaína antes de recuperar la sobriedad hace más de cinco años. Pero la defensa trató de demostrar que no se consideraba un “adicto” cuando rellenó el formulario.

Es el primero de los dos juicios a los que se enfrenta Hunter Biden en plena campaña de reelección de su padre demócrata. El menor de los Biden también está acusado de no haber pagado al menos $1.4 millones de en impuestos, en un caso cuyo juicio está previsto para septiembre.

En los alegatos finales del lunes, el fiscal dijo a los miembros del jurado que se centraran en las “abrumadoras” pruebas contra Hunter Biden y que no prestaran atención a los miembros de la familia del presidente sentados en la sala, incluida la primera dama, Jill Biden.

“Todo esto no son pruebas”, dijo Wise, extendiendo la mano e indicando al jurado que mirara a la galería. “Las personas sentadas en la galería no son pruebas”.

El abogado defensor, Abbe Lowell, replicó que los fiscales no han podido probar su caso. Dijo a los miembros del jurado que el hecho de que su cliente tenga un apellido famoso no cambia el hecho de que se le presume inocente -como a cualquier otro acusado- hasta que se demuestre su culpabilidad.

“Con mi último aliento en este caso, pido el único veredicto que obligará a los fiscales a cumplir lo que la ley les exige: un veredicto de inocencia”, dijo Lowell.

La defensa ha intentado demostrar que Hunter Biden no se consideraba “adicto” cuando rellenó el formulario. Sus abogados han sugerido que estaba tratando de dar un giro a su vida en el momento de la compra del arma, habiendo completado un programa de desintoxicación y rehabilitación a finales de agosto de 2018.

Lowell dijo que no hay testigos del consumo de drogas de Hunter Biden en los 11 días que tuvo el arma. Y sugirió que su cliente mentía sobre dónde estaba en mensajes de texto a la viuda de su hermano Beau. La fiscalía sugiere que esos textos muestran el consumo de drogas y los negocios con drogas en los días posteriores a la compra del arma.

“En cualquier momento, él le mentiría sobre dónde estaba”, dijo Lowell.

Los alegatos finales se produjeron poco después de que la defensa diera por concluidos sus argumentos sin llamar a Hunter Biden al estrado. Biden sonrió mientras charlaba con los miembros de su equipo de defensa y saludó con el pulgar a uno de sus partidarios en la tribuna después del último testigo, un agente del FBI llamado por los fiscales en su caso de refutación.

La primera dama, el hermano del presidente, James, y otros familiares se sentaron en la primera fila de la sala del tribunal de Wilmington (Delaware). En un momento dado, Hunter Biden se inclinó sobre una barandilla para susurrar al oído de su madre. Ella ha asistido a la mayor parte del juicio, faltando sólo un día la semana pasada para asistir a los actos del aniversario del Día D con el presidente en Francia.

Hunter Biden se ha declarado inocente de tres cargos de delito grave derivados de la compra en octubre de 2018 de un arma que tuvo durante unos 11 días. Ha acusado al Departamento de Justicia de ceder a la presión política del expresidente Donald Trump y otros republicanos para presentar el caso de las armas y cargos fiscales separados después de que un acuerdo con los fiscales se viniera abajo el año pasado.

El caso ha puesto el foco en una época turbulenta en la vida de Hunter Biden tras la muerte de su hermano en 2015.

Los miembros del jurado han escuchado el emotivo testimonio de las antiguas parejas sentimentales de Hunter Biden y han leído mensajes de texto personales. Han visto fotos suyas con una pipa de crack en la mano y parcialmente vestido, y un vídeo de su teléfono en el que se ve cómo pesa crack en una báscula.

Su exesposa y dos exnovias testificaron ante los fiscales sobre su consumo habitual de crack y sus esfuerzos fallidos por ayudarle a desintoxicarse. Una mujer, que conoció a Hunter Biden en 2017 en un club de striptease donde trabajaba, le describió fumando crack cada 20 minutos aproximadamente mientras se alojaba con él en un hotel.

Los miembros del jurado le han escuchado describir largo y tendido su descenso a la adicción a través de extractos de audio reproducidos en el tribunal de sus memorias de 2021, “Beautiful Things”. El libro, escrito después de que se puso sobrio, cubre el período en que tuvo el arma, pero no lo menciona específicamente.

Un testigo clave para los fiscales fue la viuda de Beau, Hallie, que tuvo una relación breve y problemática con Hunter después de que su hermano muriera de cáncer cerebral. Ella encontró el arma descargada en la camioneta de Hunter el 23 de octubre de 2018, entró en pánico y la arrojó a un bote de basura en una tienda de comestibles en Wilmington, donde un hombre la pescó inadvertidamente de la basura.

Desde el momento en que Hunter regresó a Delaware de un viaje a California en 2018 hasta que ella tiró el arma, no le vio consumir drogas, dijo Hallie a los miembros del jurado. Ese período de tiempo incluyó el día en que compró el arma. Pero los jurados también vieron mensajes de texto que Hunter envió a Hallie en octubre de 2018 diciendo que estaba esperando a un traficante y fumando crack. El primer mensaje fue enviado el día después de que compró el arma. El segundo fue enviado al día siguiente.

Joe Biden dijo la semana pasada que aceptaría el veredicto del jurado y ha descartado un indulto presidencial para su hijo. Tras volar de regreso de Francia, el presidente pasó el día en su casa de Wilmington y se le esperaba en Washington por la noche para asistir a un concierto del Juneteenth. Tenía previsto viajar a Italia a finales de esta semana para asistir a la conferencia de líderes del Grupo de los Siete.

El verano pasado, parecía que Hunter Biden evitaría el procesamiento en el caso de las armas por completo, pero un acuerdo con los fiscales implosionó después de que el juez, que fue nominado para el banquillo por Trump, planteara preocupaciones al respecto. Hunter Biden fue acusado posteriormente de tres delitos graves relacionados con armas de fuego. También se enfrenta a un juicio programado para septiembre por cargos de delito grave alegando que no pagó al menos 1,4 millones de dólares en impuestos durante cuatro años.

Si es declarado culpable en el caso de las armas, se enfrenta a hasta 25 años de prisión, aunque los delincuentes primerizos no reciben ni de lejos el máximo, y no está claro si el juez le daría tiempo entre rejas.