La vicepresidenta Kamala Harris dijo el jueves que los votantes están preparados para “un nuevo camino hacia delante”, al ser interrogada junto a su compañero de fórmula, el gobernador de Minnesota, Tim Walz, en su primera gran entrevista televisiva de su campaña presidencial.

La entrevista del jueves con Dana Bash, de CNN, ofrece a Harris la oportunidad de acallar las críticas de que no está preparada para entornos no controlados, definir su campaña y poner a prueba su temple político antes de un próximo debate con el expresidente Donald Trump, previsto para el 10 de septiembre. Pero la entrevista también conlleva riesgos, ya que su equipo intenta aprovechar el impulso de la reorganización de la candidatura tras la salida de Joe Biden y la Convención Nacional Demócrata.

“Ante todo, una de mis mayores prioridades es hacer lo que podamos para fortalecer y apoyar a la clase media”, dijo Harris en la entrevista. “Cuando miro las aspiraciones, los objetivos, las ambiciones del pueblo estadounidense, creo que la gente está preparada para “un nuevo camino hacia delante”.

La entrevista con CNN se grabó a la 1:45 p.m. en Kim’s Cafe, un restaurante de Savannah (Georgia) regentado por personas negras, y se transmitió el jueves por la noche.

A Harris se le preguntó sobre los cambios en sus políticas a lo largo de los años, en concreto sobre su marcha atrás respecto al “fracking” y la despenalización del cruce ilegal de fronteras.

“Creo que el aspecto más importante y más significativo de mi perspectiva política y mis decisiones es que mis valores no han cambiado”, respondió la videpresidente.

Harris también se desentendió del cuestionamiento de Trump sobre su identidad racial después de que el expresidente dijera que ella “casualmente se volvió negra”. Harris, que es de ascendencia negra y del sur de Asia, dijo que era el “mismo viejo y cansado libro de jugadas”.

También dijo que nombraría a un republicano para formar parte de su Gabinete si salía electa, aunque no tenía ningún nombre en mente.

Las entrevistas conjuntas durante un año electoral son algo habitual en política; Biden y Harris, Trump y Mike Pence, Barack Obama y Biden - todos las hicieron en un momento similar de la carrera. La diferencia es que esos otros candidatos también habían hecho entrevistas en solitario. Harris todavía no ha hecho una entrevista en profundidad desde que se convirtió en la abanderada de su partido hace cinco semanas, aunque se sentó en varias cuando todavía era la compañera de fórmula de Biden.

Harris y Walz todavía se están presentando a los votantes, a diferencia de Trump y Biden, de quienes la gente tenía un conocimiento y una opinión casi universales.

Estaban en medio de una gira de dos días en autobús por el sureste de Georgia que culminó con un mitin nocturno en Savannah. Los responsables de la campaña de Harris creen que para ganar el estado a Trump en noviembre, ella debe hacer incursiones en los bastiones del GOP en todo el estado.

El entusiasmo de los demócratas por votar en noviembre ha aumentado en los últimos meses, según una encuesta de Gallup. Aproximadamente 8 de cada 10 demócratas se declaran ahora más entusiastas que de costumbre, frente al 55% de marzo.

Esto les da una ventaja de entusiasmo que no tenían a principios de año. El entusiasmo de los republicanos ha aumentado mucho menos en el mismo periodo, y cerca de dos tercios de los republicanos se declaran ahora más entusiastas de lo habitual a la hora de votar.

Pero en un estadio abarrotado el jueves, Harris presentó su incipiente campaña como la menos favorecida y animó a la multitud a trabajar duro para elegirla en noviembre.

“Estamos aquí para decir la verdad y una de las cosas que sabemos es que va a ser una carrera muy reñida hasta el final”, afirmó.

Harris repasó una lista de preocupaciones demócratas: que Trump restringirá aún más los derechos de las mujeres después de haber nombrado a tres jueces para el Tribunal Supremo de Estados Unidos que ayudaron a anular Roe, que derogará la Ley de Asistencia Sanitaria Asequible y que, dados los nuevos poderes de inmunidad concedidos a los presidentes por el Supremo., “imagínense a Donald Trump sin barandillas”.

Su mitin fue brevemente interrumpido por manifestantes que protestaban por la implicación de Estados Unidos en la guerra entre Israel y Hamás.

Durante su mandato como vicepresidenta, Harris ha concedido entrevistas a The Associated Press y a muchos otros medios de comunicación, un ritmo mucho más frecuente que el del presidente, con la excepción del bombardeo mediático de Biden tras su desastrosa actuación en el debate que provocó el final de su campaña.

La falta de acceso de Harris a los medios de comunicación en el último mes se ha convertido en una de las principales líneas de ataque de los republicanos. La campaña de Trump ha llevado la cuenta de los días que ha pasado como candidata sin conceder una entrevista y han sugerido que necesita una “niñera” y que por eso estará Walz.

“Acabo de ver la respuesta de la camarada Kamala Harris a una pregunta muy débilmente formulada, una pregunta que fue formulada más como una cuestión de defensa que de curiosidad, pero su respuesta divagó incoherentemente, y declaró que sus ‘valores no han cambiado’“, publicó Trump en Internet.

Trump se ha inclinado en gran medida por los medios de comunicación conservadores a la hora de conceder entrevistas, aunque en las últimas semanas ha celebrado conferencias de prensa más abiertas en su intento de recuperar el protagonismo que había reclamado la elevación de Harris.

Después de la entrevista en la CNN, Walz se marchó a otros actos políticos fuera del estado, y Harris continuó en Georgia, parando en el Dottie’s Market de Savannah el jueves, charlando con la madre del propietario mientras la multitud la observaba desde la calle, donde dijo a los votantes que pondría en marcha “básicamente un crédito fiscal para las nuevas empresas, para las pequeñas empresas que están empezando”.

“Una de mis prioridades es invertir y hacer crecer nuestras pequeñas empresas”, afirmó.

También se reunió con voluntarios. El miércoles, Harris y Walz pasaron un rato con la banda de música de un instituto para deleite de los estudiantes, y se detuvieron en un restaurante de barbacoa de Savannah.

La campaña quiere que estos actos motiven a los votantes de zonas proclives al Partido Republicano que tradicionalmente no ven a los candidatos, y espera que los compromisos generen momentos virales que trasciendan la cobertura mediática masiva y lleguen a los votantes de todo el país.

Harris realizará otra campaña el Día del Trabajo, junto con Biden, en Detroit y Pittsburgh, a medida que se acercan las elecciones. Los primeros votos por correo se enviarán a los votantes en apenas dos semanas.