El presidente Donald Trump ha otorgado una exención de un mes a los nuevos y estrictos aranceles sobre las importaciones desde México y Canadá para los fabricantes de automóviles de Estados Unidos, en medio de temores de que la guerra comercial pueda perjudicar a los fabricantes estadounidenses.

El anuncio se produjo después de que Trump hablara el miércoles con los líderes de las tres principales compañías automotrices: Ford, General Motors y Stellantis. Según la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, Trump también les dijo a los ejecutivos que deberían trasladar su producción de Canadá y México a Estados Unidos.

“Hablamos con los tres principales fabricantes de automóviles”, dijo Trump en un comunicado leído por su portavoz. “Vamos a otorgar una exención de un mes a cualquier automóvil que ingrese bajo el USMCA”, en referencia al acuerdo de libre comercio de América del Norte que renegoció en su primer mandato.

La secretaria de prensa de Trump dijo que el presidente está abierto a considerar más exenciones, pero el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, no está dispuesto a levantar los aranceles de represalia de Canadá si Trump mantiene cualquier arancel contra su país, según un alto funcionario gubernamental que habló bajo condición de anonimato.

“La comunicación entre ambos países continuará hoy”, informó la oficina de Trudeau.

El primer ministro de Ontario, Doug Ford, dijo anteriormente a The Associated Press que el sector automotriz en Estados Unidos y Canadá podría sostenerse aproximadamente 10 días antes de que comiencen a cerrar líneas de ensamblaje en ambos países.

“La gente va a perder sus empleos”, advirtió.

El secretario de Comercio, Howard Lutnick, señaló que podrían hacerse excepciones en los aranceles del 25% impuestos a Canadá y México.

Sin embargo, los aranceles de Trump han generado fricciones entre aliados que ven su agresividad comercial como errónea. Canadá ha indicado que rechazará cualquier intento de reducir los aranceles recientemente impuestos. La guerra comercial podría no ser una escaramuza breve, ya que la Casa Blanca ha advertido que en abril se impondrán impuestos aún más severos a las importaciones, lo que preocupa a empresas y consumidores por la posibilidad de mayor inflación, menor crecimiento económico y despidos masivos.

Aun así, la administración está lidiando con las consecuencias de los aranceles, que podrían afectar seriamente su promesa política de reducir los precios. Trump ha reconocido que sus aranceles podrían causar cierto dolor financiero, pero ha insistido en que llevarán a más inversión nacional y creación de empleos en fábricas.

En una entrevista con Bloomberg Television, Lutnick dijo que Trump actualizaría sus planes de aranceles con un anuncio por la tarde, posiblemente excluyendo a sectores como la industria automotriz de los impuestos a las importaciones.

El 2 de abril, Trump planifica anunciar lo que llama “aranceles recíprocos” para igualar los aranceles, impuestos y subsidios que otros países imponen a Estados Unidos. Esto podría aumentar drásticamente las tasas arancelarias a nivel global y aumentar el riesgo de una guerra comercial más amplia.

Lutnick dijo que hablaría el miércoles con Trump sobre las posibles opciones con Canadá y México, afirmando que ambos países están trabajando para abordar las preocupaciones de Trump sobre el tráfico de drogas. Se espera que Trump anuncie su decisión el miércoles por la tarde.

El martes, Trump impuso aranceles del 25% a las importaciones desde México y Canadá, aplicando un impuesto menor del 10 % a productos energéticos canadienses como el petróleo y la electricidad. También duplicó el arancel del 10 % impuesto a China, elevándolo al 20%. La administración ha justificado los aranceles como una forma de frenar el contrabando de drogas como el fentanilo, pero Trump también insinuó que buscan reducir el déficit comercial persistente de Estados Unidos.

Las medidas provocaron represalias inmediatas de Canadá y China, y se espera que México anuncie su respuesta el domingo. La bolsa de valores de Estados Unidos ha perdido todas las ganancias acumuladas desde la victoria electoral de Trump el año pasado. Los consumidores, ya afectados por la inflación, temen que los aranceles eleven aún más los precios. Estas preocupaciones llevaron a Lutnick a insinuar un posible repliegue en una entrevista con Fox Business Network el martes por la tarde.

Trump intentó minimizar los posibles efectos económicos, describiéndolos como “un pequeño disturbio”. Su administración ha rechazado los pronósticos externos que advierten sobre una inflación más alta y un menor crecimiento económico.

“Podría haber un pequeño período de ajuste”, dijo, argumentando que los agricultores se beneficiarían de los aranceles recíprocos sobre países que imponen impuestos a las exportaciones estadounidenses. “Deben tener paciencia, esto será aún mejor”.

Trump también mencionó en su discurso que habló el martes con “los tres principales” ejecutivos de las grandes automotrices de Estados Unidos y que “están muy emocionados”. Estas compañías incluyen General Motors, Ford y Stellantis (la empresa matriz de Chrysler y Jeep). El sector automotriz estadounidense es especialmente vulnerable a los aranceles, ya que depende de México y Canadá en su cadena de suministro.

Trudeau afirmó el martes que su país impondrá aranceles a más de 100 mil millones de dólares en productos estadounidenses en un plazo de 21 días, criticando a Estados Unidos por abandonar una relación de amistad de larga data.

“Hoy, Estados Unidos ha iniciado una guerra comercial contra Canadá, su socio y aliado más cercano, su mejor amigo. Al mismo tiempo, están hablando de colaborar con Rusia y apaciguar a Vladimir Putin, un dictador asesino y mentiroso. Explíquenme cómo eso tiene sentido”, dijo Trudeau.

México indicó que anunciará sus contramedidas el domingo.

Por su parte, China respondió con aranceles de hasta el 15% sobre una amplia gama de productos agrícolas estadounidenses y amplió las restricciones a empresas estadounidenses.

“Si Estados Unidos quiere guerra, ya sea una guerra arancelaria, comercial o de otro tipo, estamos listos para luchar hasta el final”, publicó la embajada de China en Estados Unidos en X el martes por la noche.

En respuesta a China, el secretario de Defensa de Estados Unidos, Pete Hegseth, dijo en el programa “Fox & Friends” de Fox News Channel que el país está “preparado” para la guerra contra la segunda economía más grande del mundo.

“Quienes anhelan la paz deben prepararse para la guerra”, afirmó Hegseth el miércoles por la mañana. “Si queremos disuadir una guerra con China u otros, debemos ser fuertes”.

Leavitt es una de las tres funcionarias de la administración que enfrentan una demanda de The Associated Press por violaciones a la Primera y Quinta Enmienda. La AP acusa a la administración de castigar a la agencia de noticias por decisiones editoriales que desaprueban. La Casa Blanca afirma que la AP no ha cumplido con una orden ejecutiva que exige referirse al Golfo de México como el “Golfo de América”.