Nueva York - Desde el momento en que renunció como gobernador de Nueva York, la gente ha especulado que solo era cuestión de tiempo para que Andrew Cuomo tratara de retomar su carrera política.

Ese día llegó el sábado, cuando el demócrata anunció que se postularía para alcalde de la ciudad de Nueva York.

Ahora, la gran pregunta es si los votantes lo quieren de regreso.

En el video en que anunció su campaña el sábado, y posteriormente en un discurso el domingo, Cuomo intentó retratar a Nueva York como una ciudad en crisis. Se presentó como un funcionario firme que puede abordar problemas como la situación de indigentes y los exorbitantes costos de la vivienda.

Sin embargo, su ingreso a la contienda desató críticas inmediatas de quienes aseguran que no merece una segunda oportunidad.

A continuación, un panorama general de la situación:

Cuomo renunció a la gobernación en agosto de 2021 cuando parecía un hecho que sería destituido.

La fiscal general del estado encargó un informe en el que se llegó a la conclusión de que Cuomo acosó sexualmente a por lo menos a 11 mujeres. Algunas de ellas se quejaron de toqueteos, coqueteos, besos y comentarios no deseados sobre su vida sexual o su apariencia.

Una colaboradora presentó una denuncia penal en la que argumentó que Cuomo le tocó los pechos. El fiscal del distrito de Albany se negó a procesar, alegando que no había evidencias suficientes.

Muchos demócratas de alto nivel presionaron a Cuomo para que renunciara, incluidos el entonces presidente Joe Biden, la expresidenta de la Cámara de Representantes Nancy Pelosi y los dos senadores federales del estado, Chuck Schumer y Kirsten Gillibrand.

Cuomo se disculpó por algunos de sus comportamientos, asegurando que no se dio cuenta de que incomodaba a las personas, pero negó las acusaciones más graves, particularmente la supuesta agresión sexual.

La primera mujer que acusó públicamente a Cuomo de acoso, Lindsey Boylan, escribió en un ensayo para Vanity Fair que permitir que ocupe nuevamente un cargo público sería un error.

Él no ha cambiado, escribió, y mencionó entre otras cosas una campaña para desacreditar a sus acusadoras.

“Aunque algunos analistas han insistido en que ha pasado suficiente tiempo —y que ciertos hombres que han caído del poder deberían poder recuperarlo— esa postura es errónea porque hombres como Cuomo realmente nunca pierden el poder”, escribió. “Mantienen sus posiciones porque incluso personas poderosas también les tienen miedo —una dinámica que dice mucho sobre el momento político que vivimos”.

En sus primeras declaraciones públicas, únicamente abordó indirectamente el asunto del acoso sexual.

“¿Cometí errores, algunos de ellos muy dolorosos? Sin duda, y creo que aprendí de ellos y que gracias a eso soy una mejor persona y espero demostrarlo cada día”, dijo en el video en el que dio a conocer su campaña.

“Pero les prometo esto: sé lo que se tiene que hacer y sé cómo hacerlo, y daré lo mejor de mí para lograrlo —y se logrará”.

Anteriormente, ha culpado a la “cultura de la cancelación” de su destitución.

Cuomo impulsó la legalización del matrimonio entre personas del mismo sexo en Nueva York en 2011.

Su gobierno renovó las terminales en el Aeropuerto LaGuardia, creó un nuevo andén en la Estación de Pensilvania y reemplazó un cruce clave del río Hudson, el puente Tappan Zee.

Promulgó leyes que elevaron el salario mínimo a 15 dólares, instituyó licencias pagadas para los trabajadores por cuestiones familiares y supervisó programas de reconstrucción después de que el huracán Sandy causó daños catastróficos en la costa del estado.

El gobierno de Cuomo también creó un programa de revitalización económica que inyectó 1,000 millones de dólares al área metropolitana de Buffalo, incluidos significativos subsidios para una fábrica que Tesla opera actualmente.

Dicho programa terminó generando un escándalo de corrupción que resultó en acusaciones formales contra varios aliados de Cuomo y uno de sus asesores políticos más cercanos, aunque la Corte Suprema federal finalmente anuló las condenas clave.

Cuomo obtuvo reconocimiento a nivel nacional cuando la pandemia comenzó a matar a miles de personas en Nueva York en 2020. Sus conferencias diarias sobre la pandemia no sólo eran vistas por los residentes del estado, sino por estadounidenses en diversas partes del país.

Impuso algunas de las reglas de distanciamiento social y confinamientos más estrictas del país y luego estableció sitios de vacunación en todo el estado una vez que las vacunas estuvieron disponibles.

Pero Cuomo también ha sido criticado por su respuesta a la pandemia.El gobierno subestimó sustancialmente las muertes en hogares de ancianos como parte de un esfuerzo por desviar las críticas a una política implementada al principio de la pandemia, que prohibía a los asilos de ancianos a rehusarse a readmitir pacientes de COVID-19 que eran dados de alta de los hospitales. Aún se desconoce si esta medida influyó en el número de decesos.

Cuomo tiene una oportunidad única en la contienda por la alcaldía de la ciudad de Nueva York.

El alcalde actual, el demócrata Eric Adams, fue acusado formalmente de cargos de corrupción federal el año pasado. Los fiscales dijeron que Adams aceptó viajes gratuitos o con descuento y contribuciones ilegales a su campaña de parte de personas que intentaban congraciarse con él.

Los problemas políticos de Adams empeoraron después de que la nueva cúpula del Departamento de Justicia instruyó a los fiscales a desestimar el caso para que Adams pudiera colaborar con la agenda migratoria del presidente Donald Trump.

Eso ha desatado sospechas de que Adams es demasiado cercano a Trump, quien sigue siendo sumamente impopular en la ciudad.

Un juez evalúa cómo proceder con el caso penal.

La mayoría de los demás candidatos en las primarias están mucho más inclinados a la izquierda en comparación con Adams y Cuomo.

A menos que surja otro candidato moderado de renombre, eso podría dejar a los votantes obligados a decidir entre liberales con los que podrían no compartir opiniones y dos pesos pesados del Partido Demócrata que han quedado marcados por escándalos.

Cuomo apuesta que saldrá victorioso.