![](https://www.elnuevodia.com/resizer/v2/APTNZR4SEJBXTM5475SH7EX7BU.jpg?auth=0d7614b97eafb7461f6f4420584dd4005e1d91e340d59ae6f8c3fadb34795ee7&quality=75&width=829&focal=2250%2C644)
![](https://www.elnuevodia.com/resizer/v2/APTNZR4SEJBXTM5475SH7EX7BU.jpg?auth=0d7614b97eafb7461f6f4420584dd4005e1d91e340d59ae6f8c3fadb34795ee7&quality=75&width=829&focal=2250%2C644)
13 de febrero de 2025 - 3:26 PM
El presidente Donald Trump presentó el jueves su plan para aumentar los aranceles de Estados Unidos a fin de igualar las tasas impositivas que otros países cobran sobre las importaciones, lo que podría desencadenar una confrontación económica más amplia con aliados y rivales por igual, mientras busca eliminar cualquier desequilibrio comercial.
“He decidido, por razones de equidad, que cobraré un arancel recíproco”, dijo Trump en la Oficina Oval al firmar la proclamación. “Es justo para todos. Ningún otro país puede quejarse”.
La administración republicana de Trump ha insistido en que sus nuevos aranceles nivelarían el campo de juego entre los fabricantes estadounidenses y la competencia extranjera, aunque estos nuevos impuestos probablemente serían pagados por los consumidores y empresas estadounidenses, ya sea directamente o en forma de precios más altos.
La política de aranceles podría fácilmente volverse en contra de Trump si su agenda impulsa la inflación y desacelera el crecimiento, convirtiendo esto en una apuesta arriesgada para un presidente ansioso por demostrar su autoridad sobre la economía de Estados Unidos.
Los aumentos arancelarios serían personalizados para cada país, con el objetivo parcial de iniciar nuevas negociaciones comerciales. Sin embargo, otras naciones también podrían sentirse obligadas a responder con sus propios aumentos arancelarios sobre productos estadounidenses. Como resultado, Trump podría necesitar encontrar formas de asegurar a los consumidores y empresas que el crecimiento compensará cualquier incertidumbre derivada de las posibles repercusiones de sus aranceles.
La proclamación de Trump identifica los impuestos sobre el valor añadido (IVA), que son similares a los impuestos sobre las ventas y comunes en la Unión Europea (UE), como una barrera comercial que se incluirá en cualquier cálculo de aranceles recíprocos, según un alto funcionario de la Casa Blanca que insistió en el anonimato para adelantar los detalles en una llamada con reporteros.
Las tasas arancelarias de otras naciones, los subsidios a las industrias, las regulaciones y la posible subvaloración de monedas estarían entre los factores que la administración Trump usaría para evaluar los aranceles.
El funcionario dijo que se espera que los ingresos arancelarios ayuden a equilibrar el déficit presupuestario proyectado de $1,900 millones. También indicó que las revisiones necesarias para los aranceles podrían completarse en cuestión de semanas o pocos meses.
Los posibles aumentos impositivos sobre importaciones y exportaciones podrían ser significativos en comparación con los aranceles relativamente modestos que Trump impuso durante su primer mandato. El comercio de bienes entre Europa y Estados Unidos casi alcanzó los $1,300 millones el año pasado, con Estados Unidos exportando $267,000 millones menos de lo que importó, según la Oficina del Censo.
El presidente ha tenido desacuerdos públicos con múltiples socios comerciales de Estados Unidos en las últimas semanas, amenazando con aranceles e invitando a represalias con impuestos a las importaciones que podrían llevar a la economía a una guerra comercial.
Trump ha impuesto un arancel adicional del 10% a las importaciones chinas debido al papel de ese país en la producción del opioide fentanilo. También ha preparado aranceles para Canadá y México, los dos mayores socios comerciales de Estados Unidos, que podrían entrar en vigor en marzo después de haber sido suspendidos por 30 días. Además, el lunes eliminó las exenciones de sus aranceles al acero y aluminio de 2018. También ha insinuado nuevos aranceles sobre chips de computadora y medicamentos farmacéuticos.
La UE, Canadá y México tienen listas contramedidas para infligir daño económico a Estados Unidos en respuesta a las acciones de Trump, mientras que China ya ha tomado medidas retaliatorias con aranceles sobre energía, maquinaria agrícola y automóviles de gran motor fabricados en Estados Unidos, además de una investigación antimonopolio sobre Google.
La Casa Blanca ha argumentado que cobrar los mismos impuestos de importación que otros países mejoraría la equidad comercial, potencialmente aumentando los ingresos para el gobierno de Estados Unidos y facilitando negociaciones que eventualmente podrían mejorar el comercio.
Sin embargo, Trump también está apostando políticamente a que los votantes tolerarán niveles más altos de inflación. Los picos de precios en 2021 y 2022 debilitaron gravemente la popularidad del entonces presidente Joe Biden, con votantes tan frustrados por la inflación y la erosión de su poder adquisitivo que el año pasado eligieron a Trump de nuevo para abordar el problema. La inflación ha aumentado desde las elecciones de noviembre, con el gobierno informando el miércoles que el índice de precios al consumidor se encuentra en una tasa anual del 3%.
El equipo de Trump ha rechazado las críticas a sus aranceles, incluso mientras reconoce la posibilidad de cierto dolor financiero. Sostiene que los aranceles deben sopesarse en conjunto con la posible extensión y expansión de los recortes de impuestos de 2017 de Trump, así como con los esfuerzos para reducir regulaciones y generar ahorros a través de congelaciones de gastos y reducciones de personal en la iniciativa de Eficiencia Gubernamental liderada por el multimillonario asesor Elon Musk.
No obstante, un obstáculo para este enfoque podría ser la secuencia de las diversas políticas y la posibilidad de que un conflicto comercial más amplio frene la inversión y la contratación en medio de mayores presiones inflacionarias.
Analistas del banco Wells Fargo dijeron en un informe del jueves que los aranceles probablemente afectarán el crecimiento este año, justo cuando la extensión de los recortes de impuestos podría ayudar a la recuperación en 2026.
“La economía de Estados Unidos comenzó (el) 2025 con un impulso considerable, pero esperamos que el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) real disminuya en los próximos trimestres a medida que los efectos de los aranceles en los precios erosionen el crecimiento de los ingresos reales, afectando así el gasto del consumidor”, señaló la institución bancaria en el informe.
Las noticias explicadas de forma sencilla y directa para entender lo más importante del día.
Te invitamos a descargar cualquiera de estos navegadores para ver nuestras noticias: