Los líderes de la comunidad puertorriqueña dan impulso a un plan dirigido a impulsar su identidad y el desarrollo económico en la zona de Humboldt Park
Los líderes de la comunidad puertorriqueña dan impulso a un plan dirigido a impulsar su identidad y el desarrollo económico en la zona de Humboldt Park
5 de junio de 2023 - 3:00 PM
Chicago.- En busca de dar un impulso al barrio boricua de Chicago, su liderato tiene un nuevo proyecto: la creación del distrito del Pueblo de Puerto Rico.
Por legislación aprobada en 2022, el gobierno de Illinois autorizó crear 15 proyecto pilotos –cinco cada año-, para crear distritos culturales en el estado, que podrán tener acceso a fondos públicos para acentuar la identidad de su zona geográfica, promover el desarrollo de sus pequeñas empresas y frenar el desplazamiento.
Como parte de una idea impulsada por la organización Agenda Puertorriqueña de Chicago, el Distrito Cultural Empresarial del barrio boricua en Humboldt Park aspira a ser uno de los proyectos pilotos.
La comunidad puertorriqueña, según el director del Centro Cultural Puertorrriqueño de Chicago, José López Rivera, puede ver como modelo la experiencia histórica de los barrios chinos.
Los “Chinatown”, por iniciativa propia, han impulsado una estructura organizativa que provee vivienda, impulsa su desarrollo económico y otras necesidades básicas a su población.
Desde el Concejo Municipal, el puertorriqueño Roberto Maldonado, quien representó el barrio, impulsó la resolución que exhortó al estado de Illinois a crear un especie de “santuario cultural”, por medio del cual la comunidad fortaleciera su identidad, busque mejorar la educación, el acceso a viviendas de precios asequibles, impulse el empresarismo y aspire a empleos de calidad.
En mayo de 2022, la Legislatura de Illinois aprobó el proyecto de la senadora estatal boricua Cristina Pacione Zayas y la entonces representante estatal Delia Ramírez, ahora la congresista del barrio, para designar 15 distritos culturales en el estado.
La solicitud recibió un primer visto bueno del Comité Conjunto de Reglamentación Administrativa, dijo Pacione Zayas, quien en unas semanas dejará su puesto como senadora para convertirse en la principal subjefa de gabinete del nuevo alcalde de Chicago, Brandon Johnson.
Ahora, le corresponde al Departamento de Comercio y Oportunidades Económicas del estado de Illinois publicar la notificación sobre el financiamiento de las propuestas y precisar el proceso de solicitud ante esa oficina.
Los primeros cinco proyectos pilotos se dividirían $3 millones para la planificación de su propuesta.
“La propuesta del barrio es bien sofisticada y tiene una base firma. Tienen muchos datos y están en buena posición para adquirir estos recursos adicionales”, señaló Pacione Zayas, en una entrevista.
Ser parte del programa es la llave para acceder a subvenciones que permitan financiar la iniciativa en una zona en la que los ingresos del hogar de los latinos tiene una mediana de $45,500, por debajo del promedio de la población en general de la zona, unos $55,000, según los datos del Censo de 2020.
Como parte del proyecto se marcará específicamente el área que abarcará el Puerto Rico Town, en un barrio que es identificado desde enero de 1995 por las dos gigantes banderas de acero en la calle Division. Solo en las áreas de lo que se identifica como el “Puerto Rico Town”, viven más de 11,500 boricuas.
Hay una marcada diferencia económica entre la zona este y oeste de lo que sería el “Puerto Rico Town”. La tasa de pobreza en el oeste es de 27%, el doble del área este (13%).
“Las comunidades en Illinois deben reflejar con orgullo la identidad, las contribuciones y la historia de la gente que ha ayudado a construirlas”, ha dicho Pacione Zayas, quien contó con el apoyo de su colega senador Omar Aquino, también puertorriqueño.
Pacione Zayas había promovido la idea desde que lideraba la organización Agenda Puertorriqueña de Chicago, la cual copresidió junto a la hoy concejal municipal Jessie Fuentes.
La congresista Ramírez afirmó que una tarea inmediata debe ser combatir la gentrificación, que “ya llegó al barrio”, con nuevas viviendas de precios asequibles preferiblemente con negocios en el primer nivel. “La única manera de hacerlo es controlando el mercado de vivienda”, añadió Ramírez, entrevistada en su oficina del Capitolio federal.
Tras años de marginación y discriminación, López Rivera sostuvo que será importante que los departamentos del estado de Illinois, incluyendo Agricultura, Vivienda, Educación y Salud “puedan colaborar con el esfuerzo y ayudar a desarrollar el área”.
En el barrio, el Centro Cultural Puertorriqueño Juan Antonio Corretjer ha comenzado a promover el desarrollo de vivienda a precios asequibles. Tres organizaciones – Hispanic Housing, Lucha y Bickerdike-, trabajan también en favor de la construcción de vivienda a precios moderados.
El edificio del Paseo Boricua Nancy Franco Maldonado, que ha impulsado el Centro, tiene 24 nuevos apartamentos y aspira a convertirse en una gran atracción cultural para el barrio. Ha separado un espacio para un teatro de 99 asientos que sea la nueva sede de la compañía de teatro Urban Theater.
Cuando era concejal municipal, Billy Ocasio, director ejecutivo del Museo Nacional de Arte y Cultura Puertorriqueña, promovió la instalación de las banderas gigantes de acero que marcan la entrada y salida del Paseo Boricua, que potenciaron el desarrollo de comercios puertorriqueños en el barrio.
Ahora ve en la designación del “Pueblo de Puerto Rico”, con asistencia estatal, una oportunidad “para atraer más recursos” y ampliar los logros recientes.
El artista y muralista Cristian Roldán Arroyo llegó a Chicago hace ocho años procedente de Puerto Rico. Su expresión artística está presente en el barrio, incluido el mural “Represión, Resistencia y Resiliencia”, que pintó en 2016 y busca recrear la historia puertorriqueña en la Isla y en esta ciudad.
Para Roldán Arroyo, el proyecto del ‘Pueblo de Puerto Rico” debe ayudar a extender el arte por otros rincones del barrio.
Cuando se mudó a Chicago, Roldán Arroyo – quien hizo su bachillerato en sociología en la Universidad de Puerto Rico (UPR) en Cayey y una maestría en la School of the Art Institute of Chicago (SAIC)-, dijo que el simple hecho de ver las banderas de Puerto Rico del Paseo Boricua le hizo sentirse en casa.
“(El barrio) significó para mí un espacio donde podía ser yo mismo, sin el temor de que algunas de mis expresiones culturales fueran a afectar u ofender a otra gente de la que no conocía sus estilos de vida. El espacio es crítico para mantener no solamente la cultura puertorriqueña en la diáspora…sino este espacio donde uno busca la gente de uno y donde uno puede organizarse y enfocarse en los asuntos que son relevantes a la cultura puertorriqueña, a la identidad”, señaló el artista.
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