Mientras los inventores, fabricantes y los compradores de juguetes se reunían para una feria comercial anual de cuatro días de duración en Nueva York el fin de semana pasado, un tema constante en las exhibiciones, además de qué artículos estaban destinados a las listas de deseos navideños, fue el aumento de los precios.

El presidente Donald Trump había anunciado días antes que planeaba aumentar el arancel adicional que impuso a las importaciones chinas en febrero al 20%. ¿Lo haría? Para el martes, en el último día de la Feria del Juguete, los asistentes ya tenían su respuesta, y la conversación sobre cómo afectaría esto los precios de los juguetes se volvió más urgente.

Cerca del 80% de los juguetes vendidos en Estados Unidos provienen de China, según la Asociación de Juguetes, un grupo nacional de la industria que patrocina la feria anteriormente conocida como la Feria Internacional de Juguetes de América del Norte. Muchos fabricantes de juguetes están renegociando precios con los minoristas y analizando detenidamente sus productos para ver si pueden reducir costos.

Greg Ahearn, presidente y director general de la Asociación de Juguetes, dijo que prevén que los precios aumenten del 15% al 20% en juegos, muñecas, autos y otros juguetes para la temporada de compras de regreso a clases. El rango de precios que los consumidores estadounidenses están dispuestos a pagar oscila entre los $4.99 y los $19.99, lo que deja poco margen para aumentar los precios, afirmó.

“Es insostenible”, dijo Ahearn y señaló que las pequeñas empresas constituyen aproximadamente el 96% de la industria de juguetes en Estados Unidos.

Trump también avanzó esta semana con aranceles del 25% sobre productos importados de Canadá y México. Algunas empresas han trasladado parte de su fabricación a México para estar más cerca de Estados Unidos. Sin embargo, el miércoles, el presidente otorgó a las automotrices estadounidenses una exención de un mes de los aranceles sobre las naciones vecinas de América del Norte.

Y el jueves, Trump pospuso los aranceles del 25% sobre la mayoría de los bienes de México por un mes en medio de temores generalizados sobre el impacto de una guerra comercial más amplia.

Las declaraciones y políticas cambiantes de Trump en torno a los aranceles han dificultado que las empresas de juguetes tengan planes de contingencia.

El director general de Basic Fun, Jay Foreman, dijo que no se apresuró a finales del año pasado a recibir envíos de camiones Tonka, Ositos Cariñositos y otros juguetes que su empresa con sede en Boca Ratón, Florida, produce en China porque no estaba seguro de si la tarifa del 60% sobre los bienes chinos que Trump mencionó en la campaña se haría realidad.

“Si planeas en un entorno caótico, tienes muchas más probabilidades de equivocarte que de acertar”, comentó Foreman en una entrevista el domingo en su stand de la Feria del Juguete. Todos los productos de juguetes de Basic Fun se fabrican en China, excepto K’Nex, un set de construcción hecho en Estados Unidos, afirmó.

Después de que Trump impuso en su lugar un arancel adicional del 10% sobre los productos chinos el mes pasado, Foreman dijo que trabajó arduamente para persuadir a los minoristas de compartir parte del costo para no tener que trasladarlo a los consumidores. Ahora que el arancel de importación se ha duplicado, dijo que tendrá que aumentar los precios de muchos de sus artículos.

Por ejemplo, un camión Tonka Classic Steel Mighty, que actualmente tiene un costo de $29.99, probablemente subirá a $39.99 tan pronto como en otoño, dijo Foreman.

La Asociación de Juguetes hizo un fuerte cabildeo para eximir a la industria del juguete de los aranceles del 10-25% que Trump impuso a los productos chinos durante su primer mandato. El grupo volvió a hacer cabildeo esta vez, tratando de educar a los miembros del Congreso de que las empresas de juguetes no pueden replicar la experiencia que se encuentra en las fábricas chinas.

Ahearn señaló que hay mucha sofisticación en la fabricación y la artesanía que se ha desarrollado a lo largo del tiempo y de generaciones en China.

La mano de obra altamente calificada y de menor costo que está disponible en China no está disponible actualmente, y tomará el mismo tiempo construirla.

Algunas empresas de juguetes están buscando formas de evitar aumentar precios.

Steve Rad, director general del fabricante de juguetes Abacus Brands Inc., dijo que la empresa con sede en Austin, Texas, consideró recurrir a fábricas en países como Camboya o Vietnam, pero concluyó que no tienen el mismo nivel de habilidades.

Sin embargo, Rad planea comenzar a fabricar uno de sus productos hechos en China en Estados Unidos. Abacus Brands encontró una fábrica en Texas que dijo que podría producir Pixicade, que convierte garabatos y dibujos en videojuegos jugables, sin costo adicional. Se espera que la versión hecha en Estados Unidos esté en las tiendas para agosto, dijo.

Sus otros juguetes son más complejos, según Rad, y no ve factible fabricarlos en Estados Unidos. En cambio, está explorando si puede reducir costos eliminando algunas características del producto.

Foreman, de Basic Fun, señaló que planea ofrecer nuevas versiones de sus juguetes existentes para que parezcan nuevos. Tomemos Mash’ems, que son coleccionables suaves llenos de agua que presentan diferentes personajes licenciados empaquetados en pequeñas cajas de cartón.

“Quizás cambie el color de la caja”, comentó. “O tal vez lo ponga en un contenedor de plástico”.

Algunos minoristas ya han recibido cartas de proveedores de juguetes anunciando aumentos de precios inmediatos.

Richard Derr es el propietario de la franquicia Learning Express en Lake Zurich, Illinois, y presidente del consejo de franquicias de Learning Express, que cuenta con 85 miembros. Se pregunta si esos proveedores están actuando de buena fe, ya que muchos de ellos habían acelerado las entregas desde China antes de que entraran en vigor los aranceles.

Él y otros franquiciados de Learning Express están estudiando alternativas a los proveedores que de repente quieren aumentar precios, dijo Derr.

Señaló que no está demasiado preocupado por que los clientes comparen el costo de un juguete con el del año anterior, ya que el 65% de sus productos son nuevos en el mercado.

“Estamos en la era de un día, una cosa, un día, dos cosas, y cambia hacia arriba y hacia abajo”, dijo Derr. “Así que sacar algo ahora, creo, es solo preparar el guiso cuando, de hecho, el guiso puede ni siquiera estar cocido”.