

11 de abril de 2025 - 10:55 PM
Cuando parecía avanzar el diálogo en el tema comercial, un nuevo frente se recrudece entre Estados Unidos y México: el reparto de agua en la zona fronteriza.
El presidente Donald Trump amenazó el jueves a México con aranceles, e incluso sanciones, si no paga el agua que debe a Texas de acuerdo a un tratado bilateral de 1944, que hace un reparto del agua de los ríos fronterizos. México no ha podido cumplir los compromisos de ese acuerdo por la sequía que vive la zona.
Estados Unidos ya detuvo los envíos de agua a Tijuana en marzo, pero ahora el tono de la amenaza aumentó para volver a poner sobre la mesa la posibilidad de gravámenes comerciales, aunque la presidenta mexicana se ha comprometido a ir cumpliendo “poco a poco” porque hay escasez de agua.
Según Trump, México debe 1.3 millones de acres-pies de agua (la cantidad de agua necesaria para cubrir 1 acre de tierra a una profundidad de 1 pie) y no sólo “está violando” sus obligaciones sino “robando agua” a los agricultores de Texas. Eso, según el estadounidense, provocó el año pasado el cierre del único ingenio azucarero de ese estado fronterizo.
“Esto es muy injusto”, escribió en la red social Truth. “Seguiremos escalando las consecuencias, incluyendo ARANCELES y, tal vez incluso SANCIONES, hasta que México honre el Tratado, y DÉ A TEXAS EL AGUA QUE SE LE DEBE”.
La presidenta Claudia Sheinbaum contestó al mensaje también a través de sus redes sociales y dijo que México intenta cumplir. “Han sido tres años de sequía y, en la medida de la disponibilidad de agua, México ha estado cumpliendo”, escribió en X.
Además, señaló que el miércoles se envió una propuesta a las autoridades estadounidenses para atender el envío de agua a Texas “que incluye acciones de muy corto plazo”.
Según el tratado de 1944, México está obligado a entregar 430 millones de metros cúbicos (350,000 acres-pie) de agua por año, o aproximadamente 2,150 millones de metros cúbicos acres-pie (1.75 millones de acres-pie) en 5 años. Estados Unidos, a cambio, le da a México aún más agua de otras fuentes de agua ubicadas más al oeste.
Al tener cinco años de margen, México puede tener una deuda de agua en los primeros cuatro y compensarla en el quinto, lo que le ha llevado a atrasar los pagos, esperando que un huracán u otras lluvias intensas aporten agua en la zona fronteriza. Pero generalmente, en ese momento no se necesita el agua y eso frustra a los agricultores de Texas, quienes necesitan un suministro de agua confiable.
En el ciclo actual, que comenzó en 2020, México ha entregado hasta ahora sólo alrededor de 525 millones de metros cúbicos (425,000 acres-pie) en total, alrededor de una cuarta parte de lo que debe para el período quinquenal que termina en octubre de 2025.
México tiene que liberar agua de las represas en los afluentes que alimentan el río Bravo, pero eso genera oposición por parte de los agricultores mexicanos, quienes la quieren para ellos. El tratado otorga a Estados Unidos derechos sobre un tercio del flujo de seis afluentes mexicanos.
En noviembre del año pasado, los dos países anunciaron un acuerdo para flexibilizar los pagos en la cuenca del río Bravo y la semana pasada, después de que se detuvieron los envíos a Tijuana, Sheinbaum insistió en su disposición a cumplir “poco a poco”, porque se está apostando por la tecnificación del riego para ahorrar un agua cada vez más escasa a ambos lados de la frontera.
El tema ha provocado disputas recurrentes entre los dos países, pero la situación actual es mucho más delicada debido a las constantes amenazas arancelarias lanzadas por Trump si México no cumple con sus peticiones en seguridad y migración.
La presidenta mexicana se mostró confiada en llegar a un acuerdo, como se ha hecho en los otros temas, y dijo que ordenó a los responsables del asunto que se pongan en contacto “de inmediato” con sus pares estadounidenses.
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